Guía para elegir el abrigo para este invierno
5 claves para dar con la pieza que te acompañará no solo esta temporada sino todas las siguientes
Cada invierno nos enfrentamos al mismo dilema que no es otra que la de dar con el abrigo perfecto. Y decimos dilema porque resulta realmente complicado saber elegir el mejor entre tantos modelos que hay disponibles en las tiendas. Sobre todo porque en esta tesitura son muchos los factores que hay que tener en cuenta , y más sabiendo que no se trata de una compra pensada para esa temporada porque se trata de hacer una que perdure en el tiempo.
La inversión es grande, de ahí que se espere de ella un retorno que vaya más allá de los meses que dura el frío. Entonces, ¿en qué debemos fijarnos para decidirnos por uno u otro?
Aquí tienes cinco claves que pueden ayudarte en la tarea.
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¿Clásico o tendencia?
Es la primera pregunta que debes hacerte cuando vas a comprar un abrigo porque son los únicos dos caminos que puedes escoger. El primero pasa por dejarte seducir por las tendencias y optar por un modelo que será genial ahora pero del que puede termines cansado, mientras que el segundo aboga por destacar menos pero ganar la baza durante años por su carácter atemporal.
Ambos supuestos son igualmente válidos, solo debes tener en cuenta tus circunstancias para poder tomar la mejor decisión.
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La calidad como prioridad
Aquí no hay ninguna discusión posible. Por mucho que sea tentador llevarte a casa alguna ganga, a la hora de comprar abrigo lo mejor es que apuestes por uno que sea de calidad aunque eso requiera una inversión algo más costosa de lo que en un principio tenías pensado.
Fíjate en el diseño pero, sobre todo, en el material en el que está confeccionado porque te dará una pista del rendimiento que puede darte en el futuro.
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Objetivo: abrigar
Lo primordial es que abrigue. Parece absurdo que te dejemos este consejo que es de perogrullo, pero conviene recordarlo porque hay veces que nos olvidamos de lo verdaderamente importante de un abrigo que es que nos proteja del frío.
De nada sirve que sea una pieza bonita si luego no vas a poder ponértela porque cada vez que lo haces no consigues hacer frente a las bajas temperaturas.
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Fidelidad al estilo propio
Esto podría extrapolarse a cualquier otra prenda porque de lo que se trata es de conseguir un abrigo con el que en ningún momento parezca que vas disfrazado. Por mucho que siempre resulte elegante el clásico modelo rect o camel o las firmas de moda hayan coronado al de estampado de cuadros como pieza clave, si no va con tu estilo, no merece la pena que hagas un desembolso en ninguno de ellos . Sobre todo porque hay que tener en cuenta que será lo que más destaque en tus looks de invierno y muchas veces lo único que se vea.
Tu armario necesita un abrigo al que puedas recurrir en cualquier ocasión sin que desentone con tu vestuario habitual, si no, será un grave error.
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La talla perfecta
Tienen ese punto extra de misterio intrínseco este tipo de gafas de sol que les aporta una carga de elegancia que no tienen las de cristal transparente. Quizá sea algo cultural, es muy probable, pero es una sensación extendida que esa mirada enigmática que se esconde detrás de las lentes da mucho más juego en lo que a la imagen general se refiere.
"El color de los cristales no siempre es sinónimo de una alta protección. La clave está en el número de filtro, una categoría que indica la menor o mayor capacidad de absorción lumínica de las lentes. En primavera y verano las condiciones de luminosidad son bastante altas por lo que se recomienda escoger una categoría 3, que indica una capacidad de absorber entre el 82% y 92% de luz", explican los expertos de Alain Afflelou .
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