TENDENCIAS
Así llevas la bufanda en invierno, así eres
Cada forma es sinónimo de unas preferencias, y por qué no, un tipo de personalidad. Y tú, ¿cuál eliges?
Si comparamos el vestuario de invierno con el de verano, no es difícil llegar a la conclusión de que en los meses más fríos se abre un abanico de posibilidades a la hora de configurar los estilismos diarios. El llamado “efecto cebolla” -o lo que es lo mismo, llevar capas y capas de ropa para hacer frente a las bajas temperaturas- es perfecto para atreverse con mezclas originales y dar una nueva reinterpretación a lo que ya se tiene en el armario. Los accesorios son otro de los puntos clave para revitalizar el look, y si hay uno por excelencia cuando el mercurio baja esa es la bufanda.
Su historia se remonta a la antigua Roma , donde se empleaba como sudario, y a la cultura China , en el ámbito militar. Su uso como lo entendemos hoy en día se lo debemos a los franceses, que en el siglo XVII empezaron a utilizarlas como un elemento distintivo dando lugar además a las primeras corbatas. Como cualquier prenda, no hay duda de que cada persona le confiere su propio toque personal en función de cómo la combine o los accesorios que le añada. Es más, un mismo modelo puede representar estilos completamente opuestos solo con cambiar la manera de llevarlo. Si no te lo crees haz la prueba con tu bufanda favorita, por ejemplo, con un nudo central o enrollada, parece otra, ¿verdad?
Pues bien, la elección de cómo lucirla puede revelar mucho más de ti de lo que pueda parecer en realidad. Extendida, con una vuelta, a la francesa… cada uno tiene su propio significado… ¿Cuál es el tuyo?
Con un nudo Ascott
El simple hecho de que te anudes así la corbata denota que no puedes salir de casa sin verte completamente perfecto. Siempre vas hecho un pincel y te encantan resaltar tu faceta más Dandy con americanas entalladas y camisas vintage. Amas seducir con tu look y no te lo piensas dos veces a la hora de irte de compras.
A la francesa
Uno de los grandes clásicos que consiste en llevar la bufanda doblada por la mitad, entremetiendo un lado dentro del otro. Si eres de los que suele apostar por esta variedad, podría decirse que te gusta ir a lo seguro y arriesgar lo justo . La frase que mejor te definiría sería: si algo funciona, ¿por qué cambiar?
Tapando un hombro
Aunque intentes dar la imagen de despreocupado, en realidad amas tenerlo todo bajo control. Te gusta la elegancia pero no alardear del lujo y por eso precisamente tienes prendas de las mejores firmas bastante discretas. Los integrantes de este grupo también suelen ser bastante presumidos y perfeccionistas.
Extendida
No te complicas, eres completamente funcional y lo primordial es estar cómodo. Pero ojo, el grupo de hombres que llevan la bufanda extendida podría clasificarse en dos segmentos. Por un lado, los que la llevan cuidadosamente colocada sobre las solapas del abrigo, lo que significaría que prestan atención a los pequeños detalles y que son bastante cuadriculados; y los que directamente pasan del tema y la llevan así porque no se han parado a pensar en si podrían lucirla de otro modo.
Enrollada con una vuelta
Eres práctico pero a su vez eliges con cuidado tu indumentaria. Lo que quieres, lo quieres ya, y sueles cambiar de opinión bastante rápido, de ahí que elijas opciones fáciles de cambiar en el caso de que te arrepientas (y no nos referimos solo a la ropa, que conste).
XXL
Si tú también eres como Lenny Kravitz y eliges modelos en tamaño XXL solo te diremos que eres de los que suele dejarlo todo para el último momento -incluido lo de elegir el modelito- y por eso mismo cedes el protagonismo a la bufanda, a ver si tapas el desastre. También sueles ser un poco desastre a la hora de organizarte tanto en tu tiempo libre como en el trabajo…
Corta, de estilo braga o cuello
Eres un apasionado de los deportes y estás al tanto de las tendencias, por eso el athleisure es el estilo que mejor te define. No concibes la vida sin tus viejas zapatillas y también sueles ser bastante aventurero, por eso, cuanto más todoterreno sea lo que lleves puesto, mejor.
De tipo pashmina
No sueles arriesgar demasiado y te consideras una persona bastante ecléctica. Un día puedes pensar una cosa y cambiar de opinión al segundo, pero de lo que no cabe duda es que cuando algo te convence prefieres no arriesgar.
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