«El talento es individual, como la libertad»
«Si en política acabamos con una dictadura de 40 años, ¿por qué en gastronomía teníamos que continuar con los 150 de dominación de las reglas de la cocina francesa?»

La libertad.
Yo participé en la Transición y aunque el franquismo tuvo aspectos positivos, al final la falta de libertad siempre es negativa.
La gastronomía.
Si en política acabamos con una dictadura de 40 años, ¿por qué en gastronomía teníamos que continuar con los 150 ... de dominación de las reglas de la cocina francesa?
El talento
Lo primero fue transitar de la cocina de país a la cocina de autor. Lo colectivo tiraniza. El talento es individual, como la libertad.
Genio.
Ferran Adrià era y es un genio y cuando tienes a un genio todo va más deprisa y sale mejor.
Internet.
Sin Internet habría sido imposible. Francia nos negaba el pan y la sal y habría intentado ocultrale al mundo lo de El Bulli.
Michelin lo intentó.
Michelin es un instrumento de Francia.
Ferran tuvo enemigos.
Santi Santamaria decía que El Bulli era un laboratorio y no una cocina.
El resentimiento del menor.
Santamaría era un Rolls Royce pero Ferran es un Fórmula 1.
Un Rolls.
Sirve para dar un paseo estupendo.
Un Fórmula 1.
No sólo gana la carrera sino que permite que tu utilitario sea mejor.
Éste es el gran legado de El Bulli
En cualquier pueblo de España, gracias a Ferran, los platos de toda la vida se cocinan mejor, con menos grasas, y con mayor respeto a la materia prima.
España.
Es la primera potencia gastronómica del mundo.
Arzak.
Saca al cocinero de la cocina y lo hace simpático. Además fue el segundo tres estrellas de España.
Coque.
Es la experiencia creativa más completa de España. Es una obra de teatro en 6 actos.
¿Y Mugaritz?
Mugaritz es el laboratorio más interesante.
Volvemos al laboratorio.
El Bulli no era un laboratorio porque estaba seis meses investigando y creando, pero durante los otros seis te daba sólo los platos que pensaban que podrían gustar.
Ángel León.
Es el cocinero más científico. El que más caminos está abriendo. Puede que lo que te dé no te guste, pero seguro que acabará sirviendo de algo.
Disfrutar.
Es un restaurante maravilloso: llegas, te sientas y comes muy bien. No he dicho que Coque sea el mejor sino «la experiencia creativa más completa».
Cerrado El Bulli todo es retórico.
Picasso hubo uno y es irrepetible.
Lo creativo no siempre se entiende.
A veces gusta y a veces no. Un gazpacho gusta a casi todo el mundo pero nadie tiene un Fórmula 1.
Las cuatro eses.
La alimentación no es ni puede ser sólo placer. Tiene que ser saludable, solidaria, sostenible, satisfactoria.
¿Saludable, don Rafael? Haberlo dicho antes.
No sólo hay que comer bien para evitar enfermedades como la obesidad o la diabetes. Hay que comer bien para estar bien. Para tener energía, para hacer bien el amor.
Vamos hombre. Sólo falta que me diga que coma poco y de todo.
Julián Marías lo matizó: «Poco y bueno, pero de lo bueno, mucho».
La pandemia.
Toda crisis abre espacios para hacer cosas diferentes. Que los grandes restaurantes hagan «take away» es revolucionario. Y tal como la gente aprendió el nombre de los vinos, ahora sabe qué alimentos son saludables.
Son unos esnobs.
Es verdad. Pero el esnobismo lleva a la cultura. Presumes de saber y acabas sabiendo.
Masterchef, «influencers».
Que hablen del tema aunque sea bien.
La dieta mediterránea
Es la tertulia.
La compañía.
Una botella de champán con Arturo Fernández solos en un yate se nos puede hacer larguísima y una cerveza con Nicole Kidman puede ser la bebida más sensacional del mundo.
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