La Gruta de las Maravillas y otros tesoros escondidos en Aracena, la perla serrana de Huelva

Cualquier momento del año es ideal para disfrutar de una escapada a Aracena, un lugar al que se está pensando en volver en el mismo momento en el que se abandonan sus bellas calles. Un patrimonio artístico muy destacado, una gruta llena de maravillas en el interior de la montaña, un castillo que domina la vista en muchos kilómetros a la redonda y una de las gastronomías más ricas de España, componen una oferta inigualable.

Lo primero que vamos a hacer va a ser disfrutar de una espectacular inmersión a lo más profundo de la tierra, ya que vamos a visitar la Gruta de las Maravillas , una cueva que ha permitido que a lo largo del último siglo esta localidad onubense sea conocida en todo el mundo. Nos encontramos en las entrañas del Cerro del Castillo, donde la acción del agua ha creado esta increíble cavidad freática, que parece surgida de las más viva de las imaginaciones.

La cueva cuenta con la particularidad de tener un acceso en pleno casco urbano de Aracena, algo que no es común en este tipo de formaciones geológicas, lo que sin lugar a dudas ha contribuido a su conocimiento. La cueva fue descubierta a finales del siglo XIX, algunas leyendas nos indican que fue un pastor la primera persona que se adentró en sus galerías y cuenta con el honor de ser la primera cueva que se abrió al turismo en todo el territorio nacional, concretamente en el año 1914 . Ha pasado ya más de un siglo desde que abriera sus puertas, y lo cierto es que sus lagos, rocas y todo tipo de formaciones geológicas, siguen asombrando igual que el primer día.

Acceder a la Gruta de las Maravillas es recorrer un desconocido mundo subterráneo que tiene más de dos kilómetros de extensión, de los cuales 1.400 metros son visitables en la actualidad. El nombre que se le puso a la gruta explica perfectamente lo que se puede ver en este lugar, que está repleto de maravillas en forma de formaciones cársticas de una belleza realmente difícil de definir. En la Gruta de las Maravillas se pueden contemplar estalactitas verticales y excéntricas, estalagmitas, cortinas listadas, aragonitos, coraloides, gours o coladas.

Algo que no se olvida jamás son los inigualables colores que adquieren los lagos que se encuentran en este complejo subterráneo, donde sorprende la amplitud de algunos espacios y las caprichosas formas que en algunos puntos adquieren las formaciones geológicas. El recorrido que pueden llevar a cabo los visitantes discurre por lugares como la Sala de las Conchas, el Salón de los Brillantes, el Salón del Gran Lago, el Salón de la Esmeralda, el Salón de la Cristalería de Dios o el Salón de los Desnudos, que recibe este curioso nombre por la peculiar forma faloide de algunos de sus elementos.

Algo que realmente llama la atención de este mágico lugar en las entrañas de la tierra es que la temperatura apenas varía a lo largo del año, manteniéndose de manera constante entre los 16 y los 19 grados. Eso sí, es muy destacada la sensación de humedad, que se encuentra entre el 98% y 100% . La Gruta, que es un lugar ideal ara visitar con niños, cuenta con tres niveles, y algunos especialistas han llegado a poner encima de la mesa la hipótesis de que en la otra mitad del cerro podrían existir más galerías por descubrir. El hecho de ser un paisaje absolutamente único, ha convertido a la Gruta de las Maravillas en muchas ocasiones en escenario de producciones audiovisuales, como Viaje al centro de la tierra, Los Titanes o Yerma. Aquí puedes comprar las entradas para acceder a este maravilloso mundo subterráneo

La Gruta de las Maravillas es sólo una de las muchas maravillas que se pueden disfrutar en un destino como Aracena, que se convierte en uno de los lugares más demandados de Andalucía para visitar en cualquier momento del año. La localidad onubense presenta sus credenciales desde la distancia, ya que desde varios kilómetros antes de llegar, podemos ir divisando el famoso castillo de Aracena , que corona el punto más alto de la localidad. Un castillo que se puede visitar realizando una pequeña ruta caminando por las calles de Aracena o subiendo de una manera más cómoda a lomos de un simpático tren turístico.

Una visita que debe de continuar con la iglesia prioral de Nuestra Señora del Mayor Dolor , que se trata del primer templo cristiano con el que contó la ciudad y en el que resulta más que necesario disfrutar de un pequeño rato de recogimiento.

Otra de las maravillas que regala Aracena al visitante es sin lugar a dudas disfrutar de un relajado paseo por su bonitas y coquetas calles y plazas. Es bueno dejarse llevar, e ir descubriendo poco a poco todos los argumentos con los que cuenta esta localidad serrana onubense. Un bello casco urbano , enclavado en un entorno natural privilegiado, en el que podemos ir haciendo pequeñas paradas en lugares como la plaza del Marqués, o el Casino Arias Montano, creado por la talentosa mente del arquitecto sevillano Aníbal González.

Hitos como la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, o el edificio del Cabildo, deben formar también parte de nuestra visita, que estará repleta de momentos inolvidables . Un día en Aracena puede valer más que una vida . 

Y además de las maravillas que se pueden encontrar bajo tierra y encima de ella, Aracena es conocida en todo el mundo gracias a las maravillas gastronómicas que se pueden degustar en sus bares, tascas y restaurantes. Estamos en la meca mundial de los productos del cerdo ibérico, siendo una auténtica obligación disfrutar con el jamón ibérico , la caña de lomo y todos sus productos derivados. Además, Aracena es un gran lugar perfecto para degustar quesos autóctonos, patés caseros o pan serrrano hecho en horno de leña. Para ello, es una buena opción visitar el Museo del Jamón de Aracena

Y para terminar nuestra visita a esta tierra prometida que tantos encantos tiene para conquistarnos, nada mejor que hacerlo con el mejor sabor de boca posible, que nos van a dejar los dulces artesanales que elaboran los maestros de confiterías como Rufino o Gran Vía . Es Aracena un auténtico paraíso cercano, que nunca decepciona, que siempre enamora y al que siempre existe un motivo para volver.