Ruta en Huelva por las desembocaduras de los ríos Tinto y Odiel para disfrutar de los lugares colombinos
Rastrear los pasos de Colón en el entorno de La Rábida, Palos de la Frontera, Moguer y la propia capital onubense, no sólo supone un encuentro con la historia, sino también disfrutar de un espacio natural privilegiado en la confluencia de los ríos Tinto y Odiel
Parque botánico José Celestino Mutis, naturaleza de los cinco continentes en Palos de la Frontera
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![Monumento a Colón en la Punta del Sebo](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/viajar/2023/05/25/punta-sebo-monumento-colon-RNxmcVY6laMt5bL6kZok7nO-1200x840@abc.jpg)
En la madrugada del 3 de agosto de 1492, Cristóbal Colón y sus marineros salieron por la Puerta de los Novios, en Palos de la Frontera, después de asistir a misa en la iglesia de San Jorge Mártir, encaminándose hacia al muelle del que ... partirían en busca de una nueva ruta comercial con Asia a través del océano Atlántico. El 12 de octubre alcanzaron la isla de Guanahani (San Salvador), aunque Colón siempre creyó que habían llegado a la costa asiática.
En la magnitud de esta hazaña, de la que nunca fue consciente el marino genovés, tuvo especial relevancia el Monasterio de Santa María de la Rábida, a ocho kilómetros de Palos de la Frontera, donde Colón se alojó y planificó el primer viaje ayudado por los franciscanos Fray Antonio de Marchena y Juan Pérez, quienes le pusieron en contacto con los Reyes Católicos (que financiarían la expedición) y con el almirante palermo Martín Alonso Pinzón.
Así, la primera parada del recorrido colombino puede establecerse en este monasterio franciscano del siglo XIV, en el que hay que visitar su bello claustro de estilo mudéjar; la capilla en la que Colón y parte de su tripulación oraron ante la pequeña imagen de alabastro (Virgen de los Milagros) antes de iniciar el viaje, y los frescos pintados por Daniel Vázquez Díaz, conocidos como «Poema del descubrimiento»,sobre los preparativos de la aventura colombina.
Junto al convento, el viajero encontrará el Monumento a los Descubridores, una columna de piedra con alegorías que recuerdan el valor de aquellas gentes que se lanzaron al océano en unas embarcaciones semejantes a las que se pueden ver en el cercano Museo Muelle de las Carabelas, en la desembocadura del río Tinto. Se trata de la réplica de las tres naves Pinta, Niña y Santa María, con las que Colón realizó su primer viaje hacia el nuevo continente.
![Muelle de las Carabelas](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/viajar/2023/05/25/muelle-carabelas-U54244237445kqR-624x350@abc.jpg)
Además de estos barcos, que se construyeron en 1992 para conmemorar el V Centenario del Descubrimiento, y hoy constituyen el principal atractivo del lugar, el Muelle dispone de un centro de interpretación, donde se proyecta un vídeo acerca del viaje hacia Las Indias, y de la Isla del Encuentro, en la cual se recrea la cultura indígena que los primeros navegantes encontraron a su llegada a Guanahani, primera isla en la que desembarcó Colón.
Planes en el Parque Botánico
En la ladera de poniente, se encuentra el Parque Botánico «José Celestino Mutis» que invita a pasear para conocer lo más característico de la flora autóctona y americana. El conjunto destaca por la exuberancia y el contraste de colores y formas de las plantas que alberga y por el frescor que proporcionan sus lagos y riachuelos. En su interior, un invernadero reproduce el ambiente de la selva tropical con plantas exóticas y una temperatura y humedad constantes.
Además, en La Rábida se puede disfrutar de parajes naturales de gran valor ecológico que, en su mayoría, se han conservado inalterados desde que Colón y su gente partieron desde aquí a un nuevo mundo. Las Marismas del Odiel, el Estero de Domingo Rubio o las Lagunas de Palos y Las Madres, todos ellos espacios catalogados y protegidos, constituyen una completa excursión, sin olvidar que la zona está bajo la influencia de las cercanías de Doñana.
Casa de los hermanos Pinzón
Dentro del casco urbano de Palos, son de obligada visita la iglesia de San Jorge Mártir (siglo XIV), ante cuyas puertas se dio lectura de la Real Pragmática que ordenaba reclutar hombres y armar las naves para el viaje, así como la conocida Puerta de los Novios, situada en la parte posterior del templo, por donde salieron los marineros para embarcarse en la aventura del descubrimiento, la madrugada del 3 de agosto de 1492.
