ESCAPADA
Ruta entre dos provincias donde los dinosaurios campan a sus anchas
En busca de huellas de dinosaurios por los abundantes yacimientos que pueden verse en las Tierras Altas de Soria y el sur de La Rioja
El pueblo que más se parece a como era España en la Edad Media
![Yacimiento de Fuente Lacorte, en Bretún, Soria](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/viajar/2024/11/25/Dinosaurios3-RS1LfyJbdcy4WWu9pna38dL-1200x840@diario_abc.jpg)
Este es un viaje en el tiempo que nos lleva 140 millones de años atrás. La buena noticia es que no hace falta tanto tiempo para hacerlo, puede bastar un fin de semana. Y también es un viaje en el espacio: el que comprende las ... sierras desarboladas y desérticas (en términos de población) del noroeste de Soria y su prolongación hacia el sur de La Rioja.
Unos horizontes ahora austeros, a desmano para casi todo, que sufrieron como pocos el hachazo de la despoblación a mediados del siglo pasado hasta quedar prácticamente vacíos. Si en algún sitio los aires de esa 'España vaciada' se quedan pegados a las mejillas cuando bajas del coche es recorriendo los caminos y rincones de las Tierras Altas de Soria.
Pero el viaje nos lleva mucho mucho más atrás. Exactamente -millón de años más o millón de años menos- al Cretácico, momento en el que esos mismos horizontes conformaban un paisaje de charcas, ríos, lagos y mares interiores de aguas someras y tropicales sobre los que hacían su vida los seres vivos más gigantescos que han habitado la Tierra: los dinosaurios, un variopinto conjunto de animales, algunos tan pequeños como un perrillo y otros tan enormes que podían alcanzar los 50 metros de longitud y hasta 20 toneladas de peso.
Y aunque cuesta imaginar a esa tropa triscando helechos gigantes, persiguiendo libélulas del tamaño de una bici o retándose en duelo unos a otros, lo cierto es que formaron parte del paisaje habitual de estos mismos horizontes durante unos 30 o 40 millones de años. Tiempo más que suficiente para que muchos de sus correteos fueran quedando impresos en el barro de aquellos suelos. Después fueron las propias huellas las que emprendieron su particular viaje en el tiempo, sepultadas por capas y capas de sedimentos, mutando la blandura del barro por la dureza de la roca y volviendo a emerger al ritmo marcado por la tectónica terrestre. Esas huellas -que sirven a los expertos para saber cuánto pesaban, cómo vivían, comían, descansaban o morían- se llaman icnitas. Y toda esta zona del norte soriano y sur de La Rioja y Burgos atesora una gran cantidad de esos yacimientos.
Rutas en Soria
Tantos que, en el lado soriano, este viaje hacia este Cretácico está debidamente señalizado sobre el terreno y perfectamente documentado en internet (www.rutadelasicnitas.com). Dada la extensión y número de yacimientos, encontramos hasta cuatro itinerarios diferentes por la provincia de Soria.
La Ruta Oeste, que ejerce como tronco principal del que se desgajan los otros itinerarios, incluye algunos de los yacimientos más conocidos, como los de La Matecasa, El Frontal, Fuente Lacorte, Los Tormos, Santa Cruz de Yanguas y Salgar de Sillas, con huellas de terópodos carnívoros como el allosaurus, triceratops, stegosaurus y reptiles voladores. La del Este acerca hasta los de Valles de Valdelalosa, San Roque, Las Adoberas, con huellas de terópodos (dinosaurios carnívoros) y ornitópodos (dinosaurios herbívoros), y Miraflores. El tercer itinerario se aleja de las Tierras Altas para mostrar que en lugares como El Royo, Dehesa de Gallinero o Almarza también se dieron las mismas condiciones que allí. La última propuesta de ruta lleva a acercarse a pie hasta los yacimientos de Valdegén y Serrantes.
Nosotros, en esta ocasión, proponemos una mezcla propia para conocer algunos de los más interesantes y continuar después hacia tierras riojanas. Es importante dejar tiempo suficiente para intercalar, entre yacimiento y yacimiento, la visita a localidades que, en medio de los duros paisajes de las Tierras Altas sorianas, vivieron siglos de prosperidad ligados al esplendor de La Mesta y que hoy, debido precisamente a haber perdido el tren de la modernidad lucen el encanto de una arquitectura antañona y tradicional que deberían seguir conservando como su mayor tesoro.
