Montilla se sube el sueldo y cobra casi el doble que el presidente Zapatero
MARÍA JESÚS CAÑIZARES
BARCELONA. El Gobierno catalán prometió unos presupuestos para 2009 basados en la austeridad. Pero, al parecer, eso no incluía las retribuciones de sus miembros. Después de haber votado en el Parlamento autonómico a favor de la congelación de los sueldos de los diputados, el presidente de la Generalitat, José Montilla, ha decidido subirse el sueldo, que pasa de 167.324 euros anuales a 169.446 euros, es decir, casi el doble de lo que cobra el presidente José Luis Rodríguez Zapatero (91.982 euros). Consejeros, secretarios generales y directores generales también verán incrementadas sus retribuciones.
Según el proyecto de presupuestos entregado ayer por el consejero de Economía, Antoni Castells, al presidente del Parlamento, Ernest Benach, el personal al servicio de la Administración autonómica asciende ya a 179.119 personas frente a las 178.948 de 2008. A pesar de este ligero incremento, las partidas económicas destinadas a esos puestos de trabajo han aumentado en mil millones de euros. En total, la remuneración de personal -9.747 millones de euros- supone el 25 por ciento del presupuesto de la Generalitat para el año próximo, que asciende a 36.985 millones de euros.
«Ante la situación de crisis que están sufriendo los ciudadanos, es vergonzosa la falta de sensibilidad de los miembros del Gobierno, con el presidente en cabeza», denunció la portavoz del PP en el Parlamento catalán, Carina Mejías, quien subrayó que en los presupuestos se contempla un aumento de seis altos cargos, con lo que la cifra total asciende a 242.
Nuevas embajadas
Por su parte, el portavoz de CiU, Oriol Pujol, criticó que la cuarta parte del gasto se dedique a pagar los sueldos del personal de la Generalitat. «¡Hagan algo con los altos cargos!», reclamó el diputado nacionalista. Por parte de Ciutadans, José Domingo puso el acento en en el gasto correspondiente a las relaciones exteriores, 25,2 millones de euros que incluyen la apertura de «embajadas» catalanas en México y Argentina. Domingo se preguntó de qué han servido las oficinas de la Generalitat en París y Berlín en la crisis que afecta a compañías automovilísticas francesas y alemanas instaladas en Cataluña.
CiU, PP y Cs, que presentará enmiendas a la totalidad del proyecto, también denuncian la falta de política social en los presupuestos, ya que el aumento de las partidas destinadas a salud o educación está por debajo de la media de otros departamentos. Incluso hablaron de «fraude en la información que contienen los presupuestos», ya que la Generalitat confía en aumentar sus ingresos mediante el impuesto de patrimonio, que está a punto de desaparecer, y el IRPF, cuyo incremento augura en un 22 por ciento pese a la crisis existente. La oposición sospecha de un aumento de la presión fiscal, algo que no acaba de concretar el consejero Castells.
La Generalitat ha decidido endeudarse para aumentar la inversión, por lo que cifra el déficit en 2.127 millones de euros (1% del PIB), el máximo que permite la ley.
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