sucesos
Los órganos de un niño que murió al caer de la azotea salvan a otros cuatro menores
«Si mi hijo puede salvar a otros, que lo haga», dijo la madre del pequeño de 6 años
Los hechos ocurrieron la noche de este sábado, 5 de abril, cuando una familia numerosa (ocho hijos) residente en la localidad toledana de Chozas de Canales celebraba el cumpleaños de una de las hijas. Pese a que otro de los hijos, más pequeño, David, de seis años, tenía prohibido subir solo a la azotea, lo hizo, con tan mala suerte que se precipitó desde las alturas cayendo al suelo.
El pequeño sufrió todo el impacto en la cabeza y en gravísimo estado fue trasladado rápidamente en una IVI móvil al hospital Virgen de la Salud de Toledo, donde llegó con vida sobre las nueve de la noche, pero al día siguiente falleció. Al estar el paciente «en muerte cerebral» o muerte encefálica, sin tener dañado ningún órgano más del cuerpo, el equipo de trasplantes inició el proceso que se sigue habitualmente para l a donación de órganos . Pese al triste y angustioso momento que vivían, con un hijo de seis años recién muerto sobre la mesa de operaciones, los padres actuaron de una forma admirable sin poner pega alguna a donar los órganos del niño.
Es más, antes de que el equipo informara a la familia de la posibilidad de la donación, la madre dijo: «si mi hijo puede salvar a otros, que lo haga, porque a cualquiera de mis otros hijos les puede pasar lo mismo algún día y necesitar un órgano». Uno de los miembros del equipo que intervinino en el proceso de donación explicó a este diario que «fue muy duro para todos nosotros, pero el comportamiento de la familia fue ejemplar y se pudo llevar a cabo todo el proceso. Fueron unas horas muy tristes, con la familia destrozada y nosotros también. Los médicos y las enfermeras lloraban...». Tras el consentimiento familiar, el permiso del juez y la presencia del forense, tres equipos quirúrgicos multidisciplinares (cerca de 30 personas) participaron en el largo y complejo proceso de donación, un trabajo que duró horas y que finalizó el lunes 7 de abril. Inmediatamente se puso en marcha la recogida de los órganos por parte de otros hospitales de España donde otros niños esperaban un órgano compatible.
Los riñones, el corazón y el hígado de David fueron trasplantados en otras ciudades a cuatro niños, —uno de ellos de 4 años—, que esperaban la generosidad de alguien convertida en órgano vital. Se trata de la primera donación de un niño que se recuerda en el hospital de Toledo. Situaciones como ésta muestran claramente lo necesario de la concienciación ciudadana de cara a la donación , pues aunque la región ha batido récords, «aún se producen muchas negativas familiares».
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