Rolls-Royce y Aston Martin rinden homenaje a James Bond con dos coche de lujo de coleccionista

En esta pieza te mostramos cómo son estas dos preciosas versiones 007 de Rolls-Royce y Aston Martin, que siguen los pasos de otras marcas de lujo que se han inspirado en el cine para desarrollar ediciones especiales. Este mismo año, sin ir más lejos, lo había hecho ya Pininfarina con sus espectaculares hypercars inspirados en Gotham y todo el universo de Batman.

Rolls-Royce ha presentado una edición especial y única en el mundo (solo se ha fabricado esta) de su modelo Phantom Extended con un diseño inspirado en la icónica película Goldfinger que se ha rodado de James Bond. Además, la marca celebra que sus coches de lujo aparecen en dicha cinta de la franquicia cinematográfica del agente 007.

En realidad, Rolls-Royce y James Bond unen sus caminos hasta en doce ocasiones a lo largo de todas las películas de 007, pero pocas son tan recordadas y populares como Goldfinger, que este año 2024 ha cumplido 60 años desde su estreno en 1964.

Por este motivo, el servicio Bespoke de Rolls-Royce, probablemente la experiencia más lujosa y personalizada que existe dentro del sector de los coches de lujo, como puedes comprobar en este reportaje en el que te contamos cómo funciona este servicio, ha diseñado y fabricado un modelo del Phantom que se inspira en el Phantom III Sedanca de Ville de 1937 propiedad del villano Auric Goldfinger, que da nombre a la película.

El Phantom Goldfinger, nombre con el que ha sido bautizada la única unidad de esta edición especial, cuenta con numerosos detalles que recuerda a la trama de la cinta. Según la marca, en el desarrollo del coche se han invertido tres años, que han servido para concebir características estéticas únicas de este Phantom. Es el caso del palo de golf dorado montado en el interior del maletero del automóvil —como el que usa Auric Goldfinger en su primera escena con James Bond— o una galería de esculturas que toma su idea de la escena filmada en el Paso de Furka, un impresionante puerto de montaña situado en Suiza.

Además, llaman también atención en este sentido las llantas de disco de 21 pulgadas que monta el coche, ya que están terminadas en negro y llevan tapacubos plateados de aspecto flotante. El color resultante recuerda, según la casa, a las llantas que llevaba el coche original de 1937 que aparece en la película.

Estos pequeños detalles se suman a otros que son visibles a simple vista, como la combinación de color elegida por Rolls-Royce para el Phantom Goldfinger: amarillo y negro.

En el interior, el lujo y la atención a los detalles se multiplica. Se aprecia, por ejemplo, en las mesas de picnic que incluyen un mapa ficticio de la reserva de lingotes de Fort Knox (fuerte ubicado en Kentucky, Estados Unidos, que también aparece en Goldfinger) con incrustaciones de oro de 22 quilates.

En definitiva, Rolls-Royce ha diseñado un coche en el que, como se dice coloquialmente, «se ha pasado el juego» de la personalización. No es de extrañar que para Nick Rhodes, diseñador a medida de la marca, dar vida al Phantom Goldfinger haya sido «uno de los mayores viajes creativos de Bespoke Collective hasta la fecha». Rhodes destaca sobre todo que «los elementos elegantes y extravagantes que hacen referencia a los momentos más memorables de la película son una demostración exquisita del poder de Bespoke para agregar un nuevo capítulo a una historia existente».

Se desconoce el valor económico del coche, que será para un coleccionista anónimo cliente habitual de la marca.

La relación entre James Bond y los coches de lujo va mucho más allá de Rolls-Royce. De hecho, la casa británica no es la primera en diseñar una edición especial inspirada en el universo cinematográfico del agente 007. Ya lo hizo antes Aston Martin.

En concreto, Aston Martin celebró el lanzamiento de la 25ª película de James Bond, Sin tiempo para morir, lanzando en colaboración con EON Productions dos ediciones especiales distintas de automóviles que aparecían en la película.

En concreto, Aston Martin lanzó en 2020, cuando se estrenó la cinta, sendas versiones 007 de los modelos Aston Martin Vantage y DBS Superleggera. El primero de los dos ya había aparecido antes en una película de James Bond; lo hizo en Alta tensión, allá por el año 1987.

La producción se limitó exclusivamente a 25 coches de estas ediciones especiales 007 firmadas por Aston Martin. «Es un honor aplicar un estilo inspirado en 007 a nuestros coches deportivos, ya que brinda a nuestros clientes la oportunidad de poseer una pieza única de la historia tanto cinematográfica como automotriz», dijo entonces el vicepresidente y director creativo de Aston Martin, Marek Reichman.

Es tan estrecha la relación entre James Bond y Aston Martín que este mismo año 2024, coincidiendo también con el 60 aniversario de Goldfinger, la factoría inglesa ha lanzado una edición especial del DB12, a la que ha bautizado como Goldfinger Edition.

No en vano, la primera vez que este coche clásico de Aston Martin, icónico donde los haya, apareció en las películas de James Bond fue precisamente en Goldfinger, allá por 1964.

El nuevo DB12 Goldfinger Edition mantiene la misma elegancia que aquel modelo, en el característico color plata, pero con todos los avances tecnológicos y mecánicos de estas seis décadas.

«La relación entre Aston Martin y la franquicia de James Bond es algo que siempre se atesora. Es una ocasión increíble poder reconocer seis décadas de esta asociación con una edición especial extraordinaria y rendir homenaje al primer y quizás más famoso automóvil Aston Martin Bond», ha dicho Marco Mattiacci, director comercial y de marca global.