Una semana con las primeras gafas de Apple: ¿son tan revolucionarias como para sustituir al iPhone?
El visor ofrece una imagen muy nítida y tiene varios puntos fuertes que lo diferencian de la competencia. Pero también bastantes problemas
Olvídate de OpenAI y de Google: esta es la empresa que se está haciendo de oro gracias al pelotazo de la IA
![Las Apple Vision Pro han llegado al mercado estadounidense con un precio de 3.500 dólares](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/tecnologia/2024/02/23/vision-pro-1-R5HlPBnWCftmpe4vOQFvYEL-1200x840@diario_abc.jpg)
Apple quiere que, en el futuro, sus gafas de realidad mixta sean tan necesarias, o casi, como el 'smartphone'. La empresa de Cupertirno comenzó a comercializar hace unas semanas la Vision Pro, su primer dispositivo de esta clase al elevadísimo precio de 3.500 dólares. Al cambio, 3.233 euros; vamos, una pasta que solo se pueden permitir unas pocas personas.
Aunque, por el momento al menos, el visor solo se puede adquirir en el mercado estadounidense, en ABC nos hemos hecho con una unidad y hemos tenido ocasión de probarlas a fondo durante algo más de una semana. ¿Estamos realmente ante un dispositivo revolucionario al nivel del primer iPhone?
Llámalo realidad mixta
Para las personas que no tengan mucha experiencia con la realidad mixta, la que se encuentra a caballo entre la realidad aumentada y la realidad virtual, probablemente les parezca un dispositivo increíble. La realidad mixta consiste en un dispositivo de realidad extendida cerrado, donde la imagen exterior se capta mediante cámaras, la categoría en la que se sitúan las Apple Vision Pro. Es un error que hemos podido ver incluso en artículos escritos por expertos, las Apple Vision Pro, no son realidad virtual ni aumentada, sino mixta.
![La gafa de Apple](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/tecnologia/2024/02/23/vision-pro-2-U54375482174krE-760x427@diario_abc.jpg)
Esto implica, que la gafa está pensada para superponer información digital en el entorno real en el que se encuentra el usuario. Por ejemplo, con el visor puesto, puedes ver una enorme pantalla de cine mientras, al mismo tiempo, sigues teniendo bien visible la habitación en la que te encuentras. Pero también puedes hacer que la experiencia sea más inmersiva y que todo lo que te encuentras ante tus ojos sea virtual.
Lo mejor, sin duda, de las Apple Vision Pro, y por lo que destaca respecto a dispositivos de la competencia, es la resolución de los dos paneles que se sitúan frente a los ojos del usuario. La imagen es casi perfecta, nada en la actualidad ofrece ese nivel de nitidez. Los textos se leen perfectos por minúsculos que sean, y causa muy poca fatiga ocular.
Por eso, ir abriendo ventanas de ordenador, con textos, películas o fotos, y dejarlas repartidas por la casa o la oficina es toda una experiencia. Además, si jugamos con la rueda ubicada en la parte trasera del visor, y que cambia entre las cámaras y el entorno virtual para que la experiencia sea más o menos inmersiva, el efecto es increíble, está muy bien logrado.
Apple ha resuelto, además, uno de los grandes problemas del uso de la realidad mixta sin mandos, que el Vision Pro no los tiene, solo es una gafa a secas. Este pasa por cómo apretar los botones en pantalla sin una referencia visual. Lo hace mediante el seguimiento ocular, no tienes más que mirar al botón que quieres pulsar para que éste se resalte, y con un pequeño toque presionarlo. De esa manera podemos prescindir de 'manos virtuales' o punteros que siguen las manos, una solución mucho más elegante e intuitiva, uno de los aspectos donde Apple es el rey.
Otro punto donde las Apple Vision Pro barren a la competencia es en su diseño exterior. Mientras que los dispositivos de realidad virtual hasta ahora se han centrado en acabados en plástico, Apple ha usado materiales más premium y un frontal de cristal que le da un aspecto muy superior al resto. Eso sí, lo de la pantalla exterior que muestra los ojos, además de que no es muy claro, no es fácil habituarse a ello para un observador externo.
