De Puerto Hurraco a Alcàsser, los pueblos de España a los que Google no deja levantar cabeza
Lugares como Puerto Hurraco o Fago tienen algo en común: en todos se han producido crímenes que han generado gran conmoción mediática y que aparecen en los primeros resultados de los motores de búsqueda ocultando otros aspectos positivos de su entorno ¿quién es el culpable?
Piense por un momento en la localidad valenciana de Alcàsser. ¿Qué es lo primero que le viene a la cabeza? Probablemente no tarde más de dos segundos en pensar en el archiconocido «Crimen de Alcàsser» en el que las jóvenes Miriam, Toñi y Desirèe morían a manos de Antonio Anglés y Miguel Ricart y que conmocionó a España en los años noventa. Pero Alcàsser es más que eso. Alberga los vestigios de una antigua necrópolis visigoda y cuenta con importantes monumentos, como el Castillo Palacio de la Baronía, declarado Bien de Interés Cultural, entre otros muchos atractivos.
Si efectuamos una búsqueda rápida sobre Alcàsser en cualquier motor de búsqueda como Google, Yahoo! o Bing, las primeras entradas que encontraremos respecto a la localidad valenciana harán, inevitablemente, referencia a este atroz suceso . No es, ni mucho menos, el único pueblo de España en el que ocurre algo así. Puerto Hurraco, la localidad pacense famosa por la estremecedora matanza de 1990 que llegó incluso a la gran pantalla , tampoco luce con orgullo las bondades de su tierra en los buscadores ya que la mayoría de las referencias que aparecen tras pulsar «intro» en nuestro ordenador destacan los crímenes sobre el resto de resultados.
Francisco Canals, director de la Consultora «Identidad Legítima», ha analizado la reputación digital de algunos de los municipios españoles que peor fama tienen en nuestro país. Tras un exhaustivo análisis, el experto se muestra rotundo al afirmar que, en efecto, hay localidades españolas a las que los buscadores «no permiten levantar la cabeza». Canals explica a ABC que «los algoritmos de Google priorizan en muchas ocasiones noticias negativas que en nada favorecen a un buen número de localidades, algo injusto y que está causando un daño enorme».
Puede que Canals esté en lo cierto en la base de sus afirmaciones, pero ¿no debe el motor de búsqueda primar los resultados de mayor interés para el usuario —como en el caso del triple crimen de Alcàsser— sobre otras entradas aunque estas sean positivas? La discusión, dice el experto, es casi filosófica. «Google y otros motores generan distorsión, como en el caso de Alcàsser, Puerto Hurraco, Fago... ya que los crímenes que allí tuvieron lugar no dejan apreciar todos los valores que esos pueblos tienen (excursiones, rutas naturales...) y que quedan enterrados en estigmas que encima no pertenecen al presente, algo que genera el lógico enfado de alcaldes y responsables municipales».
Al director de «Identidad Legítima» le resulta injusto el hecho de que los buscadores no hayan optado por eliminar de sus bases de datos ciertos contenidos perjudiciales que, en su opinión, nada aportan al pueblo en cuestión. «Prevalecen las leyes de la tribu sobre las leyes del Estado», asegura.
Buscando culpables
El daño que, en opinión de Canals, Google genera en los pueblos primando resultados negativos es «ilimitado». «En muchos casos esta mala fama ahuyenta al turismo y a posibles inversores, con el consecuente perjuicio económico que eso supone». ¿Realmente es Google el culpable de ello?
«Nadie puede hacer que Google censure informaciones»ABC se ha puesto en contacto con la filial del popular buscador en España , desde donde consideran que «Google no castiga, sino que hace un ranking en base a un número elevadísimo de algoritmos, como por ejemplo la cantidad de 'clicks' que recibe una información, su popularidad entre los usuarios, el hecho de que sea o no enlazada en otras webs... En el caso de Alcàsser, si el mayor volumen de búsquedas se centra en el triple asesinato, es obvio que la clasificación tendrá más relación con eso que con la historia del pueblo en cuestión».
Además, desde Google dejan claro que al buscador no le sería posible eliminar los resultados negativos de su base de datos, pues «no tiene la potestad para elaborar una clasificación a medida ya que nuestro objetivo es que los resultados respondan a las búsquedas que hacen los usuarios».
La pelota, en el tejado de los pueblos
Como dice Canals, discutir sobre si la mala fama de algunos pueblos de España en los motores de búsqueda es culpa o no de empresas como Google, Bing o Yahoo! no llevaría probablemente a nada. Desde Google afirman que la pelota está, indudablemente, en el tejado de los afectados, pues son ellos quienes deberían alimentar sus páginas y trabajar por posicionarse positivamente en el buscador creando webs en las que se fomenten los aspectos positivos del pueblo así como otras historias que nos hagan olvidar los eventos más trágicos.
Además, afirman desde Google, «nos estamos centrando en que éste y otros buscadores priman resultados negativos sobre los positivos en algunos lugares, pero tenemos que tener en cuenta que también ocurre a la inversa. Por ejemplo, si ganas un Nobel, tu nombre irá siempre asociado a este hecho en los buscadores, ya que se trata de un evento histórico. Nadie puede hacer que Google censure o elimine informaciones que no nos gustan, sino que serán los afectados quienes deberán trabajar por posicionarse positivamente».
Pueblos con nombres raros
Aunque es cierto que Puerto Hurraco o Alcàsser son algunos de los casos más llamativos, Francisco Canals destaca numerosos ejemplos de pueblos que soportan en internet el peso de sus tragedias, pues localidades como Los Galindos (Sevilla), El Salobral ( Albacete), La Cornudilla (Valencia) o La Mussara (Cataluña) tampoco muestran sus valores más positivos en la Red.
Pero esta mala reputación también afecta, según Canals, a otros lugares que, aunque no están bajo el yugo de la tragedia, son objeto de burla por el hecho de tener denominaciones anómalas, como el caso de El Pozo de las Mujeres Muertas (Asturias) La Degollada (Asturias), Los Infiernos (Murcia), Venta de Pantalones (Jaén), Alcantarilla (Murcia), Corte de Peleas (Badajoz), Rascafría (Madrid) o Peleas de Abajo y Peleas de Arriba (ambos de Zamora).
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