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El Titanic o la II Guerra Mundial: un pueblo de Burgos recrea los símbolos del siglo XX

El Museo de Radiocomunicación Bocanegra, en Belorado, y el Centro Turístico Batalla de Atapuerca son dos de los centros expositivos más originales y cuidados que pueden verse en España

Trinchera de la I Guerra Mundial en el Museo Bocanegra F. C.

Fran Contreras

En Belorado y Atapuerca hay dos museos únicos, singulares y fascinantes en los que, quien los visite, podrá viajar en el tiempo. Dos templos dedicados a la historia y el conocimiento que guardan y esconden numerosos secretos: el Museo de Radiocomunicación Bocanegra y el Centro Turístico Batalla de Atapuerca.

Entrada al Museo de Radiocomunicación Bocanegra, en Belorado, con una reproducción de la Friedrichstrasse y el Checkpoint Charlie de Berlín F. C.

Museo de Radiocomunicación Bocanegra

La calle Friedrichstrasse -vigilada por un carro de combate M-60 Patton-, y el Checkpoint Charlie -el puesto fronterizo más famoso del Muro de Berlín- es la entrada al Museo de Radiocomunicación Bocanegra, en Belorado. Ubicado en el antiguo Silo de Cereal de la localidad, atesora más de un millar de objetos vinculados a la radio y comunicación -todos donados por el empresario burgalés Inocencio Bocanegra-, distribuidos en cinco 'livings history' (recreaciones fidedignas de escenarios históricos) que son para el viajero una experiencia inmersiva y experiencial, un viaje en el tiempo.

Tras acceder por el Checkpoint Charlie de Berlín -donde murió Peter Fechter, el primer berlinés que intentó escapar-, el visitante se convertirá en uno de los pasajeros del legendario trasatlántico Titanic. Recorrerá sus pasillos y camarotes para llegar a la sala de comunicaciones, en la que podrá escuchar la señal de socorro que envió el barco tras el choque con el iceberg y contemplar un telégrafo de 1836 y un manipulador de 1860. Más tarde, la ventana temporal del museo conduce al interior de un avión, donde se muestran equipos de comunicación de diferentes aeronaves, entre ellos el del Enola Gay, el bombardero B-29 del Ejército del Aire estadounidense que lanzó la primera bomba atómica.

Reproducción de la sala de comunicaciones del Titanic F.C.

Cual paracaidista, el visitante saltará del avión en el espacio y tiempo para tocar tierra, la arena de una playa que fue escenario de la mayor invasión por mar de la historia: el Desembarco de Normandía. La II Guerra Mundial cobra protagonismo en las siguientes salas donde conoceremos un Puesto Avanzado de Escucha, que sirvió para la llegada de los tres millones de soldados que cruzaron el Canal de la Mancha, o motos y sidecars -como la Zündapp- utilizadas por los Pancer, Unidad de Intervención Ligera del Ejército de Tierra alemán en África en 1941.

La Guerra Fría ocupa un lugar destacado en la celda del cereal del antiguo silo. En ella se halla la sala de comunicación de la Isla de Oahu -desde donde se avisó del ataque a Pearl Harbor en 1941-, un despacho de la CIA y el FBI -con los receptores que utilizaban las agencias de inteligencia, entre ellos el que usaba el presidente Truman en la Casa Blanca- y una Sala de Espionaje de la antigua Unión Soviética.

Seguidamente, el visitante se trasladará fuera de nuestro planeta, a la época de la carrera espacial. En esa sala se exponen, entre otros objetos, el receptor/emisor utilizado en las misiones del Programa Apolo o el traje de Yuri Gagarin, cosmonauta soviético, primer hombre en viajar al espacio exterior en 1961.

El viaje en el tiempo por el Museo Bocanegra de Belorado -una localidad de menos de 2.000 habitantes- termina recorriendo un lugar que no deja indiferente a nadie. Una ciudad subterránea. Se recrean las calles, barracones, almacenes, cocinas, hospitales y salas tácticas de una trinchera de la I Guerra Mundial, una de las existentes en Bélgica en 1916, la más grande de Europa.

Oficina Turismo Belorado: www.belorado.org

Entrada al Museo de la Batalla de Atapuerca, un lugar para descubrir los secretos de una batalla fundamental en la historia de España entre Fernando I, rey de León y Conde de Castilla, y su hermano Sancho III, rey de Pamplona-Nájera F. C.

Batalla de Atapuerca

Ubicado en el pueblo, y la serranía, de Atapuerca -popularmente conocida por los yacimientos paleontológicos más importante del mundo- se encuentra el Centro Turístico-Cultural dedicado a la Batalla de Atapuerca. Dan la bienvenida al centro dos gigantes, las figuras de dos reyes, Fernando I y Sancho III. Un museo, construido de forma sostenible, con recursos propios y participación ciudadana, en el que a través de cinco espacios -con paneles indicativos y lúdicos, reproducciones de vestimentas, escudos y armas, así como documentales- el visitante podrá viajar en el tiempo para descubrir los secretos de un pasaje que marcó la historia de España: la batalla entre Fernando I, rey de León y Conde de Castilla, y su hermano Sancho III, rey de Pamplona-Nájera. La popular y conocida Batalla de Atapuerca, que tuvo lugar en el siglo XI, en la que perdió la vida el monarca pamplonés y se proclamó a su sucesor, Sancho de Peñalén, con quince años, y que se recrea cada mes de agosto. Más de cinco mil personas participan en esta fiesta declarada de Interés Turístico de Castilla y León.

Centro Iniciativas Turísticas Atapuerca: www.citatapuerca.wixsite.com

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