Los tratamientos estéticos de Pedro Sánchez para mejorar las cicatrices del acné y rejuvenecer su rostro
El presidente del Gobierno sabe que la imagen es esencial en la lucha política
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Todos sabemos que una buena apariencia física es fundamental en la sociedad actual, y más cuando se trata de personajes públicos. Por eso no es extraño que muchos políticos, también hombres, recurran a tratamientos de estética para mejorar su imagen. Pedro Sánchez, actual presidente del Gobierno y candidato del PSOE en las elecciones del próximo 23 de julio, sería uno de ellos, a juzgar por la mejora de la piel de su rostro. Analizando, junto a varios expertos, imágenes de Sánchez de 2015 y actuales, se puede ver que las cicatrices típicas del acné han ido desapareciendo.
El acné es la enfermedad de la piel que afecta a un mayor número de personas en la adolescencia, pero también en la edad adulta. Un acné inflamatorio o mal tratado puede dar lugar a diversos tipos de cicatrices que, además, con la edad, van siendo cada vez más visibles por la pérdida de colágeno y elasticidad de la piel. Si bien hace años Pedro Sánchez mostraba esas cicatrices, en los últimos años su rostro tiene un aspecto más liso y terso.
¿Qué tratamientos podría haberse hecho el presidente para eliminar las cicatrices del acné?
María Pérez de Villaamil, directora del CentroMem, comenta que para eliminar esas marcas, el presidente podría haber recurrido a dos tecnologías. «La radiofrecuencia, que consiste en elevar la temperatura corporal para que se produzca una regeneración celular y que las células nuevas y sanas ocupen el lugar de las dañadas; y los ultrasonidos. Después de un intensivo de una sesión semanal de radiofrecuencia durante dos meses, se habría trabajado con ultrasonido focalizado para generar nuevo colágeno y elastina, cerrar el poro, mejorar el aspecto de la piel y terminar con las marcas del acné».
Antes
Después
Por su parte, la doctora Carmen Martín, especialista en medicina estética y directora de la clínica que lleva su nombre, comenta que «podría haberse realizado un tratamiento de infiltraciones dérmicas a base de ácido poliláctico. Este relleno dérmico es un potente inductor del colágeno capaz de estimular la piel corrigiendo las cicatrices producidas por el acné. Otro de los tratamientos es el Resurfacing con láser Neodimio Yang, que mejora la apariencia y la salud de la piel. El láser de neodimio funciona mediante la emisión de pulsos de luz intensa que penetran en las capas más profundas de la piel, generando calor controlado en los tejidos tratados. Esta energía térmica estimula la producción de colágeno y elastina, dos proteínas clave que proporcionan estructura y elasticidad a la piel. El calor generado por el láser estimula la renovación celular y promueve la formación de tejido sano, lo que contribuye a difuminar las cicatrices y a mejorar la uniformidad de la piel».
Salvo el ácido poliláctico, que no requiere mantenimiento, los demás tratamientos no son definitivos y se deben repetir cada cierto tiempo para mantener los resultados. Además, las expertas señalan que tratándose de una piel con tendencia al acné, es probable que el presidente también se preocupe de seguir unas buenas rutinas diarias en casa, utilizando cosmética adecuada, oil free y no comedogénica, que controla la producción de grasa, y minimiza la aparición de acné. De hecho, antes de someterse a cualquier tratamiento para la eliminación de las cicatrices, María Villaamil explica que «lo primero es frenar los motivos que han ocasionado la alteración, y una vez equilibrada la piel se habrían eliminado las marcas».
¿Podría haberse sometido a algún otro retoque estético el presidente Sánchez?
Ambas expertas coinciden en que Pedro Sánchez podría haberse hecho algún otro tratamiento de belleza, dada la apariencia de su piel a sus 51 años. La doctora Carmen Martín cree que «probablemente se realice de forma habitual tratamientos de mesoterapia con vitaminas y aminoácidos para mantener una buena hidratación y nutrición. Gracias a sus efectos antioxidantes e hidratantes, se suavizan las finas líneas de expresión y otros primeros signos de envejecimiento». Por su parte, María Villaamil comenta que «para el presidente, su aspecto siempre ha sido importante, casi más que para cualquier otro presidente que hayamos tenido, así que no me extrañaría que haya buscado asesoramiento médico estético y se haya sometido a infiltraciones de ácido hialurónico para emparejar el rostro».
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Todos ellos son métodos no invasivos, que no suelen dejar señales, salvo algún pequeño hematoma pasajero en el caso de las infiltraciones, y cuyos resultados suelen ser visibles de forma casi inmediata, pero siempre temporales, es decir, necesitan tener continuidad para que se mantengan en el tiempo.
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