Apple se resiente de la mala salud de Steve Jobs

Apple empezó el martes a pagar en Wall Street un anticipado precio por su imagen unipersonal centrada en torno Steve Jobs. Tras el anuncio este lunes (jornada festiva en Estados Unidos) de una nueva baja laboral de su legendario consejero delegado por razones médicas, la cotización en bolsa de la compañía se ha visto castigada a la baja. Hasta el punto de que las incertidumbres en torno a la salud de Jobs han conseguido eclipsar los últimos resultados trimestrales de la compañía tecnológica especialmente beneficiada durante la temporada de compras navideñas.

Parte de la incertidumbre de los inversores se basa en las mínimas explicaciones ofrecidas por Jobs, que el año pasado tuvo que someterse a un trasplante de hígado que le obligó a abandonar su trabajo durante seis meses. Esta vez, Jobs se ha limitado a indicar su deseo de volver a ocupar sus responsabilidades empresariales "tan pronto como pueda". Lo cual ha multiplicado los temores a una reaparición del raro tipo cáncer de páncreas diagnosticado en el 2004 al consejero delegado de Apple.

Algunos especialistas médicos han apuntado la posibilidad de complicaciones en el trasplante de hígado que Jobs recibió el pasado abril en un centro hospitalario de Tennessee o quizá problemas con los fármacos utilizados para evitar un rechazo. Pero los inversores en Wall Street parecen concentrarse en el detalle de que Jobs no haya insistido en su vuelta al trabajo, optando por solicitar respeto a su intimidad personal y familiar.

Al timón de la segunda empresa más valiosa en el mundo por capitalización bursátil queda Tim Cook, responsable de operaciones de Apple y que en el pasado ha cubierto las bajas de Steve Jobs. Pero Cook se enfrenta a la reputación acumulada por su jefe de controlar hasta el último detalle de todo el proceso de creación y comercialización de los grandes éxitos obtenidos desde el lanzamiento hace una década de los reproductores iPod. Con las consiguientes quejas sobre la opacidad de una empresa tan grande y emblemática como Apple con respecto a la verdadera situación de su consejero delegado.

A pesar del castigo registrado ayer en Wall Street, algunos analistas consideran que el mercado ya se está haciendo poco a poco a la idea de una relevo permanente en Apple . Los títulos de Apple se han apreciado casi un sesenta por ciento durante los últimos doce meses por grandes éxitos que no se acabarán necesariamente con la jefatura de Steve Jobs. Como el triunfo de las tabletas Ipad, el relanzamiento en Estados Unidos del iPhone en combinación con la compañía telefónica Verizon Wireless y un significativo aumento en las ventas de toda su gama de ordenadores personales.

Al cierre de la jornada en Wall Street, Apple ha puesto de manifiesto su solidez al publicar unos envidiables resultados del último trimestre con unos beneficios netos de 6.000 millones de dólares . El éxito de los productos de la compañía durante la campaña comercial de Navidades ha supuesto un aumento del 70 por ciento de sus ingresos, hasta superar los 26.700 millones de dólares. Cifra sin precedentes y por encima de las expectativas de analistas que se traduce en unos beneficios por cada acción de 6,43 dólares. En total, la compañía ha logrado vender durante los últimos tres meses un total de 16,24 millones de iPhones; 4,13 millones de Macs; 19,45 millones de iPods y 7,33 millones de iPads.