Un premio para el mejor archivero municipal

El director del Archivo Municipal, Mariano García Ruipérez, ha recogido su premio Clara Delgado en reconocimiento a su labor en pro de la conservación, estudio y divulgación del patrimonio histórico de la ciudad de Toledo contenido en los ricos fondos de su Archivo. El galardón, que otorga la Asociación Tulaytula (anteriormente, Amigos del Toledo Islámico), que preside el periodista Miguel Larriba, lo recogió de manos del esposo de Clara Delgado , el psicólogo y profesor de la Universidad Complutense Juan Ignacio Aragonés.

La entrega se realizó en «entrañable acto» celebrado en el Hotel San Juan de los Reyes, con la presencia de un centenar de personas que arroparon al homenajeado, muy querido en la ciudad por su cercanía, amabilidad y, sobre todo, por su trabajo incansable trabajo al frente del Archivo Municipal de Toledo, que durante su gestión, como recordó Enrique Sánchez Lubián, ha crecido tres veces más que en los ocho siglos anteriores.

Según explica el blog de Tulaytula, el acto se inició con la proyección de un video en recuerdo a Clara Delgado de cuya prematura muerte se cumplieron quince años el pasado mes de octubre. El presidente de la Asociación, Miguel Larriba, aseguró que «cuando fui a verle para comunicarle que habíamos decidido darle este premio, lo primero que dijo fue: «¿Y eso por qué?» Y en ese momento supe que no nos habíamos equivocado en la decisión. Porque con esa actitud, con esa pregunta, Mariano me estaba indicando que lo que para nosotros era motivo de especial valoración, para él era simplemente el modo de actuar normal, cotidiano. No creo que haya mérito mayor que tu trabajo habitual sea percibido por los demás como algo destacado y digno de aplauso».

Enrique Sánchez Lubián , escritor y jefe de Prensa del Ayuntamiento de Toledo y, sobre todo, amigo del galardonado, fue quien se encargó de pronunciar la semblanza. [Vea aquí las palabras completas dedicadas a Mariano García Ruipérez]

Al final, Mariano García Ruipérez tomó la palabra para agradecer a la Asociación la distinción de que era objeto y que, dijo, tenía que compartir con muchas personas a las que fue nombrando pues, según reiteró, «un archivero vale lo que vale su equipo». Con ellos comparto este premio, con mi familia y amigos y con las generaciones de toledanos que han hecho posible que el Archivo Municipal sea lo que es». Y no se olvidó de citar a todos los que colaboran y trabajan con él. El acto terminó con un largo y emotivo aplauso compartido también, sin duda, por muchos toledanos que no pudimos ir al acto aunque estuvimos de corazón. Enhorabuena, Mariano.