Sábanas Santas en España: un viaje en busca de las telas sagradas
Creadas entre los siglos XVI y XVIII por un gremio de pintores del Vaticano, fueron y siguen siendo veneradas y tomadas como prodigiosas
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Nuestro país cuenta con el privilegio de custodiar las grandes reliquias vinculadas a Jesús de Nazaret que cobran un protagonismo especial cuando llega la Semana Santa, como el Santo Cáliz de la Última Cena en Valencia, el Lignum Crucis -el ... mayor fragmento de la cruz- en Liébana o el conocido como Santo Sudario de Oviedo, la tela con la que se cubrió el rostro del nazareno tras su muerte. Pero, además, desconocido por muchos, también cuenta con otro privilegio: el de atesorar el mayor número de copias de la Sábana Santa. Treinta de las 175 que se conservan en el mundo, llamadas 'copias por contacto' o 'copias milagrosas' y fechadas entre los siglos XVI y XVIII.
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Objetos de culto y veneración, conocemos su existencia gracias a Doménico Leone, delegado de Cultores Sanctae Sindonis, quien en los años sesenta del pasado siglo XX, a petición de Roma, recorrió nuestra geografía realizando un inventario de reliquias vinculadas a la Síndone de Turín que publicó bajo el título 'El Santo Sudario en España' en la Biblioteca Sindoniana. Hoy sabemos que fueron realizadas por un gremio de pintores del Vaticano que llegó a ser llamado 'pictores veronicarum', cuyo trabajo comenzó con el papa Bonifacio VIII, que se prolongó durante tres siglos, hasta que fue prohibido por el papa Urbano VIII, y en el que también participaron ilustres artistas como Alberto Durero o Girolamo della Ravere.
Además, fueron creadas con una singular técnica y un mágico y sagrado ritual: las telas se ponían en contacto con la Sábana Santa de Turín durante varios minutos bajo la firme creencia y convencimiento de que con ello adquirían las propiedades milagrosas y celestiales de la original, para después sobre los linos, siempre de cinco metros de largo y un metro de ancho, dibujar con todo detalle la imagen frontal y dorsal del crucificado, su cuerpo y heridas. No en vano, en el lateral de las mismas se puede leer la fecha en la que se crearon y la leyenda: 'copia obtenida milagrosamente' o 'copia perfecta igual que la original'.
Tras los lienzos de la fe
La multiplicación de las 'copias milagrosas' está ligada a la veneración y difusión que hizo la Casa Saboya, quien fue propietaria y custodia de la Sabana Santa de Turín. Sabedora del culto obsesivo por las reliquias que profesaban las casas reales, gobernantes, nobles y personajes ilustres, encargó copias del lienzo sagrado que sirvieron como regalos en relaciones matrimoniales de la realeza y la nobleza, así como en relaciones comerciales y sociales, con los que se perpetuaron vínculos en la vida cortesana.
Todas y cada una de las 'copias milagrosas' de la Sábana Santa tienen un valor sin igual, no solamente religioso, si no también como objetos históricos y artísticos. Cada una de ellas es única y diferente, albergando su particular historia, singularidades pictóricas y todas rodeadas por numerosas leyendas; son voladoras, inmunes a las llamas del fuego y tienen propiedades curativas, según la tradición popular.
Guardadas en viejos arcones y relicarios de ermitas, conventos, monasterios, iglesias y catedrales durante todo el año, ahora, en tiempo de Cuaresma y durante la Semana Santa, muchas de ellas son expuestas a los fieles, convirtiéndose en el destino perfecto para viajeros curiosos. Y eso es lo que le proponemos, que viaje en busca de estos lienzos de la fe. Estas son algunas de las más importantes y singulares:
1
Asturias, el Santo Sudario de Oviedo, el complemento de la Sabana Santa
No es una 'copia milagrosa', sino una tela vinculada directamente a Jesús de Nazaret. Es el sudario que tapó el rostro del nazareno, siguiendo la tradición hebrea, para ser bajado de la cruz y llevado al sepulcro. Un paño, de un metro de ancho por un metro de largo, en el que no se ve ningún rostro sino numerosas manchas, analizadas científicamente durante los últimos treinta años, que coinciden con todas las de la Sábana Santa de Turín, por lo que se ha determinado que estuvieron en contacto.
Referenciado desde el siglo IX en la catedral ovetense, es custodiado durante todo el año en la Cámara Santa, saliendo excepcionalmente de su relicario para ser expuesto a los fieles, con su propia liturgia, el Viernes Santo en el templo catedralicio.
2
Madrid, la copia de Torres de la Alameda
En el Valle de Henares, a 50 kilómetros de la capital, en la localidad de Torres de la Alameda, en la iglesia de la Asunción se encuentra la 'copia milagrosa' madrileña. La tradición afirma, según unos, que fue regalada por la Casa Saboya a la familia real española; según otros, donada por un religioso del Convento de los Descalzos de Cuenca. Fechada en 1620 como aparece grabada, en la tela se puede leer: 'Este es el verdadero retrato del Santísimo Sudario, sacado del original en Turín'. Una tela protagonista de numerosos prodigios, que narran que escapó del fuego y que sobrevivió de ser destruida en un basurero.
2
La Rioja, las copias de Logroño, Laguna de Cameros y Navarrete
Tres son las 'copias milagrosas' en tierras riojanas. Una se conserva en el interior de un arcón relicario en Logroño, en la Concatedral de la Redonda. Las otras las encontraremos en las iglesias de las poblaciones de Laguna de Cameros y Navarrete. La primera fue donada en 1790 por los hermanos y sacerdotes Juan Antonio y José Eugenio Irusta. Creada entre 1630 y 1640, en la caja que la custodia se puede leer: 'Retrato verdadero de la Sábana Santa en que fue envuelto el cuerpo santísimo de nuestro redentor Jesucristo, copiado del original que existe y se venera en Turín'.
