La millonaria afición de John Travolta con la que surca los cielos

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01/04/2022 a las 00:04h.

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Además del séptimo arte, John Travolta es un apasionado del mundo de la aviación, una afición que comenzó a cultivar cuando era apenas un adolescente. Tanto es así que según ha explicado en alguna que otra entrevista en alguna ocasión ha compaginado la preparación de sus papeles en el mundo del cine con las horas de vuelo que tenía que cursar para poder obtener sus licencias.

Hace apenas unos días publicó orgulloso en su cuenta de Instagram que había conseguido su licencia de Boeing 737 . Una certificación que añade a la del 707 y 747 que ya poseía. Pero estas no son todas, en una entrevista con Business Jet Traveler, reveló que está cualificado para volar 11 tipos de aviones diferentes como los jets Gulfstream, Challenger, Hawker, Falcon, Lear, Citation , así como las aeronaves militares de Havilland Vampire y Canadair CL-41 Tutor/Tebuan .

Más de 40 años sobrevolando el mundo (obtuvo la primera a los 22) en los que ha vivido todo tipo de experiencias como por ejemplo, en 1992, cuando evitó una catástrofe en Washington cuando su Gulfstream II sufrió una falla eléctrica total. Gracias a sus conocimientos logró aterrizar el avión y evitar una colisión en el aire con un Boeing 727 cercano.

El actor posee una fortuna estimada en 170 millones de dólares , por lo que puede disfrutar tranquilamente de sus lujos aeronáuticos. Su pasión es tal que incluso tiene acondicionada su mansión de Florida para poder guardarlos sin problema, donde instaló su propia pista de aterrizaje.

En su garaje figura un Bombardier Challenger 601, uno de los jet privados más populares del mercado que adquirió en 2011. También posee el Eclipse 500 , del 2007. Se sabe además que tuvo un Canadair CL41 Tutor que donó a una universidad, y un Lockheed Jetstar que también vendió. Entre sus andanzas también destaca la colaboración con la aerolínea australiana Qantas Airway s tras los ataques del 11S, intentando incentivar a las personas a que siguiesen volando a pesar de lo sucedido. Tanto es así que incluso llegó a comprar uno de los aviones de la compañía, un Boeing 707.

De entre todos ellos se dice que el Boeing 707-138B de Qantas es su favorito. Una pieza en la que invirtió aproximadamente 20 millones para poner a punto y transformar en un jet privado de ultra lujo. Entre otras labores, reemplazó los 150 por 15 sillones individuales para que los viajes se pudiesen realizar cómodamente. En 2017 decidió donarlo a la Sociedad de Restauración de Aeronaves Históricas de Australia (HARS) en 2017 para que se exhiba en el futuro.