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La Sierra de Baza, un tesoro de la naturaleza en Granada

Este parque natural granadino es una de las grandes joyas que visitar en la provincia

Sierra de Baza Junta de Andalucía

Álvaro Holgado

Granada

En muchas ocasiones el hecho de tener una de las sierras más conocidas en toda España como es Sierra Nevada ensombrece el espectacular entorno natural que tiene el resto de la provincia de Granada. El Parque Natural de la Sierra de Baza es, sin ninguna duda, parte de ese conjunto de joyas escondidas en a lo largo de la tierra de la Alhambra.

Ubicada entre entre dos extensas planicies que corresponden a la Hoya de Guadix-Granada y a los Llanos de El Marquesado, los paisajes de la misma corresponden a algunas de las estampas más bellas de la provincia. Como suele ocurrir en Granada, hablamos de un lugar de contrastes. Por un lado eso, el paisaje, el clima. Por otro, entorno prácticamente estepario.

La disminución de la temperatura, el aumento de precipitaciones y la variación de la altitud es precisamente el motor natural de lo que se presenta ante la mirada de quienes lo caminan. Formaciones vegetales que aparecen en múltiples formas, tanto que los científicos califican a este parque natural como una isla bioclimática.

Además, el hecho de estar entre las dos planicies, toda vez que la altitud es creciente en sus puntos más altos, garantiza vistas impresionantes desde casi cualquier sitio. Entre los más destacados, el mirador de Narváez, donde se contemplan algunas de las panorámicas más hermosas de la zona y en las que destaca el pico de Santa Bárbara. Más de 2.300 metros que hacen que se erija como la cima más elevada de todo el parque natural.

En cuanto a la vegetación, ya en la alta montaña, se encuentran grandes bosques de pinares autóctonos. El pino silvestre y el negral, que son sustituidos a su vez por acerales y pinos de repoblación, mientras que, en las cotas más bajas, el paisaje se humaniza. Allí, los restos de antiguos encinares se intercalan con zonas de cultivo. En lo que se refiere al punto de vista botánico, lo más relevante tiene que ver con la comunidad de tomillares, especie única en la serranía, y localizada en los denominados Blanquizares.

De la berrea a la Prehistoria

Yacimientos arqueológico en la Sierra de Baza ABC

Si hay una época perfecta para visitar el parque en todo su esplendor esa es el otoño. Durante el día, desde el Patronato de Turismo, se recomienda recorrer la sierra recolectando la gran variedad de setas y trufas que la naturaleza. Un plan de día estupendo para entrar en conexión con la naturaleza del lugar.

El plato fuerte en esta estación, eso sí, ocurre al anochecer. El espectáculo de la «berrea» comienza, con los ciervos en su apareamiento con fuertes bramidos que atraen a las hembras. Las luchas entre machos serán frecuentes pudiendo escuchar el choque de las cornamentas con facilidad.

Pero si lo que se quiere es conocer la historia del Parque, hay opciones. Y muchas. Al fin y al cabo, la Sierra de Baza era hace unos 5.000 años uno de los principales enclaves para el surgimiento de la primitiva minería y metalurgia del occidente de Europa. Todo eso fue en la Edad del Cobre, pero en los siglos y milenios siguientes siguió estando ocupada por el hombre de forma ininterrumpida. Todo ello, evidentemente, se traduce en un riquísimo legado arqueológico, etnográfico y arquitectónico.

Los yacimientos arqueológicos desde el paleolítico se salpican por toda la zona. Aunque, aún habiendo muchos, la calidad de los materiales, los de mayor valor, se encuentran la mayor parte en el Museo Arqueológico Municipal de Baza. Una visita obligada igualmente, siendo la localidad una de las más extensas de Granada.

Por otro lado, un recorrido por los antiguos poblados del parque también es muy recomendable y atractivo. Abandonados y en estado de ruina, desgraciadamente, se encuentran auténticas urbes perfectamente integradas en el entorno. Gruesos muros de piedra aislaban a los serranos del frío de la montaña que se calentaban entorno a la gran chimenea existente en cada casa. El tesorero, El raposo o los Mellizos, son los mejores ejemplos y enclaves más importantes a la hora de conocer estos poblados.

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