«El mundo está preparado para un 007 negro, ¡pero dadme una oportunidad!»
MARTA MOREIRA
VALENCIA. Dieciocho años después de representar en Valencia el papel de Leonardo en «Bodas de sangre» con el National Youth Theatre de Londres, el actor británico Daniel Craig regresó ayer a esta ciudad para concluir la gira promocional de «Quantum of Solace», la última entrega cinematográfica del agente 007, cuyo estreno en España está previsto para el próximo 21 de noviembre.
El Palau de les Arts fue el escenario escogido para una «premi_re» de 400.000 euros de presupuesto, a la que asistió también la nueva «chica Bond», Olga Kurylenko; el director de la película, Marc Foster; la productora, Bárbara Broccoli; y el actor Fernando Guillén Cuervo, que interpreta en cuatro escenas del filme a un coronel corrupto de tintes mefistofélicos.
El actor británico se despega a duras penas de las formas distinguidas de agente secreto que ha cultivado con completa dedicación durante los últimos seis meses, pero abre una rendija al sentimentalismo cuando recuerda su estancia en Valencia en 1990 y su experiencia como alumno de Manuel Conejero en Londres, director entonces del Teatre Jove. El dramaturgo fue uno de los 1.200 invitados al preestreno. Craig tenía ganas de reencontrarse con él, revivir viejos tiempos (cuentan que se corrieron alguna que otra juerga) y recordar a un amigo común recientemente fallecido.
La proyección de la película se llevó a cabo con el sistema digital 4k de Sony -una tecnología inédita en España- y estuvo rodeada de medidas de seguridad. Un arco en la entrada del edificio detectaba la presencia de aparatos de reproducción y móviles, que eran retenidos a los invitados para preservar el misterio de la cinta antes del día del estreno.
Con la banda sonora central de la película como trasfondo -compuesta por Jack White (White Stripes) y Alicia Keys-, pisaron la alfombra roja que daba entrada a la sala modelos como Paloma Lago y Cristina Piaget, actores como Cayetana Guillén Cuervo y Mario Casas, y personajes ajenos pero al mismo tiempo habituales en estos eventos, como el torero Cayetano Rivera. Tras el estreno se celebró una fiesta privada en un club situado en el Puerto de Valencia que se prolongó hasta avanzadas horas de la madrugada.
Comparaciones dolorosas
A Daniel Craig se le conoce principalmente por encarnar al 007 menos ligón y más violento de cuantos nos ha regalado la gran pantalla. Se le ha censurado por ser mucho menos seductor que asesino, por no ser tan guaperas ni alto como Sean Connery -mide 1,78 metros-, y por ser portador de una expresión hierática que no hace guiños al espectador. Se le ha criticado por todo ello y mucho más, pero no se le puede acusar de racista.
En su opinión, el mundo está ya «completamente preparado» para asumir a un James Bond negro. Propone concretamente a uno: «Barack Obama sería el mejor candidato, pero por favor, no por el momento. ¡Dadme una oportunidad!», exclama el intérprete, cuyo contrato con EON Producciones contempla el rodaje de la vigésimotercera entrega de la saga.
El director de «Quantum of Solace», Marc Foster, sabe que esta película va a generar comparaciones con «Casino Royale» (de Martin Campbell), cuyo arriesgado viraje hacia la «humanización» del popular agente secreto se saldó en 2006 con un éxito tasado en 600 millones de recaudación en todo el mundo. «Sé que no se puede contentar a todos, pero yo he hecho la película que quería hacer». Esto es, más inspirada en la estilización de las primeras películas de 007 y claramente inclinada hacia las escenas de acción «a pelo» y las localizaciones exteriores en escenarios reales. En cualquier caso, el director alemán avanzó ayer que ha rechazado la oferta de dirigir las próximas aventuras del mítico personaje creado por Ian Fleming en los cincuenta.
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