Google se juega el futuro de su imperio de la publicidad digital en una semana
El próximo martes arranca un juicio en Estados Unidos que trata de dilucidar si la empresa rompió las reglas antimonopolio del país para aplastar los buscadores de la competencia
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Google comenzará a jugarse el futuro de su imperio de la publicidad digital en una semana. El próximo martes, 12 de septiembre, se inicia un juicio en el que un tribunal del distrito de Columbia, en Estados Unidos, tendrá que dictaminar si el gigante de ... internet «ha corrompido la competencia» y ha abusado de su poder para primar sus propios productos por encima de los del resto de empresas; que es, precisamente, de lo que acusan a la compañía el Departamento de Justicia del país norteamericano.
Como señala 'The New York Times', el juicio, que se espera que dure 10 semanas, será el primero por monopolio del gobierno federal estadounidense desde que internet llegó a las pantallas de todos los hogares. En concreto, el caso se centra en si Google violó las leyes antimonopolio estadounidenses, que datan de finales del siglo XIX, al pagar miles de millones de dólares a otras empresas, como Apple, Samsung o Motorola, para que el buscador de la empresa sea el preconfigurado en sus dispositivos; de forma que sea el que los usuarios utilizan siempre a no ser que realicen cambios en su configuración.
Pase lo que pase en el juicio, de lo que no cabe duda es de que el poder de Google en el negocio de la publicidad y las búsquedas es, técnicamente, incontestable. Su motor no solo es empleado día sí y día también por más del 90% de usuarios de internet. También ha sido capaz de aguantar, sin apenas pestañear, la llegada de las soluciones de inteligencia artificial conversacional a las herramientas de la competencia, como ocurrió con Bing de Microsoft hace apenas unos meses.
Según señala el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Google pudo cimentar su negocio gracias a la inversión para que su propio buscador sea el predeterminado en dispositivos en detrimento de la competencia. Amit Mehta, juez encargado del caso, afirmó el mes pasado en declaraciones recogidas por 'Reuters' que la marca de Google «se ha vuelto tan omnipresente que los diccionarios la reconocen como un verbo (que sería googlear)».
El juez señaló, además, que en 2020 Google tuvo casi el 90% de participación de mercado y los anunciantes gastan más de 80.000 millones de dólares al año solo para llegar a los usuarios de búsqueda general a través de su buscador. «Una empresa con poder de monopolio actúa ilegalmente sólo cuando su conducta reprime la competencia», remató Mehta. Algo que, desde el punto de vista de Google, no se cumple, ya que los usuarios siguen pudiendo cambiar la configuración de sus dispositivos para cambiar el buscador. La empresa, en realidad, solo paga para que el suyo sea el que aparece preconfigurado.
Como hemos dicho, Google se juega mucho durante el juicio. El Departamento de Justicia solicita en su demanda que la empresa cambie sus prácticas comerciales monopólicas, pague daños potenciales y reestructure su negocio publicitario.
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