El whisky favorito del rey Carlos III que ahora también se vende en España
La escocesa Laphroaig, cuyo proceso artesanal de producción se realiza en la isla de Islay, aterriza en el mercado español con grandes expectativas gracias a la reputación que lo precede
Vendida una barrica de whisky por más de medio millón de euros
En los últimos años se ha experimentado un crecimiento del interés por el whisky de alta calidad en España, un dato positivo que se espera siga aumentando en los próximos cinco años. Es por esto que la destilería de Laphroaig, líder mundial en whisky ahumado de la isla de Islay, ha decidido lanzarse a la conquista del mercado español. Gracias a su buen hacer y a la calidad de sus productos, esta marca se ha convertido no solo en una de las favoritas de todo amante de este trago, sino también del mismísimo rey de Inglaterra Carlos III.
Su Laphroaig 10 años obtuvo el Doble Oro en el San Francisco World Spirits Competition 2022 y la medalla de oro en la International Wine & Spirits del 2021.
El secreto del exquisito sabor de los productos de esta compañía reside en la esencia de la turba de Islay. Desde la mezcla única de vegetación, animales y musgo hasta el proceso de secado, la impronta ahumada crea un whisky inconfundible. La destilería, cuyo origen se remonta al año 1815, ha combinado habilidades ancestrales y dedicación a la calidad para crear el single malt más distintivo del mundo. La singularidad de esta bebida viene del malteado propio, la brisa del Atlántico, el añejamiento en barricas de Ex Bourbon de Makers Mark y la utilización de hornos de turba, entre otras cosas.
La isla de Islay, la más austral de las Hébridas Interiores escocesas, puede presumir de haber sido el primer lugar de Escocia donde los primeros monjes irlandeses llegaron y empezaron a destilar sus primeros whiskies a principios del sigo XIV. La importancia de esta bebida y su elaboración es tal que este destino, que ha sido durante cientos de años un lugar remoto y casi inalcanzable, multiplica por diez su población en los meses de verano gracias a sus populares festivales de whisky.
MÁS INFORMACIÓN
Cabe destacar que esta marca es de las pocas que aún maltea de forma artesanal sobre suelo y la única destilería que maltea con turba a baja temperatura (20 grados) –aquellas que se usaban para calentar las casas antiguamente–, para lo que es necesario incluso abrir las ventanas impregnando el ambiente de la sala de brisa marina.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete