El PP califica el discurso de «broma de muy mal gusto»
Alonso asegura que el socialista dejará una «herencia que costará muchos años pagar»
El PP calificó ayer el balance del alcalde Emiliano García-Page como «una broma de muy mal gusto», más propia de un día de los Inocentes. Así se expresó ayer la portavoz de los populares en Toledo, Claudia Alonso. «Puede ser que en su balance de gestión haya olvidado mencionar ciertas cosas como que nos deja de herencia una ciudad con una deuda que a los toledanos nos va a costar muchos años pagar a pesar de tener una presión fiscal de las más caras de España», dijo.
Según Alonso, esa «herencia» que dejará el edil socialista se traduce en «una ciudad sin un Plan Urbanístico Municipal porque no le dio la gana en cuatro años buscar una solución. Una ciudad donde pasearse por los parques y jardines da vergüenza porque están totalmente abandonados, una ciudad donde el patrimonio histórico es maltratado y despreciado por su alcalde como se ha visto con las fuente históricas de la cuidad o con los carteles turísticos playeros que nos ha colocado por el Casco Histórico».
Además, cree la portavoz del PP, un alcalde «puede hacer un balance de gestión cuando gestiona, cuando no tiene por qué avergonzarse de lo que hay y de lo que no ha hecho. Pero cuando una persona se ha pasado cuatro años enteros dedicado exclusivamente a su promoción personal, a utilizar el Ayuntamiento de Toledo como ariete contra otras administraciones, cuando se ha dedicado a tratar de que los toledanos tengamos cuestiones sin solucionar...».
Por todo, dijo Alonso que todo lo que se ha hecho en Toledo «ha sido gracias al impulso de otras administraciones» y «a pesar de Emiliano García Page».
Se «evitó la intervención»
Para José Manuel Tortosa, portavoz de Economía y Presupuestos del Grupo Parlamentario Popular en las Cortes de Castilla-La Mancha, puso a la presidenta regional María Dolores de Cospedal como «ejemplo y referente de buen Gobierno». En un comunicado, Tortosa rechazó así las críticas del líder socialista, Emiliano García-Page, quien aseguró que Castilla-La Mancha «después de 24.000 despidos» no va a cumplir el objetivo de déficit y va a terminar la legislatura «siendo intervenida».
De hecho, cree Tortosa que la llegada del Gobierno de la presidenta Cospedal en mayo de 2011 «evitó la intervención de Castilla-La Mancha», ya que la región estaba en aquel momento «en serio peligro de quiebra, debido a una política económica desastrosa del anterior Gobierno del que Page formó parte». Y añadió que en 2011, el déficit real era de «casi un ocho por ciento» y la deuda total «de más de 11.000 millones de euros».
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