Semana Santa
Cinco excursiones fáciles, para toda la familia, sin salir de la Comunidad de Madrid
Rutas en el campo, al aire libre, y pueblos con historia para organizar una escapada posible de un día

El llamado «confinamiento perimetral» impedirá salir de la Comunidad de Madrid a miles de personas que, otros años, apuntaban Semana Santa como un oasis en su calendario laboral. Quien quiera disfrutar de estos días libres, ahora o más adelante, encontrará opciones en la capital y ... en la Comunidad. Recogemos aquí cinco de esas excursiones fáciles, para hacer en familia, con mucho aire libre para respirar.
Buitrago del Lozoya
El recinto amurallado de Buitrago del Lozoya, a 84 kilómetros de Madrid por la N-I, es el mejor conservado de la Comunidad, Monumento Nacional desde 1931. Solo la estampa de su castillo sobre el agua compensa la visita. Un día en esta zona puede empezar por la ruta del Frente del Agua, un viaje a la Guerra Civil y a los fortines y nidos de ametralladora que se conservan en esta zona. Empieza en Paredes de Buitrago y el camino sigue las líneas de defensa de los embalses de El Villar y Puentes Viejas que abastecían de agua a Madrid. En Buitrago hay que ver la muralla y el castillo. Y también el museo de Picasso, una pequeña joya con unas 70 obras y objetos que proceden de la amistad del pintor con su barbero, Eugenio Arias.
Y además. A 12 km está La Acebeda, con uno de los mejores bosques de acebos del centro de España.
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Nuevo Baztán
Está a poco más de 40 kilómetros de Madrid, en el poco conocido Este de la Comunidad. Aquí se creó a principios del siglo XVIII un complejo industrial con fábricas donde se elaboraban objetos suntuarios para el mercado europeo (paños, vidrios, sedas...) y un pueblo en el que vivían sus trabajadores. El creador del proyecto fue el navarro Juan de Goyeneche, y de ahí el nombre de Nuevo Baztán. Y el diseñador de los edificios principales, el arquitecto José de Churriguera. Los dos edificios principales son el palacio y la iglesia de San Francisco Javier, con un poco conocido y hermoso retablo hecho con mármol de Cuenca. Para las casas (las mejores están junto a estos dos edificios) se utilizó piedra caliza. Conjunto Histórico Artístico desde 1980.
Y además. La Bodega Cuarto Lote, dentro del pueblo, hace visitas guiadas. A 4 km está Olmeda de las Fuentes, un pueblo blanco (casi andaluz) en el que nació el jesuita Pedro Páez, descubridor de las fuentes del Nilo, y donde vivieron y viven muchos artistas.

Cascadas del Purgatorio
La excursión de las cascadas del Purgatorio, en la cabecera del valle del Lozoya, término municipal de Rascafría, es casi perfecta. Ni demasiado larga ni tampoco floja y corta. En total, doce kilómetros, seis de ida y seis de vuelta. La ruta comienza en el Puente del Perdón, justo frente al monasterio de El Paular. Hay un centro de información donde podrá pedir un mapa, pero basta seguir las indicaciones para llegar al destino. La cascada es la meta, pero el goce nos acompañará durante todo el camino, sobre todo en el último kilómetro y medio, cuando la senda invita a cruzar por segunda vez el arroyo Aguilón. Desde entonces, cuesta arriba hasta la cascada, el agua salta alegre, sin complejos, entre rocas, pinos y robles. En los días de invierno, a menudo acompaña la nieve o la escarcha.
Y además. El Conjunto Monumental de El Real Monasterio de Santa María de El Paular requiere una visita que vaya más allá del primer vistazo al aparcar el coche. Se pueden reservar visitas de miércoles a domingo.
Sierra del Rincón
Esta zona de la sierra norte de Madrid, entre Somosierra y el macizo de Ayllón, abundan las carreteras estrechas, las dehesas y los pueblos con arquitectura tradicional y muy pocos vecinos. Llama la atención el contraste con la superpoblada sierra del Guadarrama con esta mal llamada 'sierra pobre'. Una ruta de uno o varios días debería pasar por Puebla de la Sierra, Prádena del Rincón, Montejo de la Sierra, Horcajuelo de la Sierra y La Hiruela, ya casi en Guadalajara, protegido por un puerto de 1.478 metros que lo aleja aún más de la gran ciudad. El símbolo de la sierra del Rincón es el Hayedo de Montejo, que casi siempre (y más este año) requiere rapidez y agilidad con las reservas disponibles en internet. Más allá de ese símbolo, los pueblos están llenos de espacios para respirar y disfrutar, desde dehesas boyales a sendas verdes, carboneras o molinos harineros. En Horcajuelo hay un museo etnográfico que cuenta la historia de estas tierras y sus ocupantes.
Y además. En Somosierra, cerca de la N-I, está la cascada de los Litueros.
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El Pontón de la Oliva
El Pontón de la Oliva -cerca de Patones y Torrelaguna, a menos de 80 km de Madrid- fue la primera gran presa construida en Madrid (y el primer gran desastre). A mediados del siglo XIX, Madrid crecía y hacía falta ampliar el sistema de abastecimiento. Bravo Murillo, ministro de Obras Públicas, le encargó a los ingenieros Juan Rufo y Juan de Ribera un proyecto para aliviar el problema, que se concretó en una presa de 27 metros de altura y 72 metros de ancho ideada para recoger el agua del río Lozoya antes de su encuentro con el Jarama, en una zona conocida como el Cerro de la Oliva. El lugar tenía una trampa oculta: las filtraciones de agua provocadas por el carácter kárstico de las calizas de la zona. La vida de la presa fue muy corta. Hoy, es el comienzo de una ruta de senderismo sencilla y agradable, de unos siete kilómetros (ida y vuelta). A la derecha discurre el Lozoya, con sus aguas limpias y frescas, y en la pared de enfrente se halla la zona de escalada sobre roca caliza más conocida y concurrida de esta zona.
Y además. A 7 km está Patones de Arriba, uno de los pueblos más bonitos de la Comunidad.
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