opinión
La herencia del Gobierno socialista sobre Gibraltar
Conviene recordar la política llevada a cabo por el Gobierno socialista y su ministro de Exteriores Moratinos
En los momentos actuales en que se han recrudecido los problemas sobre Gibraltar y en los que el PSOE ha manifestado su posición de dialogar para llegar a un acuerdo, c onviene recordar la política llevada a cabo por el Gobierno socialista y su Ministro de Exteriores Moratinos . Para ello deben tenerse en cuenta los siguientes datos.
1. En la «Declaración de Córdoba» firmada 18 de septiembre de 2006, en pie de igualdad por España, el Reino Unido y Gibraltar, se reconoce a los trabajadores españoles que cotizaron al Fondo del Seguro Social de Gibraltar antes de 1.969, el derecho a percibir una cantidad a tanto alzado (unos 6.200 € de media), que se abonara en dos años, previa renuncia a cualquier reclamación. Ello no supone ningún «favor», sino atender a una reclamación justa a cuyo cumplimiento Gibraltar iba a ser condenada por los Tribunales de Justicia.
2. En la “Declaración” de 2006 se acepta por España que el aeropuerto de Gibraltar se abra al uso civil desde el mismo día de la declaración, esto es, el 18 de septiembre:
La seguridad aeronáutica y aeroportuaria seguirá en manos del Reino Unido.
Se levanta la suspensión de la normativa europea en materia de seguridad en el espacio aéreo, cuyos sistemas de control deberán integrarse con los españoles, con la correspondiente asunción de responsabilidad.
Se levantan las actuales restricciones en el uso del espacio aéreo español, por aviones cuyo origen o destino sea Gibraltar.
¿A cambio de qué? A cambio de nada.
3. Se autoriza la construcción de una terminal nueva en el lado sur de la verja (a partir de ahora «frontera»):
El control de aduanas e inmigración corresponderá a los gibraltareños.
Se concederá una exención administrativa del control de aduanas y de inmigración a los viajeros que accedan por el lado norte con destino o procedentes de aeropuertos españoles. Se permitirá el acceso y salida de pasajeros por el lado norte, donde se encontrarán los funcionarios españoles de Aduanas.
La operación del aeropuerto se concederá a una Empresa Mixta.
España deberá ejecutar la obras y a su costa para facilitar el acceso y utilización del aeropuerto.
¿A cambio de qué? A cambio de nada.
4. En la «Declaración» de 2006, España se compromete a facilitar la circulación de personas, vehículos y mercancías por la verja (a partir de ahora “frontera”).
¿A cambio de qué? A cambio de nada.
5. En la «Declaración» de 2006, España se compromete a que las llamadas telefónicas a Gibraltar tengan prefijo independiente, marcación internacional directa y código internacional asignado a Gibraltar, concediendo 100.000 nuevas líneas. También se autorizan los acuerdos de itinerancia («roaming») entre las redes para móviles de España y Gibraltar.
¿A cambio de qué? A cambio de nada.
6. En la «Declaración», 2006, España se compromete a abrir un «Instituto Cervantes» en Gibraltar, como los que existen en los países soberanos e independientes, para el conocimiento de la lengua y la cultura españolas.
¿A cambio de qué? A cambio de que Gibraltar ponga los locales.
Los hechos anteriores merecen los siguientes comentarios.
1. La firma de la «Declaración de Córdoba» el pasado 18 de septiembre de 2006, por el Reino Unido, Gibraltar y España, las tres partes en pié de igualdad, ha supuesto una rendición incondicional a las reivindicaciones británicas y gibraltareñas, sin contraprestación alguna, poniendo así fin a más de cincuenta años de una línea de diplomacia española, mantenida constante a través de distintos regímenes políticos y de Gobiernos de diferente signo.
2. Durante 50 años España ha estado reivindicando la descolonización de Gibraltar , y su reivindicación ha sido respaldada por las resoluciones de Naciones Unidas que entendieron que la descolonización solo era posible con la devolución a España, y condenaron el referéndum de 1967.
3. El Gobierno socialista aceptó aparcar la reivindicación de la soberanía sobre el Peñón y sobre el istmo , y reconoce, implícitamente la «falsa descolonización» practicada por el Reino Unido mediante la llamada «Constitución» de Gibraltar de 1969, que proclama el derecho de autodeterminación de 30.000 habitantes del Peñón, a los que el Ministro Jack Straw en la Cámara de los Comunes (27 de marzo de 2006) denominó “pueblo de Gibraltar”.
4. La «Declaración» de 2006, no hace referencia a la reparación de submarinos nucleares , ni a la lucha contra el tráfico de drogas y contrabando, ni al control de sociedades dedicadas al blanqueo de capitales, ni a la aplicación de la normativa comunitaria europea en materia de mercado único, ni a la lucha contra paraísos fiscales.
5. La libre circulación por la «verja/frontera» supone una violación del Acuerdo «Schengen» que obliga a un control sistemático a la entrada y salida del territorio Schengen. En la actualidad, solo los ciudadanos de la U.E, y los extranjeros con visado del Reino Unido, son autorizados a cruzar la verja.
6. En relación con el aeropuerto:
Se reconoce el control de la seguridad y la jurisdicción sobre el istmo al Reino Unido y a Gibraltar , siendo así que el istmo es una zona ocupada ilegalmente por el Reino Unido, al no estar cedida por el Tratado de Utrech.
Cuando se negoció el uso conjunto del aeropuerto en 1987, en el contexto de la liberalización del espacio aéreo europeo, el Gobierno socialista consideró irrenunciable la presencia de funcionarios de aduana y policía española en el istmo, lo que fue rechazado por el Reino Unido
Las autoridades de Gibraltar son las que conceden exenciones para el control de los pasajeros que utilicen el aeropuerto para entrar o salir de España sin detenerse en Gibraltar; y se reservan el derecho a ejercer el control de los pasajeros con destino u origen en España por “motivos de seguridad”.
Las autoridades de Gibraltar se reservan el derecho a otorgar la concesión para la gestión y operación del aeropuerto, y se acepta suspender las restricciones al tráfico aéreo.
No está prevista la declaración de impacto ambiental, con la correspondiente información pública, exigible por la normativa comunitaria europea, para la ruta de aproximación al aeropuerto y para la construcción del mismo aeropuerto.
7. Las concesiones en materia de telecomunicaciones no hacen sino reafirmar la presencia y singularidad de Gibraltar , aproximándolo a la situación de cualquier país independiente. Se abre la oportunidad de que Gibraltar sea, no solo un paraíso fiscal, sino que se asimile a territorios exentos en los que negocios «on line» (servicios financieros, seguros, operaciones bancarias, apuestas y todo tipo de loterías) produzcan un entramado de riqueza y desarrollo virtual que no incentivará el cambio de “status”, ni el reconocimiento de la soberanía española.
8. La apertura de un Instituto Cervantes es la guinda. ¿Se abrirán también en Cataluña y el País Vasco? La única esperanza era que las autoridades de Gibraltar no encuentrasen local que ofrecer al Ministro de Exteriores.
9. Resulta imposible no recordar aquella «coplilla» de nuestra infancia:
«El español que se olvida
de que existe Gibraltar,
y al otro lado del mar
en Cuba tiene una espina.
El que a Gran Bretaña admira
y con fervor la tributa,
ese no es hijo de España,
ese es un hijo…»
(Anónimo)
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete