Malkie: «Me aterrorizaba dar a luz en medio de la locura»

Cada vez hay más familiares de víctimas del 11-S que el día de la conmemoración y los discursos prefieren quedarse en casa. Y en cambio dan un paso al frente lo que podríamos llamar víctimas de segunda generación. Víctimas que oficialmente no son víctimas pero que se sintieron alcanzadas de lleno por la tragedia. Es el caso de Malkie, una madre de Brooklyn que estaba a punto de dar a luz el 11-S. Se puso de parto el día siguiente. Tuvo que ir al hospital en metro ante la imposibilidad de entrar en coche en Manhattan.

Llegó a lo que parecía un hospital fantasma: se había parado todo para atender a la avalancha de muertos y heridos. Malkie recuerda un intenso olor a quemado y carteles por todas partes advirtiendo de que el hospital no estaba ardiendo. El olor venía del World Trade Center.

“Me negué a ver la tele, oír la radio o leer periódicos. Estaba aterrorizada de traer una pequeña vida indefensa a esta locura. Me era muy difícil conciliar el nuevo mundo de esperanza que estaba saliendo de mí con el mundo de angustia que me rodeaba”, recuerda para ABC.

Su hijo Micah cumple hoy siete años, durante los cuales su madre ha aprendido a apreciar el doloroso privilegio de su experiencia. Votante rotunda de Obama, es en cambio drástica cuando establece que el 11-S no puede ser jamás un campo de confrontación partidista. “No nos lo podemos permitir ni como neoyorquinos ni como seres humanos”, sentencia.