El Consistorio advierte a Unauto: «A todos nos conviene un acuerdo»

El error del Ayuntamiento de Toledo al no avisar a la Unión Europea con un año de antelación y tener que retirar el pliego del nuevo contrato de autobuses toma ahora el cariz de una partida de póker. Hay una cosa clara: al Consistorio no le queda más remedio que prorrogar el contrato con la actual concesionaria, Unauto, para así cumplir con el trámite que le impone Europa. Ahora bien, el equipo de Gobierno tenía una idea con el nuevo pliego (rebajar la subvención municipal a la empresa adjudicataria) y el error político/burocrático le trastoca los planes.

Esto, que parece más cristalino que el agua, no es sin embargo lo que ayer vendió el alcalde Emiliano García-Page en sus primeras explicaciones casi una semana después de que se reconociera el error (fue el viernes). Porque su discurso es mirar adelante y hacer como si no pasara nada. En ningún momento dijo Page que el último contrato acabó en marzo y que el nuevo no estará antes de 2016, es decir, dos años después. Tampoco que el ahorro anunciado en la subvención para este año ya es imposible que se cumpla.

En cambio, sí anunció que para 2015 se van a congelar las tarifas. También que en los próximos dos años (lo que está previsto que dure la prórroga), Unauto tendrá que cambiar 11 autobuses a gas. Y, por supuesto, que el próximo año el Ayuntamiento se ahorrará en autobuses «no menos de 700.000 euros». Porque «los márgenes del negocio lo permiten y porque ya ha habido demasiados sobrecostes».

Aún así, lo que más sorprendió de sus declaraciones fue el tono. Un tono autoritario, amenazante, de órdago a la grande que solo el tiempo podrá contextualizar. Oyendo a Page parece que no es el Ayuntamiento el que está obligado a negociar con Unauto, sino al revés. Según el alcalde, el pliego retirado por la no publicidad a Europa «lo vamos a mantener por completo porque es un pliego que seguro se abrirá paso en España. La patronal del sector lo protestará, pero es modélico y va a terminar redundando en un beneficio notable para la ciudad». Además, «tiene la gran ventaja de que asusta el sector y me alegro». En el Ayuntamiento «impondremos un ahorro obligatorio a la empresa, que por otro lado siempre ha tenido una actitud de buen servicio por la ciudad».

Es decir que según el alcalde, el Ayuntamiento no negociará, impondrá «y a la empresa le tendrá que convenir». «Será un acuerdo sí o sí», aseguró Page, ya que de lo contrario «la propia directiva que plantea este inconveniente (el reglamento 1370/2007), plantea también que se pueda adjudicar de forma directa a otra empresa, por eso digo que a todos nos conviene un acuerdo». Por último, el ahorro que tratará de imponer en la subvención tiene una razón: «cualquiera de las empresas que hubiera venido a licitar (el concurso ya retirado) hubieran hecho una rebaja sustancial».

Para el PP, con la posición del alcalde «ha quedado demostrado que quería adjudicar el nuevo contrato del servicio de autobuses urbanos a dedo, saltándose a la torera la legislación vigente y poniendo en peligro el uso del autobús en la ciudad».

Según el concejal y viceportavoz de los populares, José López Gamarra, «cuando Page y el portavoz Rafael Perezagua decían que el servicio de autobuses iba a costar menos, estaban engañando a los toledanos de nuevo». Porque si el año pasado «la subvención municipal al transporte público de Toledo fue de seis millones de euros, para este 2014 esta cantidad se tendría que haber reducido tal y como se preveía en los presupuestos anuales».

Sin embargo, dijo Gamarra, que esto «no ha sido así» pues en Junta de Gobierno Local «se aprobó un importe máximo de 5.953.146 euros de subvención destinada a la concesionaria del transporte urbano, subvención que también quedaba contemplada en el pliego del contrato que ha sido retirado».