Visitamos una fábrica de móviles en China: así es el proceso por el que pasan hasta que llegan a tus manos
En las instalaciones de la marca Honor, cada dispositivo pasa por un promedio de 120.000 pruebas de calidad antes de salir al mercado
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Puede que tengamos una idea errónea sobre cómo se fabrican los teléfonos en China, esa clásica imagen de líneas interminables de personas ensamblando las 2.000 piezas necesarias para crear esta pieza de tecnología, ya no es la norma. Durante nuestra visita a la fábrica ... de la firma Honor en Shenzhen, China, pudimos constatar como la automatización y tecnología han llegado hasta las fábricas de 'smartphones' en el país asiático.
Para crear nuevos productos, e innovar, Honor invierte más del 10% de sus ingresos en investigación y desarrollo que le permitan estar a la vanguardia tecnológica. El proceso de pruebas comienza en su laboratorio en Shenzhen, equipado con más de 800 servidores para simulaciones ópticas, térmicas y de abrasión, que permite anticipar el comportamiento de los dispositivos en diversas condiciones de uso gracias a modelos digitales. Con estas simulaciones, los ingenieros de Honor pueden ajustar y optimizar cada modelo antes de llegar a la producción en masa. Este enfoque se traduce en una gran producción de patentes, con alrededor de 300 nuevas al mes y un total de más de 9.000 registradas.
En una segunda fase, antes de ser fabricados en masa, todos los modelos deben superar una serie de pruebas de resistencia, todas ellas en situaciones extremas para simular la vida útil del teléfono durante 5 años. Por ejemplo, los dispositivos se someten a temperaturas de hasta 85 grados con un 85% de humedad durante 20 días, así como ciclos de temperatura entre -40 y 85 grados, o incluso prueban su resistencia al agua en inmersión o a presión. También se realizan pruebas de caída desde 1,5 metros en todos los ángulos posibles, o de resistencia mecánica metidos en el bolsillo de un pantalón 500.000 veces, o de pulsación de los botones, en este caso hasta 6.000 veces. Además, Honor cuenta con tres cámaras para revisar las radiaciones electromagnéticas, de las que sólo hay cinco en China.
Llegados a la fase de fabricación es donde los teléfonos entran en producción en masa. Por arrojar algunas cifras, desde que un dispositivo comienza a fabricarse hasta que está listo para ser empaquetado, el proceso toma tres días. Esto es posible gracias a una automatización que abarca el 85% de las tareas en la línea de ensamblaje, alcanzando una precisión extrema gracias a su certificación de Nivel 4 de automatización, un estándar que sólo ostenta Honor en la industria de telefonía en China. Las 22 líneas de producción, de 150 metros cada una, logran acabar un dispositivo cada 28,5 segundos, con un equipo de más de 4.000 empleados que supervisan ahí donde las máquinas y la inteligencia artificial no llegan.
Pero lo más sorprendente es que cada dispositivo pasa por un promedio de 120.000 pruebas de calidad antes de salir de la fábrica. Estas incluyen desde pruebas de envejecimiento acelerado hasta simulaciones de caídas desde 1,5 metros, es decir, se repiten algunas de las pruebas físicas de la fase anterior. Por supuesto, algunas de estas revisiones las realiza el equipo humano de la empresa. Por ejemplo, observan que las pantallas funcionan perfectamente en todo su rango de colores, o comprueban el sonido de los altavoces.
Mucha IA
Uno de los elementos que distingue a Honor en su enfoque es el uso de inteligencia artificial, integrada tanto en los procesos de producción como en las funcionalidades de sus productos, especialmente en su buque insignia, la serie de 'smartphones' Magic. En el ámbito fotográfico, por ejemplo, la IA permite a los dispositivos optimizar la configuración de imagen en tiempo real, ajustando aspectos como el balance de blancos y la exposición para asegurar que cada captura sea precisa y detallada, independientemente del entorno.
La IA también se encarga de mejorar la experiencia del usuario, optimizando el rendimiento del dispositivo en segundo plano para ajustar el uso de recursos de manera eficiente, prolongando la vida útil de la batería.
La siguiente evolución de la nueva moda en tecnología, la inteligencia artificial generativa, pasa por su integración con nuestros móviles y ordenadores. En nuestra reciente visita a la central de Honor en Shenzhen, China, Robin Wu responsable global de producto de Honor nos aseguró que los próximos móviles, los Honor Magic 7, tendrán integrado el asistente de Honor, Yoyo, que con sólo unos comandos podrá realizar diferentes tareas en el teléfono de forma autónoma. Se trata de una especie de agente digital que podrá abrir y manejar aplicaciones de nuestro móvil para seguir nuestras órdenes. En palabras de Wu, podrás usarlo para pedir un café y este se encargará de buscar dónde adquirirlo y lo pagará por ti.
Aunque el Honor Magic 7 se acaba de lanzar en China con unas características técnicas muy interesantes, con Yoyo incorporado la experiencia de uso mejorará. De todos modos, tendremos que esperar a ver qué llega a Europa, ya que las regulaciones de la inteligencia artificial son más duras en el territorio comunitario que en China.
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