Los bandazos de Elon Musk con Twitter descolocan a los expertos: «Zuckerberg debe frotarse las manos»
El magnate anunció ayer su decisión de limitar el número de tuits que los usuarios pueden ver cada día
Twitter limita el número de mensajes que puedes ver al día
![Elon Musk](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/tecnologia/2023/07/02/musk-afp-3-RFphg4QopGeMMOpRasJcccI-1200x840@abc.jpg)
El funcionamiento de Twitter escapa a toda lógica empresarial. Desde que Elon Musk se convirtió en su propietario, la aplicación del pajarito azul ha dado una sucesión constante de bandazos sin sentido que no parece tener fin. El más reciente tuvo lugar el pasado sábado, cuando el magnate sudafricano anunció su decisión de limitar drásticamente, y de forma temporal, el número de mensajes que cada usuario puede ver en el sitio.
Actualmente, los internautas que pagan el servicio de suscripción Twitter Blue pueden ver 10.000 tuits diarios, las cuentas corrientes se quedan en 1.000 y, finalmente, las de nueva creación en 300. En un primer momento, los límites eran todavía más bajos. Próximamente, vaya usted a saber cuando, la medida podría desaparecer. La red social, además, desde el pasado viernes, obliga a abrir una cuenta a todo aquel que quiera visualizar contenido en su interior.
Todos estos movimientos nacen, teóricamente, del afán personal de Musk por evitar que las empresas de inteligencia artificial sigan aprovechándose de los datos de Twitter para entrenar a sus máquinas, lo que obliga a que la empresa tenga que emplear servidores de emergencia y, evidentemente, gastar más.
Echando a la gente
El movimiento no tiene sentido ni precedentes dentro del negocio de las redes sociales, que se desviven por mantener al usuario con los ojos pegados a la pantalla el máximo tiempo posible. Sus ingresos dependen de ello. Tal y como explica en conversación con ABC Nacho de Pinedo, director ejecutivo de la escuela de negocio digital ISDI. «puede que quiera aumentar el número de suscriptores. También es probable que sea una maniobra para reducir costes. Twitter paga a muchos proveedores de internet».
Más duro es Fernando Checa, profesor de Comunicación y redes sociales en la Universidad Internacional de La Rioja, que califica el movimiento de «absurdo»: «Está echando a la gente de la aplicación. Zuckerberg debe estar frotándose las manos». Por su parte, Laura Cuesta, profesora de Cibercomunicación de la Universidad Camilo José Cela, apunta que la medida puede ayudar a rebajar el consumo de desinformación en la red social. Aunque reconoce que la estrategia comunicativa de Twitter es «nefasta», remarca que, al final, se trata de «una empresa privada», y que el empresario tiene derecho a tomar las medidas que crea necesarias.
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