The Lodge, el hotel de lujo silencioso al pie de la Sierra de Tramontana
Este refugio mallorquín situado en una reserva natural privada ofrece 24 suites independientes, cocina a la leña y una gran oferta 'wellness'
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El lujo silencioso se inició en la moda como la antítesis de la ostentación. En el ámbito de los viajes se aplica a esos lugares alejados de la masificación y conectados con la naturaleza, el silencio, la sostenibilidad y la artesanía. The Lodge, en Mallorca, es un claro ejemplo. Este refugio está ubicado dentro de una reserva natural privada, protegida por la UNESCO, de 157 hectáreas. A media hora del aeropuerto de Palma de Mallorca, y a los pies de la Sierra de Tramontana, este alojamiento de lujo con solo 24 suites, ofrece todo lo necesario para desconectar, descansar y disfrutar de la naturaleza.
A la gran finca se accede por un camino de tierra, tras coger la salida 37 de la autopista de Alcudia. Un extenso campo de lavandas, olivos centenarios, almendros, algarrobos, árboles frutales y muchas flores silvestres rodean el camino que conduce al edificio principal. Esta construcción de más de 500 años ha sido remodelada, manteniendo elementos originales como las pequeñas ventanas de la fachada o la gran tafona, el molino de aceite ubicado frente a la recepción. A su lado se sitúa el restaurante, Singular, abierto también a clientes no alojados, y, enfrente, La Pérgola, un salón exterior con vistas a los jardines y la piscina infinita, donde es posible degustar el desayuno, la comida o el aperitivo. Las suites, todas con increíbles vistas a la finca, están repartidas en diferentes edificios de fácil acceso a pie, en bicicleta eléctrica o en buggy.
En The Lodge todo invita a la desconexión: las bonitas vistas de la campiña mallorquina, que se pueden disfrutar desde todas las suites, el silencio, solo roto por el cantar de los pájaros, y el ambiente que se ha creado gracias a la elegante y cuidada decoración. La diseñadora Pilar García-Nieto, que ya realizó el interiorismo de otros hoteles del grupo Único, como Mas de Torrent Hotel & Spa y el hotel Finca Serena Mallorca, ha sido la encargada de crear un ambiente mediterráneo y minimalista, usando materiales naturales y orgánicos y una gama cromática de tonos tierra que, junto a la cuidada iluminación, crean una atmósfera de tranquilidad y relajación. La privacidad es esencial en este refugio y se consigue con casitas que apenas albergan entre 4-6 suites, todas con terraza o jardines privados y algunas, incluso con su propia piscina.
El compromiso con el medioambiente de The Lodge es bien visible para los huéspedes, con su campo de placas solares, que suponen el 40% del consumo energético de la finca, o sus huertos donde se cultivan algunas de las verduras que se sirven en el restaurante. Además, para el riego de las plantas se utiliza agua regenerada. También elaboran su propia miel, gracias a los panales de abejas que se ubican en la finca, y que está disponible en el desayuno para todos los huéspedes. Con la lavanda elaboran productos como cremas o jabones. De su hotel hermano, Finca Serena, se trae el aceite de oliva y el vino, ambos elaborados allí gracias a los olivos y las vides que crecen en sus tierras.
Un refugio de lujo para cuidarse y realizar deportes en el exterior
Este refugio exclusivo, punto de partida perfecto para explorar la isla, ya que se encuentra a 10 minutos de playas como la de Muro, Son Serra de Marina, playa de Alcanada o Colonia de Sant Pere, de varios campos de golf, de rutas ciclistas y de pintorescos pueblos como Pollença, Sa Pobla o Campanet, ofrece una gran oferta de actividades y bienestar. Dentro de la propia finca se pueden realizar rutas de senderismo por la montaña, llegando a miradores con vistas a la bahía de Alcudia y a la Sierra de Tramontana. También es posible disfrutar de un picnic, preparado por el chef, en la más completa soledad, en medio del bosque o en el campo de lavandas. Otras actividades que se pueden solicitar son rutas para ciclismo, paseos a caballo, salidas en kayak, barco o para hacer surf. Además, es posible realizar yoga y ejercicios en la zona fitness al aire libre, equipada con las máquinas Technogym.
The Lodge ofrece también retiros para alejarse del ritmo frenético del día a día y del estrés, como el que organizó a finales de abril Tribe Retreats. Katie Grover y Lina Jurevičiūtė combinan su sabiduría y experiencia en el deporte, el yoga y la nutrición para ofrecer una completa experiencia de autocuidado. Las sesiones diarias entre las que se incluyen senderismo, diversos tipos de yoga, meditación, baños de Gong, ejercicios de fuerza y cardio y consejos de nutrición, se combinan con una gastronomía saludable con recetas especiales del chef de Singular, y momentos de relax para disfrutar de todas las instalaciones del hotel.
En el área wellness, además de una piscina exterior con el agua climatizada y una sauna exterior de madera, se ofrece una extensa carta de tratamientos faciales y corporales, así como masajes con las marcas Natura Bissé y Comfort Zone.
Cocina a la leña
Singular, el restaurante de The Lodge, se caracteriza por 'la cocina al fuego'. Prácticamente todos los platos, con alguna lógica excepción, tienen ese sabor de cocina elaborada en las brasas. Y es que el fuego del restaurante se alimenta con leña de los árboles de la finca, almendros, olivos, algarrobos y encinas. El prestigioso Ramón Freixa, con dos estrella Michelin y tres Soles Repsol en su restaurante Ramón Freixa Madrid, dentro del hotel Único, es el responsable de la dirección gastronómica y de un equipo capitaneado por el chef mallorquín Mateo García.
En la carta, encontramos producto local y de temporada. A destacar el pan casero con harina de xeixa y mantequilla ahumada, la coca de caballa con tumbet al romero, la ensalada de cabracho con hinojo y naranjas de Sóller, la gilda mallorquina o el buñuelo de porcella, sobrasada y miel propia.
Carnes regionales y nacionales, una gran variedad de pescado de las lonjas de Alcudia y Palma y los arroces completan la carta en la que no faltan postres como el gató de almendra marcado a la brasa con helado de miel de las abejas de la finca o el helado de lavanda, y vinos tanto de la isla (entre ellos el blanco y el rosado de Finca Serena), como del resto del mundo.
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