La segunda, en el templo de la villa que es eje del Camino de Santiago, fue redescubierta hace 15 años, en 2010, por el sacerdote José Félix Osés y el feligrés David Castroviejo, escondida en un cajón. Es la más antigua de las riojanas. Fechada en 1568, en el lateral tiene grabada la leyenda: 'A la requesta deil signor Diego González questa pictura e stata facta al piu presso del precioso relicario que nella sacta capella nel castello di Chamberí'.
3
Andalucía, las copias de Jerez de La Frontera, Sanlúcar de Barrameda y Noalejo
En tierras andaluzas destacan tres 'copias milagrosas'. Dos están en Cádiz. Una en la Basílica de la Caridad de Sanlúcar de Barrameda, fechada en 1613, donada por Alonso Pérez de Guzmán, VII duque de Medina Sidonia y XII Señor de Sanlúcar, patrono del santuario que llegó de la mano del conde Duque de Olivares, que tiene la singularidad de no tener las quemaduras que sufrió la original, por lo que fue realizada antes de 1532.
La otra se encuentra en la iglesia del Convento de la Mercede de Jerez de la Frontera, de 1572, a la que se le cosió un trocito de lino que se extrajo de la original Sábana Santa, como cuenta la tradición y leyenda, y que se quedó en la ciudad en 1685 cuando iba ser llevada América.
Otra está en Jaén, la que se guarda y expone en la localidad de Noalejo, en la iglesia de la Asunción, donada por doña Mencía de Salcedo, dama de la corte de Isabel de Portugal, esposa de Carlos V, quien la recibió como premio a la lealtad a la reina, redescubierta en los años noventa del pasado siglo XX por el sacerdote Andrés Sansebastián. Fechada en 1527, como aparece grabado en lateral, fue realizada cinco años antes del incendió que quemó la Síndone, ya que no tiene las quemaduras.
4
Extremadura, en el Monasterio de Guadalupe y la Catedral de Plasencia
En tierras extremeñas se conservan y exponen dos 'copias milagrosas'. Una en el cacereño Monasterio de Guadalupe, que llegó de la mano de Carlos Margarita, guardamayor de la infanta doña María, hija de Carlos I, y en la que hay representados unos ángeles que parecen sostienen la tela piadosamente. Y otra, en la Catedral de Plasencia, fechada en 1612, y que tiene grabado en su lateral la leyenda: 'Extractum ex originales taurin / Girolamo della Ravere'.
A las reliquias extremeñas habría que sumar otra singular, la conocida como 'Mantelito de Coria', la tela de lino que fue utilizada según la tradición como mantel en la Ultima Cena, que se guarda y muestra en la catedral de Santa María, referenciada desde el siglo XV cuando el Papa Luna le otorgó una bula reconociendo su autenticidad.
5
Aragón, la tela sagrada de Campillo y la Orden de San Juan de Jerusalén
Muy cerca del Monasterio de Piedra, en la localidad de Campillo de Aragón, en la iglesia de San Juan Bautista, en la capilla de la Sábana Santa, se conserva la 'copia milagrosa' aragonesa. Fue regalada por la Casa de Saboya a Francisco Lucas, obispo de Malta, prior de la Orden de San Juan de Jerusalén, quien la trajo a la ciudad en 1650 en una arqueta de roble, tapizada con telas de raso y enrollada en dos varas de ébano.
La tela muestra las quemaduras que sufrió la Sábana Santa en la francesa iglesia de Chamberí en el siglo XVI. Es costumbre entre los vecinos pasar por la misma, en un ritual de paso, a los niños recién nacidos buscando protección.
6
Castilla y León, el burgalés Monasterio de Silos y vallisoletano Convento Porta Coeli
En tierras castellanoleonesas destacan dos 'copias milagrosas'. La del burgalés monasterio de Silos, donada por doña María de Mendoza, y fechada en 1640. La tradición cuenta que la tela ni se resquebraja, ni se dobla, ni se arruga, a pesar de ser el lino tan fino como la seda, y a la misma le falta un trocito que cortó la reina doña Margarita de Austria y del que según la leyenda brotó sangre.
La segunda esta en la ciudad de Valladolid, en la iglesia del convento Porta Coeli. Fue donada por doña María de Toledo, duquesa de Alba, en el siglo XVII, regalada por el gran duque de Saboya al duque Fadrique. La reliquia era protagonista de la llamada Fiesta del Sudario, que comenzaba el Domingo de Resurrección y prolongaba la Semana Santa vallisoletana durante tres días más en la que los fieles acudían a venerar la síndone pucelana, costumbre que todavía hoy se mantiene.
7
Castilla y La Mancha, la de Garcimuñoz en Cuenca y ciudad de Toledo
En tierras castellano manchegas destacan las copias existentes en la localidad conquense de Castillo de Garcimuñoz y en el Convento de las Madres Comendadoras de Toledo. La primera se encuentra en la iglesia del hospital del Castillo, traslada al Museo Diocesano de la Catedral de Cuenca, donada por Alonso González de Villamayor en 1642, custodiada por su hermano, el sacerdote Andrés de Villamayor en la iglesia del hospital de Castillo de Garcimuñoz, fechada en 1640, en un lateral se puede leer: «Extractum ex originali taurini».
La segunda se encuentra en el Convento de las Comendadoras de Santiago en la ciudad de Toledo y fue donada por doña Magdalena de Guzmán, regalada a su vez por el duque de Saboya. Fechada en 1587, a diferencia del resto, no esta realizada en lino, sino en seda blanca plateada.
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