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Premios Princesa de Girona Los jóvenes que mueven el mundo

Investigan, invierten, crean, ayudan... Estos seis jóvenes son un ejemplo para todos. Todos ellos son Premio Fundación Princesa de Girona, un galardón que desde 2010 promueve la investigación, la creatividad, la solidaridad y el talento emprendedor para construir un mundo más justo.

Lunes, 13 de Diciembre 2021, 01:01h

Tiempo de lectura: 6 min

Transformar la sociedad, por muy pequeño que el cambio pueda parecer. Es lo que han hecho los protagonistas de este reportaje, reconocidos por ello cada uno con un Premio Fundación Princesa de Girona. Creados en 2010, estos galardones que cada año entrega la princesa Leonor (ella detenta el título en cuestión, junto al de Princesa de Asturias) son ya una de las grandes plataformas institucionales para dar voz y visibilidad a jóvenes ejemplares.

Destacamos aquí apenas a seis de ellos, en representación de los más de 60 premiados a lo largo de estos años.  Jóvenes como Ousman Umar, que aúna educación, tecnología y alianzas en un proyecto transformador que busca soluciones al fenómeno migratorio; o María Sánchez, veterinaria, poeta, escritora y activista en defensa de la cultura rural y, en especial, del papel olvidado de las mujeres en el campo. XLSemanal ejerce aquí como amplificador de sus voces, para que resuenen aún más fuerte en estos tiempos en que nuevas perspectivas y soluciones se hacen cada vez más urgentes.

Director de la ONG Ayúdame3D, diseña y envía prótesis gratis a todo el mundo.

Guillermo Martínez Gauna-Vivas, 27 años

Creó la primera prótesis de brazo completo con impresora 3D

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Acabando la carrera de Ingeniería, estaba un poco harto. Andaba con la impresión 3D por mi cuenta, haciendo muñequitos. Había visto vídeos sobre cómo hacer prótesis de manos y decidí ir a Kenia a ayudar. Cuando pregunté al orfanato donde iba a ir, me mandaron fotos de gente a la que le faltaba no la mano... ¡el brazo! Lo intenté. Y me fui con la maleta llena de brazos. ¡Funcionaron! Creé el primer brazo del mundo para gente sin codo. Y me dije: «Debe ser gratis». Monté Ayúdame3D.org y hoy enviamos 350 al año, a 55 países.

¿Optimista? Absolutamente. En mi entorno, la gente está muy comprometida. Yo hago esto porque alguien colgó un vídeo en YouTube, eso no era posible antes. Tenías que hacer un máster de miles de euros. Ahora, con Internet, puedes aprender machine learning, big data… Esta democratización tecnológica generará beneficio social. España tiene un nivel tecnológico espectacular. Pero hace falta apoyo. Nosotros solo tenemos seis personas en plantilla, pero un departamento de I+D que ya le gustaría a muchas grandes…  La tecnología crece exponencialmente: en diez años hemos innovado más que en mil años. Tenemos ganas de encontrar soluciones a nivel ambiental, de desigualdad social…

Su último libro es 'Almáciga', recoge palabras rurales a punto de desaparecer.

María Sánchez, 32 años

Veterinaria, poeta y escritora, da voz al mundo rural

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Yo soy la primera veterinaria de la familia. Si mi madre hubiera ido a la universidad, en lugar de quedarse trabajando la aceituna, a lo mejor era ella la escritora, y no yo. Hemos mejorado mucho las cosas, pero falta mucho por hacer. ¡Es más fácil poner una nave para mil cerdos en intensivo que un proyecto que respete el medio y fije población! Yo trabajo con razas autóctonas de cabra y oveja, y el 80 por ciento están en peligro de extinción. Sin embargo, son las que están mejor adaptadas al cambio climático.

Hay que modificar el sistema agroalimentario. No defiendo vivir como los cabreros de hace cincuenta años. ¡No idealicemos el pasado! Se puede utilizar la tecnología sin despreciar esos conocimientos pastoriles. La innovación es la mezcla. ¿Contra la España vaciada? Que la gente de los pueblos no sean ciudadanos de segunda. Que tengan acceso a servicios y a la tierra; y a Internet, que haya emprendedores. ¡Escuchemos a la gente de los medios rurales a ver qué necesitan! No se puede regular solo desde el despacho, sin haber pisado el campo.

Gracias a su herramienta Dytective, más de 320.000 niños han detectado su dislexia.

