escándalo de las escuchas
James Murdoch se lava las manos: «Los riesgos éticos y legales están en manos del director»
El expresidente de News International insiste ante el juez Leveson en distanciarse de las decisiones de la redacción. El responsable de Sky News admitió el lunes que vulneraron la ley al «hackear» correos electrónicos
![James Murdoch se lava las manos: «Los riesgos éticos y legales están en manos del director»](https://s2.abcstatics.com/Media/201204/24/murdochhh--644x362.jpg)
La comisión judicial que investiga el escándalo de las escuchas en la prensa británica, y que dirige el imperturbable juez Leveson, se ha convertido en el diván psicoanalítico donde se desahogan los principales protagonistas de las alcobas del poder en el Reino Unido . Después de tres semanas de parón por Semana Santa, el órgano de investigación encargado por el Parlamento de realizar una revisión a fondo del escándalo que, en julio pasado, llevó al cierre de «The News of the World», interroga esta semana a algunos de los principales magnates de la prensa inglesa, hombres ricos y poderosos poco acostumbrados a responder a las preguntas de un fiscal especial en sesiones abiertas al público.
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El expresidente de News International –el conglomerado mediático propietario de «The Times», «The Sun» y sus versiones dominicales– James Murdoch se subió al estrado este martes por la mañana y comenzó la sesión reiterando que no le facilitaron la información necesaria para tener idea del alcance de las prácticas ilegales, e insistió en su distancia de las decisiones de la redacción: «Los riesgos éticos y legales estaban en manos del director», dijo, como aperitivo de la comparecencia el miércoles y jueves de su padre Rupert.
Evgeny Lebedev:
«Los políticos británicos sobrestiman el poder de los periódicos»
El inusual desfile de «barones» mediáticos fue inaugurado el lunes por Evgeny Lebedev, hijo del oligarca ruso Alexander Lebedev, propietario del «Independent» y del gratuito «Evening Standard» en Reino Unido, y del influyente periódico ruso « Novaya Gazeta », una de los pocas publicaciones no sometidas a los dictados del Kremlin.
Evgeny, responsable del negocio editorial británico, quiso rebajar el poder de los medios en el Reino Unido: «Creo que los políticos en general sobrestiman la influencia de los periódicos en los procesos políticos en este país», dijo. Los Lebedev figuran entre los principales accionistas de empresas como Aeroflot o Gazprom. Evgeny aseguró, además, que ningún primer ministro se ha acercado a ellos para pedirles su apoyo. Una afirmación que, seguro, no podría mantener James Murdoch.
También el lunes, John Riley, responsable de la cadena de noticias Sky News, reconoció ante el juez Leveson que vulneraron la ley al «hackear» correos electrónicos , una humillante confesión que desencadenó de inmediato el anuncio de una investigación por parte del regulador del sector, Ofcom. Una medida que aleja aún más el viejo sueño del joven Murdoch de hacerse con el 100% de Sky.
Hay cinco investigaciones policiales y hasta 43 personas en libertad bajo fianza
James deberá explicar de nuevo, como ya hizo de forma poco convincente ante una comisión parlamentaria el pasado julio , junto a su padre, y en una segunda comparecencia en noviembre , cómo es posible que no tuviera conocimiento de la magnitud de las prácticas ilegales en varios de sus periódicos hasta «finales de 2010», como ha defendido hasta la fecha.
Las diversas ramificaciones del escándalo ha generado ya cinco investigaciones policiales paralelas, y 43 personas –incluidos varios periodistas de diarios de Murdoch– se encuentran en libertad bajo fianza. Un reguero de corrupción y prácticas ilegales que salpica a periodistas, políticos y policías por igual, y que tiene en el centro al hombre que comparecerá ante el juez Leveson durante seis horas este miércoles y jueves: Rupert Murdoch.
A sus 81 años, el empresario australiano parece estar con ganas, y dispuesto a molestar a sus antiguos amigos , a los que no dudó en ayudar a llegar al poder: David Cameron y su círculo más íntimo, pero también Gordon Brown y Tony Blair, padrino, de hecho, de uno de sus hijos. Desde su llegada este fin de semana al Reino Unido, Rupert Murdoch ha criticado desde su cuenta en Twitter varias decisiones recientes del Gobierno Cameron. Todo el «establishment», de hecho, aguantará la respiración ante las respuestas a sus interrogadores de un hombre agasajado en todas las alcobas del poder británico, y que construyó su emporio mediático a la contra de los poderes establecidos.
Los Barclay, dueños del «Telegraph»
Entre estos, figuran familias como los Barclay. Los hermanos David y Fred Barclay son propietarios del hotel Ritz y accionistas en otros establecimientos lujosos de la capital británica como el Cavendish, el Claridge's, el Connaught o el Berkely. Pero, además, son los dueños del Grupo Telegraph, editor de «The Daily Telegraph» y su versión dominical. Y unos ricos muy ricos acostumbrados a esquivar los focos.
Aidan Barclay: «El Telegraph es conservador con "c" minúscula y mayúscula»
«El Telegraph es un periódico conservador con "c" minúscula y "c" mayúscula», aseguró el lunes por la tarde ante Leveson, recatado pero sin complejo alguno, Aidan Barclay, hijo de Sir David. El presidente del diario conservador de referencia ha defendido que la información debe servir a los lectores y no a los propietarios. Y se ha mostrado orgulloso por la publicación en el «Telegraph» del escándalo de los abusos en los gastos parlamentarios en Westminster.
«Por ahora, creo que lo estamos haciendo bien», ha dicho, escueto, el responsable de un periódico que ha vuelto a ser rentable este año, y heredero de una familia que no ha donado dinero a un partido político en los últimos 25 años.
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