misterio arqueológico
Una maravilla de la antigüedad: las ciudades subterráneas más grandes del mundo
Las ciudades bajo tierra de Capadocia (Turquía), un prodigio de la ingeniería cuyo origen aún se discute, fueron descritas ya en el siglo IV a. C.
La ruta romana subterránea que pocos turistas conocen en Asturica Augusta
![Un rincón de Ozkonak, ciudad subterránea visitable en Capadocia](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/viajar/2024/03/12/Ciudades-Subterraneas1-RwfWDW26okaYT6Dn1QI1FUP-1200x840@diario_abc.jpg)
Las Ciudades Subterráneas de Capadocia son un destino clave para los viajeros en Turquía. Descubiertas en los años 70 del pasado siglo XX, dadas a conocer por el libro 'La Respuesta de los Dioses' (1977), de Erich Von Daniken, son las más grandes del mundo y están consideradas una de las maravillas de la antigüedad. En pleno siglo XXI son un misterio arqueológico. Nadie sabe a ciencia cierta cuándo y quiénes realizaron este prodigio de ingeniería. Descritas en el siglo IV a.C. por el aventurero e historiador griego Jenofonte, discípulo de Sócrates, en su obra Anabasis, se cree que fueron excavadas como morada y refugio por hititas, y ampliadas más tarde por griegos, persas, romanos y los primeros cristianos.
Como descubrirá el viajero, estas metrópolis soterradas que estuvieron habitadas por miles de personas, atesoran el mismo diseño, pero se diferencian en el número de niveles y galerías, en la profundidad que alcanzan. Todas ellas son como un gigantesco hormiguero para humanos. Un laberinto de kilométros, de estrechos pasillos y túneles, cuyas paredes conservan las marcas de los cinceles que tallaron la maleable roca volcánica, que unen un dédalo de galerías y estancias formado por establos, graneros, viviendas, cocinas, salas de reunión, bodegas, talleres de trabajo e incluso santuarios.
Son espacios vertebrados e interconectados con grandes agujeros verticales que hacían posible la ventilación, que corriera el aire exterior, y separados por titánicas losas de piedra circulares que hacían las veces de puertas en diferentes puntos estratégicos, así como salidas al exterior, para en caso de invasión, aislar zonas y poder escapar.
Se estima que hay doscientas, cien de ellas están localizadas y solo treinta y seis han sido parcialmente excavadas, entre las que destacan Derinkuyu, Kaymakli, Ozkonak, Tatlarin, Mazi Koyu, Ozluce y Saratli. Todas y cada una de ellas con singulares características. Actualmente, solo estas tres están abiertas al público:
Ozkonak
Situada a 14 km de la localidad de Avanos, en las laderas del monte Idis, fue hallada por el muezzin Latif Acar en los años 70. Tiene diez niveles, de los que se visitan tres, y cuarenta metros de profundidad. En ella vivieron entre 5.000 y 10.000 personas. Todas las galerías y estancias están comunicadas por tuberías. En su interior destacan, además de las viviendas, pozos de agua y bodegas, las grandes piedras circulares que hacían de puertas en los pasillos, talladas en una roca diferente, de 500 kilos de peso.
Kaymakli
Situada a 25 km de la localidad de Goreme, a 19 km de Nevsheir y 9 km de Derinkuyu, en la Carretera D765, fue descubierta en los años 60 del pasado siglo. Tiene diez niveles, de los que se visitan cuatro, y cincuenta metros de profundidad. Albergó una población de 5.000 personas. En ella destacan las numerosas tinajas de barro en las bodegas, un gran bloque de andesita que fue taller metalúrgico, donde se trabajó el cobre, y la iglesia rupestre, que conserva una pila bautismal.
Derinkuyu
Ubicada 30 km de Nevşehir, y a 9 Km de Kaymakli, es la más grande, ocupando cuatro kilómetros cuadrados. Llamada en la antigüedad Elegub, tiene dieciocho niveles, de los que se pueden visitar ocho, y 85 metros de profundidad. En ella vivieron 10.000 personas. Posee 52 agujeros verticales para que circule el aire en su interior. La altura y anchura de pasillos y estancias varía. Paradójicamente las más altas y amplias están en lo más profundo. Destacan las titánicas piedras circulares que hacen las veces de puerta, de medio tonelada de peso, y en el último nivel, no visitable, un santuario, con planta en forma de cruz.
Pistas
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La entrada a cada ciudad subterránea cuesta entre 200 y 300 liras turcas (10 euros equivalen a 329 liras). La tarjeta Museum Pass Cappadocia cuesta 1.500 liras y da acceso a 10 museos y lugares arqueológicos durante tres días. O la tarjeta Museum Pass Turkey, que por 3.500 liras da acceso a 300 museos y lugares arqueológicos durante quince días. Más información: https://muze.gov.tr/MuseumPass
Cuando viaje a Capadocia hay que visitar las ermitas rupestres de los primeros cristianos en Goreme, realizar senderismo entre los afilados valles volcánicos o montar en globo aerostático para contemplar uno de los amaneceres más bellos del planeta sobrevolando las 'chimeneas de hadas', el paisaje creado hace millones de años por los volcanes Erciyes y Hasan. Todo eso debe estar en la agenda, pero además no dude en adentrarse en las fascinantes y misteriosas ciudades subterráneas que fueron habitadas por grandes culturas desde el más remoto pasado. Una experiencia mágica que a nadie deja indiferente.
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