Sí, las botas cowboy han vuelto
Te contamos cómo y por qué recuperarás este calzado propio del lejano oeste
Han sido durante años objeto de burla. Es más, aunque tuvieron su momento de esplendor allá por los 2000, seguro que el par con el que te hiciste lleva años cogiendo polvo en el trastero o está ocupando un valioso sitio en el armario dispuesta a volver a ver la luz. Sin embargo, ya es hora de perdonar los crímenes contra la moda cometidos con ellas e ir sacándolas brillo porque parece que su momento ha llegado.
Mientras se eviten las pieles exóticas o los colores brillantes, la decisión de recuperar las botas cowboy no tiene por qué ser mala. Firmas como Calvin Klein o Céline se han puesto de acuerdo en incluir distintos versiones en sus colecciones de otoño-invierno para todos los gustos imaginables. Ahora solo falta esperar a que algunos valientes pioneros se atrevan a iniciar la corriente.
Entre las razones que pueden convencerte para volver (o empezar) a llevarlas está su efecto estilizador. Gracias a su característico tacón se ganan unos nada desdeñables centímetros que consiguen alargar la silueta de los más bajitos.
También hay que tener en cuenta su historia, ya que nada de este calzado está ahí por casualidad. Todo está perfectamente estudiado, incluida la ausencia de cordones, para que encaje en los estribos y asegurar al cowboy en su caballo de una posible caída. Lo malo es que aquí podríamos hablar también de las múltiples referencias cinematográficas que nos vienen a la cabeza gracias al género western y en lo complicado que es huir de ellas.
Por último hay que tener en cuenta que no son nada sutiles, lo cual puede jugar a favor o en contra dependiendo del carácter de cada uno. Son un accesorio tan llamativo que seguramente hará que la gente mire lo cual no tiene por qué ser malo. Eso sí, debes ser tú quien decida si es este el efecto que buscas o prefieres pasar totalmente desapercibo. Si te animas a lucirlas, hazlo con total confianza o será un fracaso.
Empezaremos por el cómo no hacerlo con una regla básica: jamás lleves las botas camperas por encima del pantalón. Partiendo de esta base, las posibilidades son mucho más amplias de lo que imaginas. De hecho, en el caso de las mujeres la estética boho chic logró que este calzado continuara tímidamente acompañando a faldas largas o fluidos vestidos de flores durante años y así puede seguir haciéndolo esta temporada. El secreto está en no apostar por ellas en looks sofisticados o formales y, en la medida de lo posible, esconderlas de tal forma que se vean solo desde el tobillo.
Si nos centramos en la moda masculina, la cosa se complica. No es fácil determinar cuando ni cómo defender este tipo de botas con dignidad a no ser que vivas en un rancho situado al sur de los Estados Unidos. Se necesita mucha personalidad y atrevimiento para hacerlo. Y ojo porque no estamos hablando en ningún momento de combinarlas con espuelas, ponchos o sombreros (esto mejor reservarlo para una fiesta de disfraces o el elenco de una película del oeste) sino de adaptarlas al estilo diario de la manera más natural posible.
Como siempre, la sencillez será la mejor aliada. Camiseta básica o jerséy de cuello alto con jeans o pantalones de pinzas bastarán para acertar. También puedes animarte a combinarlas con traje, siempre y cuando no vayas a llevarlo en ningún evento formal. Todo un desafío que puede resultar todo un éxito si te atreves, ¿qué es lo peor que te puede pasar?
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