ZAMORA
Dónde y cómo adentrarse en la cuna del lobo ibérico
La Sierra de la Culebra constituye un hábitat único, rico en fauna y patrimonio natural
![Ejemplar de lobo en Robledo, en las estribaciones de la Sierra de la Culebra (Zamora)](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/viajar/2023/01/18/zamora1-lobo-RxW8KshHvIE8QBqaWMfCU4H-1200x840@abc.jpg)
A vista de pájaro tiene una forma serpenteante, a la que debe su nombre. Si se amplía el 'zoom', pueden distinguirse rutas de contrabando que cruzan a Portugal y sendas del lobo entre caminos tradicionales, y si se mira más en detalle pueden apreciarse pueblos de arquitectura tradicional, bosques que constituyen un paraíso para ciervos y corzos y un paisaje natural que alterna pinares, robledales y castaños con zonas en las que comienza a rebrotar la vida tras los incendios del pasado verano. La Sierra de la Culebra de Zamora ha sabido sobrevivir al desastre y arranca ahora un ciclo de explosión de brotes verdes que constituyen alimento para las especies de caza mayor que abundan.
Enclavada en la Reserva de la Biosfera Meseta Ibérica, que constituye la mayor reserva transfronteriza de Europa, la sierra es el nexo de unión que abraza por un lado la raya de la frontera con Portugal y por el otro el parque natural del Lago de Sanabria. Es por ello que supone un buen punto de partida para el turista ávido de conocer paisajes de naturaleza oculta, observar la fauna en su hábitat y visitar pueblos que mantienen la esencia del pasado reflejada en sus tradiciones y en su arquitectura. Llegar a esta reserva de caza que abarca 65.000 hectáreas es adentrarse en un territorio de relieve con formas suaves y ondulantes que permiten al viajero desconectar de las preocupaciones para sumergirse en la tranquilidad de la naturaleza.
En la noche, quien agudice el oído, con suerte puede escuchar los aullidos del lobo, ya que la Sierra de la Culebra está considerada la cuna del cánido y el lugar con mayor concentración de lobos ibéricos. En otoño, el terreno se vuelve idílico para aquellos que deseen asistir a los rituales de apareamiento de la berrea, con los machos en celo peleándose y los llamados que la caracterizan.
![Espectacular estampa de la sierra de la Culebra](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/viajar/2023/01/18/zamora2-sierra-culebra-U80332466516PIT-624x385@abc.jpg)
De hecho, el avistamiento de fauna supone una de las actividades favoritas de los visitantes y existen varias empresas especializadas que organizan rutas para observar las huellas de la fauna y, con un poco de suerte, llegar a ver ciervos, corzos, jabalíes y otros ungulados silvestres que constituyen parte de la base alimenticia del lobo. Junto a él conviven en la zona otros predadores naturales como el águila real, el zorro, el búho real, el halcón peregrino o la garduña.
Un buen punto de partida es Villardeciervos, localidad con oficina de turismo cuyo núcleo urbano está declarado conjunto histórico, como buen ejemplo de la arquitectura de La Carballeda. Otro de los lugares más pintorescos del entorno es el conjunto etnográfico de Santa Cruz de los Cuérragos, un pequeño pueblo con encanto. En la villa de Tábara, el paisaje de la reserva de caza puede alternarse con una visita al Centro de Interpretación de los Beatos para conocer la importancia histórica que tuvo el Scriptorium tabarense y sus códices manuscritos. En el extremo opuesto de la Sierra de la Culebra se encuentra Robledo, la localidad en la que se ubica el centro del lobo ibérico Félix Rodríguez de la Fuente.
Para los amantes del senderismo, una buena opción es la subida a Peña Mira, que con sus 1.241 metros sobre el nivel del mar permite otear la inmensidad de la sierra. Además de saber conservar su naturaleza, los vecinos de esta reserva situada entre las comarcas de Aliste y Sanabria y la región portuguesa de Tras os Montes mantienen vivas tradiciones como la mascarada que se revive en los Carnavales en Villanueva de Valrojo, con los Diablos y Cencerros como protagonistas. La Sierra de la Culebra es además una zona de riqueza acuática que permite descubrir rutas entre molinos y disfrutar de zonas de baño y deporte en los embalses del río Tera, hasta los que también se acercan a beber numerosas especies de fauna que, con paciencia, pueden llegar a observarse en noches de luna llena, en determinados puntos que solo algunos lugareños privilegiados conocen. Un secreto que únicamente se revela al visitante dispuesto a vivir una aventura de naturaleza en la cuna del lobo ibérico.
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