Navidad en Londres: todo lo que hay que saber para disfrutar de unos días brillantes
Mercadillos de artesanía, muchas luces y varios mundos de fantasía llenan de magia la capital del Reino Unido en Navidad
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Luces de Navidad en Regent Street, Londres
Las grandes ciudades europeas se disfrazan de luces y magia en diciembre para recibir la época navideña. Entre ellas, Londres resalta por su singular aura de otoño errante dando paso a un invierno decorado de una Navidad única que cubre hasta el rincón más ... inesperado. Exuberantes adornos, árboles festivos con bonitas historias detrás y sorprendentes luces iluminan de alegría esta metrópoli ya de por sí estimulante y llena de vida que, vestida de fiesta, luce más altiva y bella si cabe. ¿Existe mejor momento para acercarse a la capital del Reino Unido?
No hay nada como emprender un recorrido navideño desde su monumento más emblemático, las Casas del Parlamento, que exhiben la grandeza de su pasado junto al imponente Big Ben. Cruzando el río Támesis por el puente de Westminster, un paseo de árboles repletos de LED guía hacia la gigantesca noria The London Eye. Con 135 metros de altura, es uno de los puntos privilegiados desde donde contemplar los fuegos artificiales que encienden el cielo londinense en Nochevieja. En la zona se despliega estas semanas el mercado de invierno Southbank Centre, con infinidad de puestos de comida y música en directo. Otra buena opción para disfrutar de los fuegos artificiales de fin de año es embarcarse en un crucero fluvial y brindar con una copa de champán contemplando los dos márgenes de la ciudad.
Para sumergirse en este mágico ambiente de luz habrá que recorrer las calles y barrios más populares: Regent Street (la primera en ser iluminada en el año 1954), Oxford Street, Leicester Square, Covent Garden o los barrios chic de Kingston y Marylebone, donde encontrar atractivas tiendas de autor. En pleno Soho, Carnaby Street es decorada con una temática diferente cada año. Las exclusivas boutiques de Old Bond Street no escatiman en ornamentos, y detenerse ante los escaparates de Cartier o Tiffanys siempre es toda una sorpresa.
Navidad en Bond Street
Un árbol que viene de Oslo
Trafalgar Square es uno de los puntos más visitados en este periodo. Así lo atestigua su enorme árbol de Navidad bajo el que varios coros cantan villancicos. Se trata de un regalo que cada año le hace la ciudad noruega de Oslo a Reino Unido desde 1947 para agradecer su apoyo durante la II Guerra Mundial. Otro abeto original es el del hotel Claridge, diseñado por la casa de moda Louis Vuitton, o el levantado con más de 3.800 libros en la estación de St Pancras y cuya parte inferior está compuesta por ocho acogedores cubículos en los que sentarse a leer.
En las calles Chancery Lane, Fleet Street o Ludgate Hill del distrito Fleet Street Quarter posan doce esculturas de muñecos de nieve decoradas con distintos motivos artísticos. Un homenaje al clásico atemporal 'The Snowman', publicado en 1978 y convertido en película de animación en 1982.
Pistas
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Heathrow. El aeropuerto más cómodo, especialmente desde que se inauguró la línea Elizabeth que lo conecta con el centro.
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Selfridges. Antiguos almacenes para adquirir regalos de todo tipo.
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Christmas Actually. Un divertido espectáculo navideño en el Royal Festival Hall.
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Hamleys. Fundada en 1760, es la juguetería más famosa de Londres.
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Humbug. Villancicos y una aventura teatral inmersiva con Papá Noel mientras tomas un cóctel en este bar de Waterloo.
La esencia de la Navidad se reúne en los mercadillos repartidos por la ciudad. En ellos podremos comprar singulares regalos de artesanía, degustar especialidades típicas como el contundente 'mince pie,' el pastel británico por excelencia, y beber vino caliente especiado y acompañado de naranja, conocido como 'mulled wine'. El mercado más céntrico es el de Leicester Square, que cuenta con más de una veintena de casetas en las que hacerse con regalos únicos. El Puente de la Torre es el telón de fondo del mercado Winter by the River, que combina puestos dedicados a productos artesanales con dulces y gastronomía internacional.
