Salen a subasta las exclusivas joyas con diamantes que Lady Di llevó poco antes de morir
El conjunto, formado por una gargantilla y unos pendientes a juego, se conoce como 'Lago de los cisnes'
La joyería más lujosa y famosa del mundo reabre sus puertas tras varios años cerrada por reformas
El 27 de junio Guernsey tiene previsto subastar unas joyas que la célebre Lady Di llevó apenas dos meses antes de fallecer trágicamente el 31 de agosto de 1997. Se trata de un conjunto formado por un collar, pieza que la entonces princesa de Gales lució en un acto en el Royal Albert Hall de Londres, y unos pendientes que ni siquiera llegó a estrenar. Más allá del valor económico, las piezas fueron confeccionadas de forma exclusiva con diamantes y perlas, cabe destacar el valor sentimental de estas piezas que, además, se subastan con fines benéficos.
A principios de 1997, Diana, entonces princesa de Gales, encargó al joyero de la Corona británica, director también de la centenaria firma de joyería Garrard, la confección de este collar que ahora se subasta. El joyero utilizó 178 diamantes, de talla marquesa y brillante, con un peso total de 51 quilates y cinco perlas del Mar del Sur para confeccionar una gargantilla que Lady Di lució junto a su emblemático vestido azul ajustado de tirantes para ver la representación 'El lago de los cisnes' en el Royal Albert Hall de Londres.
Días después el collar volvió a manos de los joyeros con el objetivo de completar el conjunto con unos pendientes tipo aretes a juego, con diamantes y perlas. Todo sería regalo de Dodi Al Fayed, pareja de Lady Di.
Desgraciadamente la princesa, y también su prometido, fallecían de forma inesperada el 31 de agosto de 1997 en París. Dos años después de la tragedia, la familia de Diana autorizó a la joyería la venta del conjunto, conocido como 'La suite del lago de los cisnes'. Una parte de las ganancias se dedicaron a UNICEF y sus esfuerzos por prohibir las minas terrestres una causa que Diana apoyó de forma apasionada.
El magnate norteamericano James McIngvale se hacía finalmente con las joyas. Sin embargo, con la recesión global, que tuvo lugar en 2008, las vendió a través de Guernsey. Su nuevo propietario fue una familia original de Ucrania que ha vuelto a confiar en la casa de subastas para venderlas. Según ha comunicado la propia empresa de subastas Guernsey, parte de las ganancias se dedicarán a la reconstrucción del país, en guerra con Rusia desde 2022.
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En algunos medios se ha publicado que el conjunto de joyas podría salir a subasta, más de 25 años después de la muerte de la princesa, por un precio de entre 5 y 15 millones de dólares.
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