Esta es la verdadera causa de la muerte de toneladas de peces en el río Oder
Se descarta que esta tragedia medioambiental se haya producido por un vertido de pesticida
A pesar de que aparentemente las causas son naturales, entre Polonia y Alemania la situación sigue siendo «muy tensa»
Las autoridades polacas dan por zanjada la investigación sobre la muerte de más de cien toneladas de peces en el río Oder. Los análisis realizados por laboratorios en Holanda y Reino Unido han confirmado la sospecha de que el veneno procede de una especie de alga dorada, un fenómeno natural, aunque para nada frecuente en un río de agua dulce. Se trata de una especie de alga que es nativa del agua salobre, que se compone de agua dulce y salada, que termina con la vida de peces, mejillones y caracoles, según el Instituto Leibniz de Ecología de Agua Dulce y Pesca Interior (IGB). La especie de alga Prymnesium parvum no se encuentra sin embargo en grandes cantidades en condiciones naturales en las secciones de río afectadas porque, para ello, necesita un agua con alto contenido en oxigeno. El hecho de que haya aparecido en grandes cantidades en las muestras de agua sugiere un nuevo interrogante. «Pudimos detectar una subespecie de la toxina de las algas, la llamada 'primnesina', sin ninguna duda venenosa y de hecho en cantidades significativas en muestras tomadas en diferentes puntos del río Oder», ha explicado Elisabeth Varga, de la Universidad de Viena. Varga ha confirmado los análisis de las mismas muestras en el centro local de espectrometría de masas y ha concluido que el veneno está fuertemente ligado a las algas. Según los resultados, se puede suponer una «muy alta concentración de veneno» y «una conexión directa con la muerte de peces y moluscos». Esto explicaría el alto contenido de oxígeno en el agua, a pesar de las altas temperaturas. El analista Wolf von Tümpling, del Centro Helmholtz para la Investigación Mediambiental de Magdeburgo, también considera que esta tesis es posible.
Según el experto en algas del IGB, Jan Köhler, Prynmesium parvum representa actualmente el 36% de la masa total de algas en el Oder, incluso después de haber sido diluida por la aportación de agua del afluente Warthe. «Hasta donde yo sé, nunca se ha observado un desarrollo tan masivo en nuestras aguas», dice, y señala que probablemente fue posible gracias a las descargas de sal, la abundancia de nutrientes, las altas temperaturas del agua y los largos tiempos de residencia en las presas. Este valor medido debería haber alertado a la agencia ambiental.
Por otra parte, la asignación genética de la cepa de algas aún debe aclararse. Se han descrito más de 50 cepas diferentes de Prymnesium parvum, con diferentes requisitos ambientales y producción de toxinas. Falta por establecer, además, en qué medida podrían verse afectados por cada una de esas cepas animales distintos de los peces y moluscos. Los posibles efectos en el organismo humano tampoco están claros. Sin embargo, el IGB advirtió que el aumento de la concentración de sal ocurre con mayor frecuencia en el Oder debido a la contaminación industrial en los tramos superiores. Por lo tanto, un envenenamiento masivo como este podría repetirse si los veranos siguen siendo son demasiado calurosos y secos o si hay vertidos que favorezcan la aparición de las algas.
A pesar de esta consideración, la teoría defendida por un laboratorio alemán, que afirma que la contaminación del río Oder fue causada por pesticidas vertidos en el agua, ha sido descartada como una noticia falsa por parte de Polonia. Durante más de una semana, científicos de Alemania y Polonia han estado investigando por su cuenta el origen de la contaminación. El laboratorio de la Región Metropolitana de Berlín/Brandenburgo afirma haber encontrado altas concentraciones de pesticidas en las muestras de agua, según ha informado el diario alemán Tagesspiegel. El gobierno polaco, por su parte, desmintió inmediatamente es información. «Atención: otra noticia falsa difundida en Alemania. Pesticidas, herbicidas. La sustancia (pesticida) se analizó en Polonia y su concentración resultó estar por debajo del límite de determinación analítica, por lo que no tuvo impacto en los peces y otras especies», tuiteó la ministra de Medio Ambiente y Clima, Anna Moskwa, que calificó además la teoría del laboratorio alemán de «ataque infundado» contra la agricultura polaca».
El hecho es que las autoridades polacas ha sacado 100 toneladas de peces muertos del río, mientras que en el lado alemán se recuperaron unas 30 toneladas. «La situación es muy tensa», declara Jochen Elberskirch, jefe del Parque Natural de la Laguna de Szczecin, «estamos seguros de que, sea cual sea la última causa, lo que sea que haya pasado en el Oder, puede terminar afectando al ecosistema de toda la región».
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