Es hora de recuperar el traje de tres piezas
El conjunto eterno pide a gritos volver a colarse en tu armario y la moda le avala

Chaqueta, pantalón y chaleco todo a juego . Estas eran las tres piezas que formaban parte del traje estándar para hombre hace más de un siglo. Su estilo era el más popular ya que el chaleco proporcionaba una capa adicional de aislamiento frente al frío además de dar un toque mayor de distinción. De hecho, a pesar de su origen en los últimos años su uso ha quedado relegado en exclusiva a los eventos más formales. Un hecho que muchas firmas de moda vienen dispuestas a cambiar con la pretensión de reivindicar el regreso del chaleco modernizándolo de la forma que necesita.
¿Sus bazas? Aportar un mayor empaque y elegancia.
Un pequeño gesto
Parece mentira como un gesto tan simple como incorporar un chaleco sea capaz de hacerte destacar entre la multitud. Ha pasado a ser un guiño raro, algo distintivo que llama la atención favorablemente si hace de forma correcta. A priori añade seriedad y transmite formalidad por su marcado carácter antiguo, pero eso no quiere decir que no se pueda lograr hacerlo tuyo e incluso llegar a darle un aire casual y desenfadado . Accesorios llamativos y una apuesta por los tonos suaves puede ser una manera muy sencilla de aportarle tu personalidad y convertirlo en algo más relajado de lo que aparenta. Para iniciarse en la tendencia lo mejor es olvidarse de los prejuicios y estar dispuesto a probar. De nada sirve tratar de hacerte con uno de estos conjuntos si al llevarlo lo sientes como un disfraz.
La opción más clásica (e infalible) es la que propone que todas las piezas vayan a juego pero si te ves con ánimo puedes atreverte con la que ofrece el chaleco en un estampado o color diferente al del resto para añadir contraste aunque esto se salga de lo canónico. En este sentido las posibilidades son infinitas, desde el básico azul marino hasta el versátil gris, pasando por los modelos a cuadros o a rayas que tanto juego han dado esta temporada sobre la pasarela o los excéntricos que arriesgan con otros motivos como las flores.
El mundo de la sastrería ha jugado bien sus cartas para ofrecerte una propuesta diferente en función del estilo más o menos relajado que estés buscando. De ti depende ante cual rendirte.
Sin miedo a experimentar
Hoy en día las bodas son el terreno más común en los que lucirlo pero, si en tu día a día estás obligado (o simplemente te gusta hacerlo) a llevar traje, lo mejor es que lo hagas a lo grande. Y cuando hablamos de grande nos referimos a apostar sin dudar por el terno . Cierto es que ahora en verano puede ser complicado a la hora de tener que hacer frente a las altas temperaturas , pero piensa que el chaleco no hará más que sujetarte el resto de prendas y ayudarte a ocultar las manchas por la no transpiración de tu camisa. Además, por suerte cada vez son más las versiones en tejidos ligeros y livianos como el algodón o una fina lana para que no haya excusas que valga.
Una vez minimizado el factor sudor, has de tener en cuenta el modo en el que crear el look . Esto es, por supuesto todo del mismo tejido, de un tono discreto y, como en cualquier otro tipo de traje, de la talla correcta. Con estas pautas el chaleco deberá quedar con las costuras de los hombros perfectamente encajadas, abrochado (a excepción del último botón) sin que resulte tirante o con bolsas, con un escote ancho como para que la tela no cubra las puntas de la camisa y con el bajo cubriendo ligeramente la cintura del pantalón.
Como compañeros, nada como una camisa blanca siempre, un pañuelo de bolsillo y una corbata con un nudo no demasiado grande y sin que sobresalga por el chaleco para completar el estilismo.
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