Bajando desde la iglesia en dirección a Moguer, junto donde se encontraba el puerto palermo, aparece la antigua fuente pública, conocida como La Fontanilla, un templete de ladrillo (s. XIII-XIV) donde, según cuenta la tradición, las tres naves hicieron aguada para la travesía. Por lo tanto, de ese preciado líquido bebieron los tripulantes durante los tres meses que duró la expedición hasta que Rodrigo de Triana diera la alarma de «¡Tierra a la vista!».
![Puerta de los Novios en la Iglesia de San Jorge](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/viajar/2023/05/25/iglesia-san-jorge-U72763765756Ybk-624x350@abc.jpg)
La gran ensenada de Palos que se encuentra en la desembocadura del río Tinto, desde donde partió la expedición en el siglo XV, desapareció con los siglos, permaneciendo cubierta de sedimentos y en el olvido, hasta que en 2014, un equipo de arqueólogos e investigadores de la Universidad de Huelva, sacó a la luz la localización exacta del antiguo puerto palermo, que permanecía completamente enterrado bajo un cerro por el paso de los años.
En su recorrido, el visitante encontrará la casa de los hermanos Pinzón, quienes, junto con Colón, tuvieron un papel fundamental en el viaje que dio lugar al Descubrimiento .La casa de los tres hermanos (Martín Alonso, Vicente Yáñez y Francisco Martín), que conserva la fachada original del siglo XV, alberga la Oficina de Turismo, donde se expone la documentación y objetos relacionados con la familia y su papel en la hazaña colombina.
Moguer, monasterio de Santa Clara
Otra de las paradas de la ruta se encuentra en el municipio de Moguer, que fue una próspera villa marinera a finales del siglo XV, participando activamente en el Descubrimiento, ya que en sus astilleros se botó La Niña, y muchos de los embarcados con Colón fueron moguereños. Hoy día, es una ciudad emprendedora de aire barroco, con casas señoriales de muros encalados, frescos patios solariegos y artísticos ventanales de rejas forjadas.
![Monasterio de Santa Clara en Moguer](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/viajar/2023/05/25/moguer-monasterio-santa-catalina-U57283281345YNc-624x350@abc.jpg)
La visita se centrará en el monumento colombino más destacado del pueblo, el Monasterio de Santa Clara. Su abadesa, Inés Enríquez, tía del rey Fernando el Católico, apoyó el viaje descubridor en la corte. A la vuelta de su viaje, Cristóbal Colón y el resto de moguereños, pasaron la primera noche en su iglesia cumpliendo el voto realizado en alta mar cuando una tempestad estuvo a punto de hacer zozobrar la Niña. Hoy, el lugar alberga una exposición permanente sobre «Moguer, el umbral del Nuevo Mundo».
La Punta del Sebo, antigua playa de Huelva
La última parada de la ruta puede realizarse en la Punta del Sebo, un paraje cerca de la capital donde confluyen los ríos Tinto y Odiel. Este bello rincón onubense, fue el elegido para levantar el monumento a Colón, una estatua de 37 metros que la «Columbus Memorial Fund» de Nueva York, encargó a la escultora norteamericana Whitney en 1929, discípula de Rodin en Paris, donde estudió además de en la ciudad neoyorquina.
La denominación del enclave, según el catedrático Juan José García del Hoyo, «siempre fue «Punta del Cebo», dado que en sus limos era muy frecuente el marisqueo de cangrejos, galeras y lombrices para la pesca». Desde el siglo XIX fue una popular zona de recreo, y en el XX se convirtió en la principal playa donde iban a veranear los onubenses. Tras la creación del Polo Químico, esta playa acabaría cayendo en declive en favor de otras zonas.
Más allá del colosal monumento, se extienden las Marismas del Odiel, un paraje con 7.000 hectáreas de esteros, caños, lagunas y playas, constituyendo uno de los humedales de mayor relevancia de Europa. En el centro de visitantes Anastasio Senra («La Calatilla»), situado en la isla de Bacuta, se podrá obtener toda la información del enclave y concertar excursiones guiadas en barco o vehículo todoterreno por el interior del área protegida.
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