ENTREVISTAElena Martín Hidalgo y Silvia Jiménez Bravo Responsables de Reprofiv
«Ayudar a tener hijos a parejas con dificultades de fertilidad es indescriptible»
Toledo ya cuenta con una clínica en la que trabaja un gran equipo dedicado a la reproducción asistida

El Hospital Tres Culturas amplía su cartera de servicios con la Unidad de Reproducción Asistida y la Unidad de Atención Integral a la Mujer al más alto nivel. Será gracias a la instalación de Reprofiv, una clínica que dispone de un equipo multidisciplinar y experto, ubicada hasta la fecha en Alcorcón, y que desde este mes de noviembre presta consulta en Toledo. ABC ha entrevistado a dos de las principales responsables de ese grupo de profesionales: Elena Martín Hidalgo, directora médica especialista en Ginecología y Obstetricia, y Silvia Jiménez, directora de laboratorio, doctora en Biología y especialista en Reproducción.
—Llevan muchos años trabajando en reproducción asistida. ¿Creen que se ha incrementado el número de parejas con problemas de fertilidad a lo largo de este tiempo?
—Está incrementado evidentemente. Llevamos trabajando desde el año 1999 y el número de pacientes se está incrementando porque cada vez hay más parejas con estos problemas.
—¿Cuáles pueden ser las posibles causas de infertilidad?
—Hay una cosa que es fundamental, que es la incorporación de la mujer al mundo laboral. Otra causa importante es la efectividad de los métodos de planificación familiar, ya que antes había fallos y ahora no, pero además la mujer decide su embarazo cada vez más tarde. Así pues, entre la evolución de la sociedad de bienestar, la incorporación de la mujer al mercado laboral y los métodos anticonceptivos están afectado a la concepción.
—¿Es por ello que Reprofiv ha decidido abrir una nueva clínica en Toledo?
—En Toledo hay una demanda importante por los profesionales que trabajamos en Reprofiv. De hecho, los orígenes de nuestro trabajo se encuentran en el Hospital Virgen de la Salud. Somos el equipo que creó la primera unidad de reproducción del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) en 1999. Lógicamente, la gente nos conoce porque llevamos mucho tiempo trabajando con ellos y muchísimas de nuestras pacientes proceden de Toledo. Y como yo también vivo y trabajo aquí es muy cómodo para mí, al igual que para mis pacientes, por lo que todos nos beneficiamos.
—¿Qué diferencia a Reprofiv de otras clínicas?
—Lo fundamental es que somos un grupo de expertos en el que hemos incorporado a varios ginecólogos que atienden al paciente con un trato muy personalizado y muy cercano. Nuestro trabajo es en equipo porque muchas veces en las consultas nos juntamos los biólogos y los ginecólogos con los pacientes y abordamos el tema de forma global in situ.
Resultados fantásticos
—¿Tienen datos que acrediten el éxito de su trabajo?
—Los resultados están siendo fantásticos. En relación a los datos de la última semana, en fecundación in vitro, con una edad media de las mujeres de en torno a los 39 años, estamos hablando de unas tasas de gestación de un 56% y en ovodonación tenemos una tasa de gestación de un 75-80%.
—En cuanto a su trabajo en la sanidad pública. ¿Están afectando los recortes a la Unidad de Reproducción Asistida?
—Nosotros no hemos sufrido recortes. Al contrario, estamos peleando para que no haya mayor gasto y para que con los mismos medios que tenemos podamos tratar a más parejas. Únicamente hemos notado problemas en calibraciones de aparatos, en reposiciones de cosas obsoletas o que se han deteriorado, es decir, en material. Pero que quede claro que en medicación, personal y número de ciclos de reproducción asistida no nos han recortado.
—¿Se ha incrementado la lista y los tiempos de espera en la Seguridad Social?
—Si es para inseminación, prácticamente no hay lista de espera y, en fecundación in vitro, estamos en torno a un año y medio, unos 18 meses. Sin embargo, lo estamos rebajando porque también tenemos buenos resultados, con una media de 80 niños por año. Cuantas más parejas se quedan embarazadas, menos parejas repiten tratamiento y menor es la lista de espera.
—¿Ha aumentado la demanda en clínicas de reproducción asistida?
—Evidentemente ha aumentado la demanda y hay más clínicas. Hay núcleos centrales, como son las grandes capitales de provincia, que disponen de ellas, pero precisamente Castilla-La Mancha está bastante desprovista en cuanto a unidades de reproducción asistida. De hecho, Toledo se nutría hasta ahora de Madrid.
—¿Qué es lo que se siente al ayudar a tener hijos a parejas con estos problemas?
—Ayudar a tener hijos a parejas con dificultades de fertilidad es indescriptible, ya que trabajamos en uno de los ámbitos de la medicina más bonitos y, a la vez, más angustiosos. Por una parte, sientes una alegría inmensa, aunque no es equiparable a la de los padres, pero al mismo tiempo angustia por el estrés que causan los tratamientos y a veces la no consecución de los embarazos. Pero, en definitiva, es muy reconfortante recibir a las parejas que vienen a enseñarte a sus bebés, el fruto de tu trabajo. Y coger en brazos a sus hijos es un momento mágico.
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