El Gobierno de Mariano Rajoy ha metido la tijera también a empresas y fundaciones públicas. No han dicho cúantas de esas 4.000 entidades van a sobrevivir, pero lo que sí han adelantado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros es que reducen drásticamente el sueldo a sus directivos. Cobrarán entre un 25 y un 35 por ciento menos.  El principal recorte está en el sueldo base. Se limita a 105.000 euros para las corporaciones más grandes, a 80.000 para las medianas y a 55.000 para las pequeñas. A ese salario hay que añadir un complemento que no se ha especificado, según el puesto, y una retribución variable ligada a objetivos. Los presidentes de empresas como la SEPI, Hunosa o Navantia verán recortados sus sueldos una cuarta parte. También se limita el número de consejeros. De los actuales, 100 se quedan sin trabajo. La vicepresidenta Soraya Sáez de Santamaría no ha cuantificado el ahorro que supondrán estas medidas, pero sí ha especificado que en dietas se pagarán un millón de euros menos.