La fiebre del retro: los 'gadgets' por los que se pagan fortunas y que puedes tener en el trastero
Lo que algunos consideraban basura se ha convertido en un tesoro. El coleccionismo de videojuegos y dispositivos antiguos mueve cada vez más dinero y algunos ya lo ven como un valor refugio en tiempo de crisis
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![El creador de contenido TuberViejuner tiene una colección de 150 ordenadores de todas las épocas](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/tecnologia/2023/03/22/coleccion-tuber-RFvaiULi3gv3MiNWMjxoGdM-1200x840@abc.jpg)
A Pablo Negre la vida le cambió, sin darse cuenta, en el verano de 2010 durante un viaje a Nueva York. Visitando el museo MoMA, vio expuestos varios de los primeros ordenadores iMac fabricados por Apple a inicios del milenio. Su diseño, y ... los colores vivos y estridentes de sus cubiertas, le llamaron tanto la atención que quiso conseguir alguno con el único objetivo de decorar su casa. «Me di cuenta de que podía recurrir a eBay y conseguirlos sin problema. Cuando los tuve, comencé a fijarme en ordenadores de inicios de los 2000», explica Negre en conversación con ABC.
Estas primeras compras, a golpe de 'click' en tiendas de segunda mano, sumadas a la entrada por la puerta de un ordenador Macintosh de 1988, cortesía de su abuelo, terminaron provocando que, como tantos otros miles de nostálgicos, abrazase el coleccionismo de tecnología retro. Afición al alza desde hace unos cuantos años y que ya es considerada por muchos, incluso, como una forma de inversión o un valor refugio. Y no necesariamente a largo plazo, atendiendo a los elevadísimos precios que, actualmente, están alcanzando en el mercado determinados dispositivos.
«El coleccionismo de tecnología retro, sea lo que sea, es como una especie de adicción. Es como un bicho que se te mete dentro. Muchos dicen que lo van a dejar o que ya no van a comprar más, pero casi nadie lo consigue», comenta Negre entre risas. Durante sus primeros años, el coleccionista se centro en conseguir dispositivos de la marca Apple. Luego acabó abriendo el abanico. Actualmente se centra especialmente en dispositivos que tuvieron escaso éxito comercial en su momento y que pueden llegar a ser muy difíciles de encontrar.
«En la colección tengo unos 30 dispositivos de Apple, el más antiguo un ordenador Apple-2 de 1978. Me interesan mucho los primeros modelos, como, por ejemplo, el primer iPhone o el primer iPod», dice el coleccionista. La firma de la manzana, efectivamente, cuenta con algunos de los 'gadgets' retro más interesantes para los coleccionistas. El pasado febrero, una unidad completamente nueva del primer iPhone, comercializado en 2007, alcanzó en subasta el precio récord de 63.000 dólares. Solo unos meses antes, una unidad similar se había quedado en 40.000.
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Ni siquiera hace falta que el móvil este nuevo para tener un precio interesante. Un iPhone 1 que sea funcional y se encuentre en buen estado de conservación puede alcanzar en páginas de segunda mano los 300 euros, que suben mucho si el 'gadget' está completo, con su cargador y sus instrucciones, y viene en el empaque original, que es algo muy importante para los coleccionistas más puntillosos. En esos casos, el vendedor puede pedir, fácil, más de 1.000 euros.
![Pablo Negre muestra algunas de las piezas de su colección](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/tecnologia/2023/03/22/coleccion-pablo-U70682160708VxA-624x500@abc.jpg)
Negre, que tiene cuenta de Instagram en la que muestra sus dispositivos, compara el coleccionismo de tecnología con cualquier otra afición: «Igual que quien se lee una novela, yo me meto en eBay o en subastas japonesas a la búsqueda. A ver si encuentro algo que me interesa». Hace años, decidió fijarse en piezas muy concretas, difíciles de encontrar, en lugar de llenar su casa de trastos.
«Ahora ando buscando el Twentieth Anniversary Macintosh, un ordenador que lanzó Apple por el veinte aniversario de los Mac, del que solo se hicieron 13.000 unidades. También ando a la caza de un ordenador G4 Cube, también de Apple, que fue un fracaso comercial y ya está alcanzando precios muy elevados», apunta Negre, que también suma en su colección un buen puñado de fracasos comerciales, como esas Google Glass con realidad aumentada lanzadas hace más de una década, cuando Mark Zuckerberg no había tenido tiempo ni de pensar en el metaverso.
Según señala el coleccionista, su dispositivo más raro es una extraña versión del pequeño ordenador de Apple JLPGA Powerbook, de la que apenas se fabricaron 50 unidades en todo el mundo a inicios de los noventa. «Tengo dos unidades. Una la compré porque el precio me cuadró y puede ayudarme en el futuro a tentar a algún vendedor para que acepte un trueque por otro dispositivo», explica Negre.
«Recolección de basura»
A pesar de que el coleccionismo de tecnología tiende al alza, el videojuego retro es el que se lleva, con mucho, la palma. «Yo he comprado por calderilla juegos que ahora valen fácil 100 o 200 euros. Al inicio de los 2000 esto era prácticamente recolección de basura. Trozos de plástico que nadie quería», explica a este diario Jorge J. Ramos, que actualmente tiene en su poder cerca de 60 consolas y 600 videojuegos diferentes.
