Wisk Aero completa con éxito el primer viaje de su nuevo taxi aéreo
Con capacidad para cuatro pasajeros y una autonomía de 144 kilómetros, este vehículo eléctrico y autónomo podría comenzar a operar a finales de la década
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Los taxis aéreos están cada vez más cerca de ser una realidad y prueba de ello es que la compañía de Boeing, Wisk Aero –empresa líder en movilidad aérea avanzada–, ha realizado los primeros vuelos públicos en el aeropuerto de Long Beach, en Los Ángeles. Esta prueba brindó la oportunidad de realizar operaciones de vuelo autónomas en un entorno aeroportuario comercial complejo y real junto con otras operaciones de aerolíneas de pasajeros.
Dicha prueba se ha realizado con la aeronave Cora (quinta generación) aunque la compañía ya está preparando la sexta generación de este taxi aéreo VTOL (despegue y aterrizaje vertical) que es totalmente eléctrica y autónoma con supervisión humana.
Este modelo cuenta con el diseño patentado de 12 hélices y la configuración de la pluma para un rendimiento optimizado. Las hélices delanteras de cinco palas más grandes mejoran el control y el rendimiento de la aeronave, reducen el ruido y garantizan una gestión eficiente de la energía, mientras que las frontales inclinables giran desde la configuración de elevación a la configuración de crucero para generar empuje y mejorar la seguridad al aumentar la redundancia y eliminar puntos únicos de falla. Por su parte, las traseras se alinean y bloquean en su posición durante el vuelo de crucero para aumentar el rendimiento aerodinámico de la nave.
El interior de este vehículo, que puede acoger hasta cuatro pasajeros, es bastante espacioso y, además, es accesible a personas con discapacidad. Cuenta con un amplio espacio de almacenamiento para artículos grandes y equipajes, botones de llamada/ayuda en el techo, posavasos, pantallas táctiles con conexión WiFi en las que seguir el transcurso de su vuelo, bases de carga para dispositivos móviles y cinturones de seguridad con arnés de cuatro puntos.
Cuenta, también, con un software de alta tecnología para la toma de decisiones que está vinculado a los sensores del taxi y diseñado para detectar los obstáculos y evitar los accidentes. Este modelo puede volar a una altura de 1.000 y 1.500 metros sobre el suelo, su autonomía es de 144 kilómetros, su velocidad de crucero de 110-120 nudos y el tiempo de carga es de 15 minutos.
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La compañía, que lleva más de 10 años perfeccionando su taxi aéreo con más de 1.700 vuelos sin accidentes, espera que su uso se generalice a finales de esta década.
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