Luz Rello, 37 años

A los 10 años descubrieron que era disléxica. Hoy trabaja en su detección precoz

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Yo sacaba muy malas notas y asumía que era menos inteligente, hasta que con 10 años una profesora sospechó que tenía dislexia. Con mucho empeño, saqué los estudios. Me licencié en Lingüística y después me doctoré en Informática. Y me centré en la dislexia. Mi historia parece especial, pero no lo es: afecta a un 10 por ciento de los chavales.

¿Cómo integrar en el sistema educativo a menores con problemas de aprendizaje? Lo primero es la detección. Es difícil, pero la tecnología puede ayudar. Por ejemplo, para la dislexia hay herramientas informáticas como la nuestra en ChangeDyslexia.org. Gracias a ella se han detectado ya más de 320.000 casos.

La mayor limitación hoy por hoy es el tiempo que un docente puede dedicar a cada alumno. Pero ahora tienen muchas herramientas y es impresionante el  nivel de innovación en el ámbito educativo. Se puede poner la ciencia y la tecnología al servicio de los profesores. Pero la educación en valores y la creatividad son cosas que solo te puede enseñar una persona. Ahora y en 2050. Hay cosas que la inteligencia artificial nunca resolverá. ¡Y lo digo yo que soy informática!

Dirige un equipo de investigación en Nanoelectroquímica en Dinamarca.

María Escudero Escribano, 38 años

Especializada en energía limpia. Publica en 'Science'. Tiene tres patentes

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Siempre me ha gustado la ciencia. Estudié Ingeniería Química y me di cuenta de que me apasionaba construir un futuro sostenible. Yo no tenía claro que una chica de Cáceres pudiese llegar donde he llegado, pero mis padres me apoyaron. Es muy importante para las chicas contar con referentes: que vean que las mujeres jóvenes nos dedicamos a la ciencia para resolver los retos de la humanidad.

En España falta inversión. Se forma a científicos excelentes que se tienen que ir y no pueden volver. Necesitamos una apuesta firme por la transición verde. Y es urgente. ¿Optimista? No. Llevamos años diciendo lo mismo, pero no se hace nada.

Tras estudiar y enseñar en Texas y Zúrich, dirige un grupo de investigación en la Universidad de Barcelona.

Xavier Ros-oton, 33 años

Es uno de los matemáticos jóvenes más citados del mundo por sus investigaciones

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Soy uno de los matemáticos jóvenes más citados del mundo. Sin la matemática teórica que se desarrolló en el siglo XX, hoy no tendríamos la mayor parte de la tecnología que usamos a diario: teléfonos, GPS, bombillas leds, Internet… Mi rama son las ecuaciones derivadas parciales. En física e ingeniería se usan en todas partes: hay ecuaciones de calor, de ondas, otras que explican cómo se mueven los mercados financieros… ¡Son omnipresentes!

Cada vez hay más demanda de matemáticos y harán falta cada vez más, para crear y gestionar todo este mundo científico y tecnológico. En investigación, en España, hay gente buenísima que podría estar en cualquier universidad del mundo y está aquí, pero son excepciones. Al sistema universitario le falta mucha internacionalización y necesitamos leyes que apoyen la ciencia. No soy optimista.

Fundador de la ONG Nasco Feeding Minds.

Ousman Umar, 32 años

Llegó en una patera, pero logró graduarse en la universidad y crear su propia ONG

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Mi padre era el chamán en mi tribu, en Ghana. Mi madre murió en el parto y, según la tradición, me tenían que matar. Mi padre me salvó. A los 12 años, me marché de Ghana. Los traficantes nos abandonaron en el desierto del Sáhara: de 46 personas, solo 6 llegamos a Libia. Subí dos veces a la patera. En el primer intento naufragó y murieron más de 100 personas. En el segundo vi morir a otras tantas. Llegué por casualidad a Fuerteventura y, después, a Barcelona. Un día, algo me dijo: «Levántate y habla con esa señora, te va a ayudar». Hoy, Montse y su marido son mis padres adoptivos.

Me he graduado en Marketing y Administración de Empresas y tengo un máster en Cooperación Internacional. En 2012 abrí la primera escuela de informática en Ghana. Así nació la ONG Nasco, hoy con más de 39 escuelas: alimentamos mentes, no estómagos. ¿Un ejemplo? Mi hermano. Quería venderlo todo y seguir mis pasos. Lo convencí para quedarse y hoy es el parlamentario más joven de la historia de Ghana. Tenemos que cambiar el concepto de ayuda humanitaria.  Empoderar y escuchar a la población local. Ellos saben lo que necesitan. Crear prosperidad, no dependencia. ¡La caridad es un insulto!