Suscríbete a
ABC Premium

zamora

Puebla de Sanabria, la belleza de la vegetación

Naturaleza, partimonio arquitectónico, historia, gastronomía, deporte y caminos infinitos se conjuran para emular lo que debió de ser el paraíso

Puebla de Sanabria, la belleza de la vegetación

paco somoza

A veces sueño con recorrer Sanabria con la mirada de un viajero que llega por primera vez a uno de los lugares más bonitos de la Tierra . Pequeños asentamientos entre las montañas se funden con bosques de robles y castaños, creando asombrosas relaciones sobre las que se alzan esbeltas espadañas que señalan los pueblos y los distinguen. Entre estos conjuntos sobresale La Puebla, construida sobre una gran roca de pizarra que emerge entre huertas y praderas donde confluyen los ríos Castro y Tera. En lo más alto, extraordinarios edificios la coronan: la iglesia románica de Santa María de la Azogue con su sorprendente portada occidental del siglo XIII, el castillo de los Condes de Benavente del siglo XV, el ayuntamiento renacentista, la capilla barroca de san Cayetano y la gran torre que, levantada en los últimos años del siglo XIX, es hoy el símbolo de todo el territorio.

El caserío blasonado se adapta con asombrosa naturalidad a las fuertes pendientes asomándose, sobre las murallas, a los portentosos paisajes del entorno. En un círculo de 12 kilómetros rodeado de montañas y surcado por mil caminos maravillosos se encuentra el lago de Sanabria, «espejo de soledades» en palabras de Unamuno ,en el que la naturaleza se refleja para aumentar su perfección. Sobre el lago, el monasterio de San Martín de Castañeda es un extraordinario exponente del románico y un mirador indispensable desde el que se divisa toda la región.

Cerca de Requejo se halla el Tejedelo, el bosque de tejos más antiguo de la Península , en el que árboles milenarios cubren el territorio, deteniendo el tiempo y creando uno de los templos naturales más increíbles y mágicos que podamos imaginar. Contar cómo es Sanabria tiene la dificultad de intentar describir lo indescriptible. Nada mejor que visitarla, con los ojos bien abiertos y con los sentidos prestos a comprobar sus mil facetas, su luminosidad incomparable, la vegetación desbordante y la pureza del aire.

Naturaleza, patrimonio arquitectónico, historia, gastronomía, deporte y caminos infinitos se conjuran para emular lo que debió de ser el Paraíso.

En las estrelladas noches de verano refresca y es recomendable echarse una chaqueta al hombro para recorrer los bares de tapeo.

En la cuesta de La Puebla y en el Arrabal, numerosos establecimientos preparan riquísimas tapas : Casa Paca, El Remate, Mesón de Abelardo, Las Ánimas, el Buenos Aires… Los más aventurados pueden acercarse a cualquier pueblo en busca de más fiesta. El Carmen en Trefacio, Santa Ana en Robleda, San Mamés en Galende, La Alcobilla entre el círculo fantástico de castaños… Y cuando el final del verano anuncia los preciosos colores del otoño sanabrés, Las Victorias, el 8 de Septiembre, las fiestas de La Puebla, en las que los gigantes salen de su museo y descienden por las empinadas calles, acompañando a la Patrona emocional al ritmo de la flauta y el tamboril, transmitiendo a los que nos visitan los sentimientos y los recuerdos de los que hemos tenido la fortuna de nacer en esta maravillosa parte del mundo.

Puebla de Sanabria, la belleza de la vegetación

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación