El Euribor ignora la rebaja de tipos y sube al 5,512%, su segunda mayor cota histórica
Ayer se cumplieron los peores augurios respecto a la respuesta del Euribor a la bajada concertada de los tipos de interés oficiales. El principal índice de referencia hipotecaria parace decidido a «ir por libre». En ocasiones anteriores, este tipo de interés, que es al que se prestan el dinero los bancos en el mercado del euro, había corregido casi de forma automática (cuando no anticipado) los movimientos en los tipos de interés oficiales, pero las circunstancias actuales se alejan mucho de la normalidad y el Euribor a un año subió ayer hasta el 5,512%, su segunda mayor cota histórica, en una reacción que temían desde la víspera los más pesimistas.
La clave para entender esta nueva divergencia se encuentra en la distinta naturaleza de los tipos oficiales y del Euribor. El primero es un precio «político» del dinero y obliga al BCE a utilizar este tipo de interés para sus operaciones. El segundo, en cambio, es un precio de mercado. Es el punto donde la oferta de dinero se encuentra con la demanda en el mercado interbancario.
El problema es que en las actuales condiciones de falta absoluta de confianza son muchos quienes demandan dinero en el mercado interbancario y pocos quienes se encuentran dispuestos a prestar. Y más aún: quienes prestan exigen una prima de riesgo muy superior a lo normal por el préstamo, ya que nadie tiene la certeza de qué va a pasar en el inmediato futuro.
El presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, definió ayer muy gráficamente la situación excepcional del mercado mayorista y subrayó en referencia a la rebaja de tipos que «se ha puesto precio a algo que no existe, el dinero», por lo que sugirió que hubiera dado igual rebajar más aún el precio oficial del dinero en la Eurozona, porque el interbancario está paralizado por la desconfianza y el dinero, aunque existe, no aparece por ninguna parte. «Mientras no haya dinero, el Euribor seguirá subiendo y da igual el precio oficial que se ponga», subrayó.
Por su parte, el gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, se mostró extremadamente cauto respecto a lo que puede pasar con el Euribor en el inmediato futuro. «En la medida en que las iniciativas que se están adoptando permitan recuperar la confianza, el diferencial entre los tipos de interés oficiales, en el 3,75%, y el índice interbancario, que supera el 5%, irá cayendo», dijo el gobernador para sugerir que «lo lógico es que si tenemos éxito en recuperar la confianza veremos caer el Euribor».
En general, en el mercado se considera que no va a ser cuestión de un día ni de dos y que con un interbancario que algunas fuentes definen como «absolutamente seco» será difícil que el Euribor reaccione de forma natural, es decir, amoldándose a la evolución del precio del dinero.
Fuentes consultadas por ABC subrayaban ayer que «el diferencial entre tipos oficiales y tipos de mercado se ha ampliado en el último año como reflejo claro de la desconfianza que reina en el interbancario y lo que se ha hecho en un año no va a desaparecer en un día».
En lo que todas las fuentes consultadas coincidieron es en que «la simple rebaja de los tipos oficiales no trae mayor confianza al mercado interbancario» e incluso algunos expertos indicaron que «en realidad la acción concertada ha alarmado aún más a algunos, porque ha puesto claramente sobre la mesa que estamos ante una situación de gravedad».
Fuentes financieras indicaron que «todo se ha agravado desde la quiebra de Lehman Brothers y las tensiones que estaban larvadas en el mercado mayorista han aflorado de golpe. Quien tenía dudas ahora tiene una desconfianza total y quien ya desconfiaba está literalmente desaparecido del interbancario».
Sin embargo, ninguno de los expertos consultados deja la puerta cerrada a un cambio gradual, e incluso más acelerado de lo que cabría prever, en esta situación. Alegan que si los bancos acceden a la financiación que necesitan por otras vías (Estados y bancos centrales), se fortalecen las estructuras de los países cuyo sistema financiero ha entrado en dificultades y se actúa con relativa rapidez, es posible que el interbancario pueda «reanimarse» en pocos meses, lo que sería un primer paso para la recuperación de una cierta dosis de normalidad.
No obstante, matizan que todo dependerá de que el mercado financiero no sufra nuevos sobresaltos en forma de nuevas quiebras, una palabra que el secretario del Tesoro estadounidense, Henry Paulson, utiliza en los últimos tiempos con demasiada frecuencia y que al mercado le aterroriza.
En cambio, en el mercado sí se valoró ayer especialmente la decisión del BCE de suprimir el procedimiento de subasta para los préstamos semanales. «Tiene lógica que si quieres que el tipo oficial sirva de alguna manera como referencia mandes una señal al mercado de que los bancos se podrán financiar ilimitadamente a ese tipo de interés sin necesidad de subasta cada semana».
Esta era una de las peticiones que el sistema financiero había realizado insistentemente a la autoridad monetaria de la Eurozona y el BCE la ha tenido en cuenta.
Ahora todos los bancos de la Eurozona que necesiten refinanciación en las antiguas subastas semanales de liquidez podrán acudir a la ventanilla del BCE y pedir el dinero que necesiten. «Basta con que presenten las garantías exigidas por el BCE y obtendrán lo que necesiten al 3,75% de interés», explicaron ayer fuentes financieras a ABC.
Con esta medida, la autoridad monetaria de la Eurozona manda un mensaje claro al mercado interbancario para que quien necesite dinero no pague más de lo que debe. No obstante, hasta el próximo día 15 no se hará efectiva la primera ocasión de pasar por ventanilla, por lo que el Euribor aún podría hacer de las suyas durante unos días.
Adicionalmente, el Banco Central Europeo rebajó drásticamente la horquilla de sus tipos de interés secundarios. Así, ha reducido a la mitad el diferencial de las facilidades de crédito y de depósito. Desde ayer, el crédito extraordinario se realiza desde el 4,25% (0,5 puntos más que el precio oficial del dinero) y los depósitos en el BCE se remuneran al 3,25% (también 0,5 puntos de diferencial).
Hasta ahora, el Banco central Europeo convocaba subastas ordinarias y extraordinarias en las que los tipos oficiales eran la referencia de partida, pero las pujas realizadas por los bancos necesitados de dinero elevaban muy por encima el tipo al que realmente recibían el dinero. Ha habido subastas con marginales (tipos de interés más elevados de los adjudicados en subasta) del 9 y hasta el 11% en los últimos tiempos.
Para Miguel Ángel Fernández Ordóñez se trata de una decisión «importantísima» para garantizar la liquidez y dar tranquilidad a las entidades. En la misma línea, otras fuentes resaltaron que la bajada de tipos restó interés a un detalle «decisivo para el futuro» como es que el BCE deje de limitar las cantidades que presta a los bancos.
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