La ministra francesa de Justicia pone fin a los rumores y confirma que está embarazada
Rachida Dati, ministra de Justicia, soltera, confirma personalmente el embarazo que ya era una evidencia física desde hace semanas. La identidad desconocida del padre del hijo esperado para el mes de enero del 2009 suscita las más peregrinas especulaciones, cuando solo se perciben muy diáfanas amistades íntimas en las más altas esferas del poder político, económico, empresarial.
Las fotografías a la salida de los últimos consejos de ministros ya habían hecho muy evidentes, desde hace dos semanas, el estado de buena esperanza que Rachida Dati comenta con púdica sinceridad: «No diré nada sobre el padre de mi hijo. Tengo una vida íntima muy complicada. En mi vida de mujer ¡he tenido tantas experiencias dolorosas con respecto a la maternidad..! Espero el día más bello de mi vida».
Rumores anónimos
A partir de tan breve confesión, una tormenta de anónimos rumores difundió por el océano de aguas sucias de internet un rosario de nombres de posibles padres del hijo esperado por la ministra soltera: «¿Nicolas Sarkozy?», «¿José María Aznar?» ... seguidos de una larga relación de personalidades escogidas al azar de la imaginación, la difamación o la malevolencia. Sólo Aznar ha considerado oportuno recurrir expeditivamente a sus abogados, para cortar por lo sano una marea negra atizada desde oscuros gabinetes de brujas audiovisuales.
A la espera que Rachida Dati decida o no decida descubrir la identidad del padre del hijo/hija esperado(a), solo se conoce la identidad de un amigo muy íntimo: Henri Proglio (59 años), presidente de Veolia. «Paris Match» publicó, en su día, las fotografías de la pareja, durante la gran fiesta familiar que celebró la victoria electoral de Nicolas Sarkozy, el 10 de mayo del 2007, en un gran hotel de los Campos Elíseos, donde la portavoz oficial del candidato se mostró en los brazos de uno de los grandes empresarios que podía esperar, con fundamento, ser uno de los primeros ministros de finanzas del nuevo presidente de la República.
Rachida Dati y Henri Proglio se habían conocido pocos años antes, siendo Sarkozy ministro del Interior, cuando la actual ministra de Justicia era consejera ministerial en cuestiones de seguridad, e intervino en varias ocasiones como intermediaria entre el gran patrón y el candidato a la jefatura del Estado. Dos hermanas de Rachida Dati han trabajado en el grupo empresarial dirigido por Veolia.
La gran intimidad de la noche del triunfo de Sarkozy era la culminación de una amistad profunda y unas relaciones políticas que venían de muy lejos. Y que no han dejado de ahondarse, ya convertida en ministra de Justicia y confidente del jefe del Estado una hija de inmigrantes magrebíes pobres. Rachida y Proglio han pertenecido siempre al círculo de los amigos íntimos de Sarkozy. Tras la ruptura del presidente con su segunda esposa, Cecilia, Carla Bruni pidió a la ministra de Justicia de su esposo que no siguiese llamándolo por las mañanas a su móvil personal.
Proglio, como Rachida Dati, es un ejemplo modélico de integración nacional. Nieto de italianos pobres, se educó en la religión laica del triunfo, hasta convertirse en el director general del más importante de los grupos mundiales en distribución de agua, con unos ingresos fiscales reconocidos de más de 2 millones anuales de euros. Proglio, como Rachida Dati, se forjaron solos, haciendo pequeños trabajos.
Más allá del desconocido alcance exacto de la amistad íntima entre Rachida Dati y Henri Proglio, no es un secreto que sus vidas llevan varios años cruzándose en muchos otros terrenos: su pertenencia a la guardia pretoriana de los consejeros más próximos al jefe del Estado; su participación en los conciliábulos que culminaron con importantes decisiones económicas, políticas y judiciales; su complicidad en viajes. Los caminos del amor son inescrutables.
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