«Jan es un conquistador nato»
BARCELONA. Detrás de un gran hombre siempre hay varias mujeres. De tintes, clases, portes y cirugías dispares. Laporta no es la excepción. «Es un conquistador nato», dijo el pasado octubre en una entrevista al programa de Antena 3 «¿Donde estás corazón?» Flavia Massoli, la brasileña ex amante de Laporta que pasó de camarera del Hotel Arts de Barcelona a relaciones públicas del club azulgrana.
Separación
Al poco de encaramarse al palco del Camp Nou, en 2003, el matrimonio de Laporta con Constanza Echevarría (hija del ilustre empresario Juan Echevarría, que fue presidente de Nissan Motor Ibérica y de Fecsa), comenzó a marchitarse. Versiones opuestas vienen a explicar la ruptura. Que si él pilló a ella «in fraganti» con un conocido suyo. Que si fue ella que se hartó del carácter inestable de él. Sea como fuere, el Jan en horas bajas con su esposa, «de facto» ya separado, recaló en brazos de Flavia, a la que conoció en Arts. Su relación duró unos cuatro años, contaba la propia Flavia en DEC, y entre lágrimas explicaba cómo aún guardaba el pijama que su Jan usaba cuando se encontraban en el piso que él le buscó para ella, un nido situado enfrente de la vivienda de los padres del presidente. De balcón a balcón, evocaba Flavia, Laporta y ella se cruzaban miradas y SMS cómplices. Él avisaba a su amante de que en pocos minutos, cuando concluyera la visita a su progenitores, los dos serían uno. «Una vez, una prima mía me acompañó a una clínica para hacerme unas pruebas porque quería tener un hijo con él», confesó Flavia a Cantizano y compañía. Pero el «affaire» no fructificó. El año pasado a Laporta le cayó una moción de censura encima y él decidió deshacerse de su puntos débiles. A Flavia la forzaron a coger la baja laboral y luego ya no le dieron trabajo, según denunció ella, que llevó el caso a los tribunales (y perdió). «El Jan ha roto mi corazón, pero no mis ganas de vivir», advertía sin pudor Massoli en su Facebook. Al presidente, tampoco le abandonó el vitalismo.
Pelea de amantes
Después de Flavia, a Laporta le han adjudicado varias relaciones. Una ucraniana, la hija del presidente de Uzbekistán -Guinara Karimova-, o una joven árabe de nombre Shana Kouja. Y entre ellas, la rivalidad ha llegado a las manos. Cuentan que el pasado mayo Flavia y Shana tuvieron un encontronazo en plena Paseo de Gracia de Barcelona. Discutieron, se pegaron y Shana presentó denuncia contra Flavia. La justicia dirimirá sus bolsazos en un juicio que está señalado para el próximo enero.
Una italiana de portada
De todas formas, si hay que hacer caso a la prensa italiana, al «Corriere della Sera», la disputa entre Flavia y Shana se ha quedado sin móvil. El corazón de nuestro Joan Laporta pertenece ahora a Simone Ventura, una modelo y presentadora de la televisión transalpina. Al parecer, Laporta la conoció en el palco del estadio de San Siro de Milán, cuando el último duelo de «Champions» entre el Inter y el Barça.Ventura ha protagonizado portadas de varias revistas. Entre ellas, «Vanity Fair», la feria de las vanidades, el manual de Laporta.
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