Suscribete a
ABC Premium

Pantomima en la Audiencia

De manera incomprensible, la Fiscalía obligó ayer a la Audiencia Nacional a absolver a los dieciséis independentistas catalanes que habían sido juzgados por un delito de injurias graves contra la Corona por haber quemado fotografías de los Reyes durante una manifestación en Gerona. Incomprensible por tres motivos: primero, porque fue un proceso iniciado precisamente a instancias de la Fiscalía, que solicitó la identificación y enjuiciamiento de unos individuos cuya absolución fuerza ahora pese a existir una condena anterior a otros antimonárquicos por hechos idénticos; segundo, porque durante el juicio nadie aportó ni una sola prueba que contradijese lo investigado y reconocido por los propios acusados; y tercero -lo que casi es aún peor- porque el fiscal ni siquiera se ha dignado a ofrecer una explicación de su cambio de criterio de última hora. La opinión pública tiene derecho a conocer qué ha movido al fiscal a convertir unos hechos que había calificado como injurias graves en una simple falta leve de desórdenes. Incluso, el juez, no competente para juzgar faltas y desórdenes, reprendió al fiscal -con toda razón- dada su sobrevenida iluminación para evitar una condena segura. Lamentablemente, el fiscal Luis Barroso convirtió un juicio nítido en una pantomima jurídica y en una burla a los ciudadanos.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación