Botas de montaña: cómo llevarlas sobre el asfalto
Hace tiempo que este calzado dejó de ser exclusivo del entorno rural para pasar a ser todo un imprescindible en la ciudad
La naturaleza y el mundo urbano, en lo que a la moda se refiere, están más cerca que nunca. Las camisas y chaquetas sahariana s, los pantalones con bolsillos tipo cargo -inspirados en la ropa de trabajo pero también en el textil de aventura-, y en especial, las botas de trekking adaptadas al contexto urbano, seguramente la pieza que mantiene el espíritu montañero más presente de todas las citadas.
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Debido a esto, precisamente, es también la más difícil de llevar en la ciudad porque su estética recuerda muchísimo a las que te calzas el domingo al alba para tu una excursión por la sierra. Es verdad que dentro de este tipo de botas las hay más fieles a las originales y otras que simplemente están inspiradas. En ambos casos, un buen punto de partida es tratarlas de forma similar a las botas militares , las de cordones, negras o marrones casi siempre, que casi todos los hombres, sobre todo si no son muy fans del zapato clásico, tienen disponibles en su zapatero de otoño invierno.
Los matices entre ambas radican en las prendas concretas con las que funcionan mejor. En las de cordones pasa, por ejemplo, con las chaquetas vaqueras tipo sherpa -con forro de borrego- y en el caso de las trekking, los plumíferos son el abrigo informal con el que mejor combinan, seguramente porque tienen su origen también en la ropa técnica de montaña. Ambos se reencuentran ahora en el corazón de la ciudad, lejos de las cumbres nevadas y los caminos de tierra.
Las mejores compañeras
Con las de montaña, en cambio, coinciden a la hora de acompañar con éxito a un abrigo largo y recto, especialmente en colores neutros como el gris, y sobre todo los diseños híbridos entre zapatilla y bota de montaña. Estas son una variante original y rompedora, pero que demuestran el saber hacer del portador de dicha combinación.
El abrigo recto es el extremo “formal” donde está el tope de este peculiar calzado invernal que, en general, se mueve mucho mejor por el terreno de lo relajado dentro del street wear. No solo junto a los mencionados plumas, sino que también mezcla de maravilla con vaqueros, pantalones tipo cargo -de bolsillos, otra prenda que recuerda en cierto modo al textil técnico-, y con los joggers. Los tres son los tipo de pantalón que siempre ponen buena cara a la bota urbana inspirada en las de trekking. No es casualidad que los tres tengan también feeling con el plumas, el abrigo que hemos mencionado como primer consejo de estilo para llevar a las protagonistas de este texto.
En general, a la hora de buscar colores, los neutros y los militares , como los verdes y los tierra, son los ideales para elegir prendas que queden bien en un look rematado con botas de montaña. Tiene sentido porque no deja de ser una relación natural llevada a un contexto distinto: con estos tonos suelen llevarse en la naturaleza, y con estos colores se arriesga menos en el espacio urbano.
Si, a partir de ahí, te ves con confianza para probar caminos cromáticos menos explorados , puedes introducir en tus estilismos una prenda diseñada en algún color primaveral, más vivo y llamativo que los típicos del otoño y del invierno.
Por último, un consejo más de estilo para llevar con estilo las botas de trekking hace referencia a los complementos. En ellos se pueden encontrar también vínculos familiares para las este calzado como las mochilas y las riñoneras, con las que hacen muy buena pareja. Por lo tanto, sabiendo cuáles son los elementos y los colores que funcionan bien con las botas de montaña, no es tan difícil combinarlas con sentido estético en el nuevo hábitat que acaban de conquistar , al que parecen haber llegado para quedarse.
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