El epicentro de la Navidad londinense se encuentra en Hyde Park, el principal pulmón de la ciudad, donde se recrea todo un pueblo alpino con casitas de madera junto a una pista de patinaje, un circo, un bar helado, esculturas y toboganes de hielo y una gran noria desmontable. Todo ello esboza el verdadero mundo de la Navidad: Winter Wonderland. Otro mundo de invierno creado para la ocasión es Kingdom of Winter, un espacio cerrado con un sendero sobre hielo que se adentra en gran cantidad de atracciones. Tampoco podemos perdernos las luces, velas y linternas que transforman los impresionantes Jardines de Kew y sus invernaderos en un verdadero cuento titulado Christmas at Kew.
Alojado en la Old Bauble Factory de Waterloo, un reino encantado atrapa a los más pequeños en Wishmas, una fantástica aventura navideña donde los deseos se hacen tangibles y, en sus diferentes salas, es posible seguirlos para que no se olviden jamás. Una experiencia diferente que finaliza junto a Papá Noel.
Programación cultural
La programación cultural llena la agenda navideña local. Adaptaciones de obras de Dickens y otros cuentos e incluso versiones de películas navideñas con los tintes más cómicos ocupan las salas de teatro con funciones entre las que merece la pena destacar Peter Pan Goes Wrong, A Christmas Carol o The Witches. En diciembre también se dan cita en la ciudad los mejores conciertos, como El Mesías de Händel que se representa en varias localizaciones, entre ellas la Abadía de Westminster, donde el músico está enterrado. Por supuesto, tampoco puede faltar el mítico ballet El Cascanueces, de Tchaikovsky, que, como todos los años, sale a escena en la Royal Opera House.
Mercado de Navidad en Covent Garden
De compras
Los comercios de toda la vida son siempre una buena propuesta para hacerse con regalos navideños. Los lujosos almacenes Harrods, cuyos orígenes se remontan a 1834, abren su sección de Navidad en verano. El centro comercial de madera Liberty London también merece una parada, especialmente para ver su curioso árbol de Navidad ocupando unas cuatro plantas del edificio. La decoración de Fortnum & Mason, montada en una noche, convierte sus escaparates en bosques encantados. Este almacén con solera fundado en 1707, es un buen lugar para hacerse con té y otros regalos gourmet muy ingleses con los que triunfar seguro.
Pistas
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The Garden Café. La coqueta cafetería del Garden Museum.
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Maresco. Los sabores de Escocia, España y el mar se dan cita en este restaurante situado en Berwick Street.
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Electric Cinema. Películas independientes en este cine de estilo eduardiano.
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Primrose Hill. Parque donde ver los mejores atardeceres de Londres.
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Primrose Hill. Parque donde ver los mejores atardeceres de Londres.
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Fin de año. Ver los fuegos artificiales en un crucero por el Támesis o desde el London Eye.
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The Emory. Un nuevo hotel con inigualables vistas a Hyde Park.
Cubierto por una estructura de hierro y cristal, el mercado victoriano de Spitalfields es el más antiguo de Londres. Funcionaba como uno de los principales proveedores de frutas y verduras desde el siglo XVIII hasta los años 90, y actualmente es el punto donde adquirir productos, antiguos o modernos, de moda y artesanía. El mercado cubierto de Leadenhall, Candem o Portobello también están cargados de esencia comercial.
Además, en Londres, varios espacios han dejado atrás su pasado industrial para reinventarse como estupendas zonas comerciales. Es el caso de Coal Drops Yard, un antiguo almacén de carbón situado a cinco minutos de la estación de King's Cross y abierto a finales de 2019 como centro comercial al aire libre con tiendas tan completas como Wolf & Badger. Otro espacio industrial reconvertido es Battersea Power Station, una antigua estación eléctrica abierta hace tan solo unos meses como destino de compras y ocio a orillas del Támesis. Ante él se han colocado varias atracciones vintage y una increíble pista de patinaje sobre hielo. Hay muchas más pistas de patinaje en la ciudad, aparte de las ya mencionadas. En la Torre de Londres, frente al Museo de Historia Natural o en el patio central de Somerset House, un romántico edificio construido en 1776 entre la avenida Strand y el Támesis, también podremos hacer piruetas y dibujar nuestros deseos navideños sobre el hielo.