![La colección de Jorge J. Ramos está conformada por 60 consolas y unos 600 videojuegos](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/tecnologia/2023/03/22/coleccion-jorge-U25676063603ymV-624x350@abc.jpg)
El coleccionismo de videojuegos retro, en función de la consola y de los títulos de su catálogo, no está al alcance de todos los bolsillos. Pero ni de lejos. A día de hoy comprar máquinas que en la época escaseaban por su elevado precio, como la Neo Geo AES, que para un chaval de los noventa era como tener una máquina recreativas conectada al televisor, obliga a gastar, fácil, 500 euros si se quiere que la máquina esté en buen estado y con caja. En una rápida búsqueda por Internet, incluso, es posible encontrar alguna unidad nueva que se va por encima de los 8.000 euros. «La especulación es salvaje. Llega a ser muy desagradable», lamenta Ramos.
Neo Geo a parte, la mayoría de coleccionistas apuntan a los primeros sistemas de Nintendo y a sus catálogos como los más interesantes. En concreto, a la NES (1986), la Game Boy (1989), la Super Nintendo (1992) e, incluso, la Nintendo 64 (1996). Cuatro máquinas que tuvieron mucha culpa en la gran popularidad que fue adquiriendo el videojuego durante la década de los noventa y que, además, son albaceas de algunos de los mejores juegos de sagas tan legendarias como Super Mario, Metroid o Zelda. Pero esas no son las únicas claves detrás de la creciente cotización. Y es que encontrar videojuegos completos de estas máquinas es especialmente complicado. «Las cajas de los videojuegos de las primeras consolas eran de cartón y muchas se iban directamente a la basura después de abrirlas», dice Ramos. A día de hoy, se puede encontrar alguna que otra Super Nintendo en buen estado y con caja por unos 300 euros. Haciendo una búsqueda rápida por eBay, es fácil encontrar unidades precintadas que superan los 2.000 euros.
Los videojuegos que llegaron a esta máquina tampoco se están regalando precisamente. Algunos de los pertenecientes a la popular (y endiabladamente difícil) saga Mega Man pueden llegar a superar, completos y en buen estado, los 1.000 euros.
Las primeras PlayStation y las máquinas de Sega, las legendarias Master System, Megadrive, Sega Saturn y Dreamcast, también cuentan con un buen puñado de joyas cotizadas en sus catálogos. Y nada indica que durante los próximos años vayan a bajar de precio. «Antes la gente invertía en oro, ahora mucha gente se ha dado cuenta de que la tecnología se ha convertido en una buena inversión, porque va subiendo y va subiendo. No hay un punto de inflexión. Son ya años de crecimiento. Hay países en los que se llegan a pagar burradas», explica a este periódico Luis, conocido popularmente como TuberViejuner, dueño de uno de los canales de YouTube especializados en tecnología retro más importantes de España.
![TuberViejuner es uno de los creadores de contenido especializados en retro más importantes de España](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/tecnologia/2023/03/22/coleccion-tuber_20230322125053-U02507435255Xrq-624x350@abc.jpg)
La «burrada», en algunos casos, puede ser, incluso, millonaria. El pasado 2021 se vendió en subasta una copia de 'Super Mario 64' nueva, y encapsulada y graduada por una empresa especializada (alcanzó una nota de 9.8, casi perfecta), por 1,5 millones de dólares. «La tecnología, sin duda, puede ser un valor refugio. Yo, seguramente, no me moriré con mi colección. En algún momento la venderé. También puede que un día quiera comprar un coche y me sirva con deshacerme de cuatro dispositivos», señala, por su parte, Negre.
El peso de la nostalgia
Evidentemente, no todos los dispositivos electrónicos de décadas pasadas están llamados a alcanzar precios de vértigo. El aura de la marca y la escasez del producto suelen ser determinantes en la cotización; pero también la nostalgia que despierte en el coleccionista. «Todas las cosas que ahora se consideran retro, muchos coleccionistas las conocieron en su momento siendo unos niños. En mi caso, lo que intento es recordar lo que sentía con esta tecnología», dice TuberViejuner, que cuenta con unos 150 ordenadores y hardware de PC de todo tipo.
«Muchas veces buscas lo que querías cuando eras más pequeño y no podías tener. Yo empecé por culpa de la NES de Nintendo. En la época, mis padres no pudieron comprármela, ni siquiera tuve algún clon chino de la máquina», recuerda Ramos.
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Luego hay casos como el de David Gutiérrez, informático que tiene en su poder más de 370 móviles de Nokia, la mayoría funcionales y todos fabricados entre la década de los noventa y el 2017. «La gente me los empezó a dar porque no sabía que hacer con ellos», dice. El coleccionista, que tiene baldas llenas de modelos que van del 3310 al 5510, afirma que no se ha gastado más de cinco euros en ninguno de los móviles que tiene. Prueba de que, al final, no todos los 'gadgets' alcanzan precios de locos.
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