![Imagen principal - En la foto superior, anochecer en Yanguas, un pueblo soriano que bien merece la pena conocer. Sobre estas líneas, Oncala, también en Soria, y, a la derecha, las pozas de Arnedillo, en La Rioja.](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/viajar/2024/11/25/yanguas-U50430440540whj-758x470@diario_abc.jpg)
![Imagen secundaria 1 - En la foto superior, anochecer en Yanguas, un pueblo soriano que bien merece la pena conocer. Sobre estas líneas, Oncala, también en Soria, y, a la derecha, las pozas de Arnedillo, en La Rioja.](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/viajar/2024/11/25/Oncala-U82486538255PtC-464x329@diario_abc.jpg)
![Imagen secundaria 2 - En la foto superior, anochecer en Yanguas, un pueblo soriano que bien merece la pena conocer. Sobre estas líneas, Oncala, también en Soria, y, a la derecha, las pozas de Arnedillo, en La Rioja.](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/viajar/2024/11/25/Pozas-Arnedillo-U43611870818MSR-278x329@diario_abc.jpg)
Es el caso de Oncala, nuestra primera parada. Entre su muy bien conservada arquitectura tradicional encontramos dos museos. El primero en la iglesia de San Pedro (tel. 651 12 23 57 / 685 69 83 38), que alberga una inesperada colección de diez monumentales tapices, ocho de los cuales fueron realizados sobre cartones dibujados por Rubens. En la plaza, junto al puente, queda el Museo de Pastores (tel. 685 698 338), repleto de enseres y curiosidades relacionados con la historia de la trashumancia que tan importante fue en el pasado de estas tierras.
Desde Oncala el viaje continúa hacia Santa Cruz de Yanguas. A la izquierda, antes de entrar en el pueblo, un camino acerca hasta el yacimiento de Los Tornos, con huellas de animales prehistóricos de cuatro grupos: terópodos, ornitópodos, pterosaurios y tortugas. Un poco más adelante, Bretún presume de una inusual concentración de yacimientos, tanto en los mismos alrededores del pueblo como entre sus calles.
La siguiente parada la debemos de hacer en el Aula Paleontológica de Villar del Río (tlf. 619 15 60 79). No solo para ponernos al día de las características y singularidades de huellas, animales y procesos formativos, también porque es el mejor lugar desde el que localizar y concertar visitas guiadas a los yacimientos más destacados.
![Réplica de un dinosaurio en Villar del Río](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/viajar/2024/11/25/dinosaurios_20241125154347-U22365654784KBK-760x1200@diario_abc.jpg)
Yanguas: palabras mayores
Casi al lado queda Yanguas. Palabras mayores. Incluido con toda justicia en el club de Pueblos más Bonitos de España, es parada imprescindible en cualquier recorrido por el norte soriano. Aunque hoy no lo parezca demasiado, Yanguas fue uno de los más destacados enclaves de la ganadería merinera soriana y de la industria y el comercio de los paños. Las cientos de miles de cabezas de merinas que tenían aquí su punto de partida y su destino conformaron la más poderosa de las cuatro cuadrillas ganaderas de La Mesta. Un ejército triscador que, además de generar ingentes fortunas a sus propietarios, transformó el paisaje en inacabables pastizales y, andando el tiempo, en las desarboladas lomas que lo que hoy cobijan es un ejército de pueblos deshabitados. En el recorrido por sus calles, cuyo mayor atractivo es pasearlas con calma, hay que atravesar sus puertas del Río y de la Villa, acercarse hasta las murallas de su castillo, su plaza Mayor, su iglesia de San Lorenzo, la de Santa María, contemplar a lo lejos la solitaria torre románica de San Miguel y regresar al punto de partida por la senda fluvial junto al Cidacos.
Aventuras en La Rioja
Un estrecho desfiladero encamina el viaje hacia Enciso, ya en tierras riojanas. Este destacadísimo centro de la industria textil en el pasado concita hoy el entusiasmo de quienes disfrutan como niños persiguiendo dinosaurios en el fantástico Barranco Perdido (barrancoperdido.com), un parque de aventuras con tirolinas y un montón de propuestas lúdicas que abre de marzo a octubre.
A dos kilómetros de Enciso, en la carretera LR-286, encontramos la Senda de los Dinosaurios, una ruta senderista de escasa dificultad y seis kilómetros de recorrido que puede hacerse en unas tres horas. El paseo, de trazado circular, arranca en el yacimiento de Valdecevillo, uno de los más espectaculares de La Rioja, especialmente por la calidad de sus huellas. Discurre, señalizado, por el medio de un paisaje sin sombras mientras enlaza los yacimientos de La Senoba y Virgen del Campo.
Y como remate a tanto perseguir huellas de seres que, a pesar de todo lo visto en el viaje -incluidas la multitud de reproducciones a tamaño natural en fibra de vidrio que animan el paisaje de la ruta-, siguen resultando increíbles, nada mejor que sumergirse por un rato en las acogedoras aguas de las piscinas termales de Arnedillo, ricas en iones de magnesio, radiactivas e hipertermales. Tan hipertermales que no queman pero casi: brotan a 52,5 grados, ideales para un reconfortante rato en remojo, aunque sin pasarse si no se quiere acabar como un garbanzo en un cocido. Las piscinas naturales son un espacio al aire libre, sin más, situadas junto a la orilla del río. Son gratuitas y están abiertas las 24 horas del día. Hay un aparcamiento cercano -que suele estar lleno- y tienes que tener prevista la forma de cambiarte la ropa porque no hay servicios ni lugar para hacerlo. Para mayores lujos y confort queda, en la otra orilla, el balneario de Arnedillo.
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