Dónde comer y dónde dormir para disfrutar de una escapada al Alentejo

Uno de los mejores lugares para comprobarlo es la región de Alentejo, lindante con la provincia de Badajoz y que ha sido considerada siempre como la de mejor cocina tradicional del país vecino. Allí algunos chefs locales, tras un recorrido por grandes restaurantes de Portugal y de otros países, España incluida, regresan a sus pueblos de origen para abrir restaurantes en los que la tradición y la relación directa con los productores locales son los elementos fundamentales de su trabajo.

Siguiendo esta línea, la preciosa localidad de Estremoz, que bien merece una visita, se ha convertido en la capital gastronómica de la región. Allí está desde hace algunos años la cocinera Michele Marques, pionera en esta revisión de la cocina popular alentejana en su Mercearia Gadanha, un restaurante que recupera la vieja tradición de tiendas de pueblo donde se vendía de todo (denominadas allí 'mercearias'). Para acceder al comedor hay que pasar por esa tienda donde se venden los mejores productos gourmet portugueses. Una carta muy variada en la que se entrelazan tradición y modernidad: pasteles de cazón, croquetas de cordero con mayonesa de ajo asado, chuletas de cordero, carrilleras, pulpo, presa, arroces cremosos… Complementado todo con una muy notable bodega de vinos locales.

En el mismo pueblo Michele y su marido, el también cocinero Rubén Trindade, han abierto un pequeño hotel que cuenta con otro notable restaurante, Casa do Gadanha. Rubén apuesta sobre todo por el producto y los productores de la zona. Las verduras de huertas vecinas y las carnes alentejanas protagonizan su carta. Berenjena glaseada en miel con yogur, los níscalos con papada y huevo, o un tartar de ternera alentejana y ostras son algunos de sus platos.

Seguimos en Estremoz para comer en otro notable restaurante, Larau, donde su cocinero y propietario, Filipe Bilro, que estuvo un par de años en Tenerife con Martín Berasategui, trabaja más ceñido a lo popular. Su empanada de perdiz, la típica sopa de cazón con huevo y cilantro, el arroz de embutidos o el cordero adobado en especias son platos que no hay que dejar de probar.

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Laura Pintos

La única estrella del Alentejo la tiene Carlos Texeira en Herdade do Esporao, en Reguengos de Monsaraz. Es el restaurante de la espectacular bodega del mismo nombre, situada en una enorme finca en la que además de sus excelentes vinos, bien conocidos en España, elaboran notables aceites con variedades locales. La bodega, la almazara y toda la finca están abiertas al público para visitas. En el restaurante, con una preciosa terraza, encontramos una cocina muy técnica y refinada que tiene a los caldos y a los fondos como protagonistas. Platos muy notables como la coliflor cocinada e leche de oveja, el lucio-perca en caldo de sus espinas, o el cordero a la plancha con ensalada de su hígado y naranja. Todo sostenible con una gran huerta de la que se abastece y una carta de vinos en la que están todos lo que elabora en grupo Esporao en distintas zonas de Portugal.

Una última parada en Monsaraz para comer y dormir en Sao Lourenço do Barrocal, probablemente el mejor hotel del Alentejo. Está enclavado en una finca agrícola de más de 800 hectáreas y 200 años de antigüedad, que se dedica a la agricultura ecológica y produce vino, miel y fruta. Los graneros, los edificios anexos e incluso la almazara han sido perfectamente reformados para albergar las diferentes habitaciones del hotel. Habitaciones muy modernas y con todas las comodidades que se mezclan con antigüedades y distintos objetos que recuerdan la historia del lugar y de sus propietarios. Cuenta con un restaurante que lleva el mismo nombre, centrado en el recetario local y que se abastece en buena parte con productos de la propia finca. En la carta, platos como la papada de dorada, el arroz de carpa o la presa de ibérico con la tradicional 'açorda' alentejana. Atención también a su magnífico y variado desayuno, toda una tentación.