Como una vaca en brazos
Hasta aquí los puntos positivos, sí Apple ha construido un gran dispositivo de realidad mixta, pero está lejos de ser un producto «definitivo», y vamos a ver por qué. Su mayor problema, es el peso, con la configuración inicial sin correa superior, medio kilo en la cara resulta incomodísimo. Cuesta imaginar que alguien lo pueda llevar más de media hora seguida, y eso que la batería está en una petaca externa con un cable, que también redunda en incomodidad.
Las Oculus Quest 3, visor creado por Meta, con la batería incluida son un 30% más ligeras, y también son difíciles de llevar por un tiempo prolongado. Por lo que eso que todo el mundo se imagina, trabajar con unas enormes pantallas flotando, puede que sirva para un rato, pero si alguien es capaz de trabajar sus 8 horas con las Apple Vision Pro puestas sin una luxación de cuello, es para darle una medalla.
Es decir: las gafas de Apple son poco prácticas para trabajar, que es lo más interesante que se puede hacer ahora mismo con ellas. Este no es un problema exclusivo de Apple, pero en el caso de las Apple Vision Pro, este problema es demasiado grande. Y si lo que necesitas son pantallas para trabajar con los 3.500 dólares que cuestan, puedes comprar unos monitores excelentes.
Buena imagen, pero no es perfecta
En la mayoría de los aspectos las Apple Vision Pro superan con creces las Oculus Quest 3, por ejemplo, en la rueda trasera para ajustar la realidad y la información virtual o en que las cámaras dejan ver el entorno y hacer un análisis del mismo. Pero la diferencia no es abismal. En un entorno cerrado con poca luminosidad, podremos ver cierto retraso de movimiento y granulación de la imagen del exterior en ambos modelos, más acusado en las Oculus Quest 3, pero ninguno ofrece un reflejo exterior perfecto.
Aunque hayamos visto videos grabados del exterior de las Apple Vision Pro, en realidad, la imagen no es tan nítida y tiene un cierto efecto borroso cuando movemos la cabeza deprisa. La falta de perfección se nota, por ejemplo, en el enfoque a corta distancia, si intentamos leer la pantalla del móvil, por ejemplo, con las Apple Vision Pro puestas, hay que buscar la distancia exacta a la que se puede leer el texto, ya que no tiene autoenfoque.
En el área empresarial y el uso profesional, hay una gran expectación de lo que se puede conseguir con ellas. La consultora tecnológica Bravent ya ha empezado a experimentar con la gafa aprovechando su alta resolución para incorporar sus avatares con inteligencia artificial dentro de las gafas.
Falta contenido para la gafa
El segundo problema que hemos achacado ahora mismo a las Apple Vision Pro es la falta de contenido específico, que prácticamente es nulo quitando la interfaz de Apple. Curiosamente, una de las cosas más espectaculares que puedes hacer con las Apple Vision Pro es una llamada a través de Microsoft Teams después de hacerte un escaneado 3D de tu cara, creando un avatar hiperrealista, que además gesticula perfectamente.
Las Apple Vision Pro son sin duda un gran dispositivo de realidad mixta, y si lo tenemos que comparar con las Oculus Quest 3, técnicamente son mejores en casi todos los aspectos, pero es difícil justificar su coste, siete veces superior. Se nota que están dirigidas a un pequeño nicho amante de Apple y la tecnología que recibe un producto inicial con muchos aspectos que pulir, y que, de momento, tiene pocas aplicaciones prácticas. No están, por tanto, ni cerca de sustituir al iPhone o de ser un 'gadget' necesario para el usuario medio. El amante de este tipo de tecnología tiene en el mercado opciones que, sin ofrecer los mismos resultados, tienen un precio más asequible y permiten hacer, prácticamente, lo mismo.
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