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El Vaticano evita pronunciarse sobre si las apariciones de Medjugorje son auténticas o falsas

Reconoce la experiencia espiritual del santuario que han visitado cincuenta millones de peregrinos, pero advierte contra los mensajes apocalípticos

Desde Medjugorje a Garabandal, las supuestas apariciones que la Iglesia revisará con las nuevas normas del Vaticano

Una de las imágenes de santuario en las montañas de Bosnia Herzegovina abc
Javier Martínez-Brocal

Javier Martínez-Brocal

Corresponsal en el Vaticano

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El Vaticano da una respuesta extremamente positiva sobre la «experiencia espiritual de Medjugorje», pero evita pronunciarse sobre si las apariciones son auténticas o falsas. En un largo documento aprobado por el Papa el pasado 28 de agosto y presentado este jueves, analiza los que llama «supuestos mensajes» de la Virgen María a los seis videntes y alerta sólo de algunos «elementos confusos» en algunos de ellos que podrían «oscurecer la belleza del conjunto».

Medjugorje, un pueblo de 4.000 habitantes en las montañas de Bosnia Herzegovina se convirtió en meta de peregrinación para millones de personas desde que el 24 de junio de 1981 la Virgen María se apareció supuestamente a unos jóvenes. Los videntes aseguran que las apariciones siguen produciéndose, y publican al menos cada mes un supuesto mensaje entregado por la Virgen con consejos espirituales.

El Vaticano cambió el pasado mes de mayo los criterios para pronunciarse sobre fenómenos sobrenaturales. Explicó que sólo «excepcionalmente» los Papas abordarían la autenticidad o no de éstas, y que a partir de ahora se limitarán a pronunciarse sobre el «elemento pastoral» que las rodea. Por lo tanto, la respuesta Vaticana sobre Medjugorje no aborda la cuestión de si las apariciones son o no creíbles, y se limita a pronunciarse sobre los supuestos mensajes de la Virgen y la espiritualidad que se propone a quienes peregrinan a este lugar.

Concluye que «no encuentra reparos» en esta «experiencia espiritual» pues «se han verificado muchos frutos positivos y no se han difundido en el Pueblo de Dios efectos negativos o de riesgo». Significa que los católicos «no están obligados a creer» en la autenticidad de las apariciones, pero que quienes lo deseen «pueden recibir un estímulo positivo para su vida cristiana a través de esta propuesta espiritual» y que «se autoriza el culto público».

Las contradicciones

El autor de la «nota» del Dicasterio de la Doctrina de la Fe sobre las apariciones de Medjugorje es el cardenal Víctor Manuel Fernández, quien la firma aclarando que lleva la autorización del Papa. En el texto insiste en que «valorar positivamente la mayor parte de los mensajes de Medjugorje como textos edificantes no implica declarar que tengan un origen directamente sobrenatural».

Luego añade que hay «si bien, en el conjunto de los mensajes relacionados con esta experiencia espiritual encontramos muchos elementos positivos que ayudan a acoger la llamada del Evangelio, ciertos mensajes —según la opinión de algunos— presentarían contradicciones o estarían relacionados con los deseos o intereses de los presuntos videntes o de otras personas». También solicita «estar atentos y ser prudentes a la hora de interpretar y difundir los presuntos mensajes».

El Vaticano ve positivos globalmente los mensajes, pues en general invitan a la conversión, a la fraternidad y a la paz en la propia vida y en la sociedad y a «no infravalorar la gravedad del mal y del pecado». Pero insiste más adelante en que «para evitar que se comprometa este tesoro de Medjugorje, es necesario aclarar algunas posibles confusiones que pueden conducir a grupos minoritarios a distorsionar la valiosa propuesta de esta experiencia espiritual, sobre todo si se leen parcialmente los mensajes».

Amenazas apocalípticas

Se refiere a supuestas reprimendas de la Virgen y amenazas de no volver a aparecerse si no se siguen sus indicaciones; la insistencia en que los mensajes deben ser escuchados; algunos mensajes específicos a la parroquia en los que da indicaciones demasiado concretas como días de ayuno o compromisos específicos, de forma que sustituye de hecho al párroco o al obispo; o una impresión de autoexaltación en sus palabras que «podría confundir». Por eso, establece que a partir de ahora un representante del Papa en Medjugorje «deberá autorizar la eventual publicación de futuros mensajes» según los criterios de esta nota. «Esta decisión también afecta a textos que no hayan publicado hasta ahora, incluidos los supuestos secretos», ha aclarado el cardenal en referencia a diez supuestos secretos apocalípticos que la Virgen habría comunicado a algunos de los videntes.

Avisa también de que «puede haber grupos o personas que, haciendo un mal uso de este fenómeno espiritual, actúen de manera equivocada».

El cardenal ha confiado haber avisado previamente de estas decisiones a los seis videntes. «Les he enviado una carta con algunas sugerencias. Se la ha leído el visitador, no les ha entregado copia. El texto se mantiene reservado», ha aclarado.

Precisamente, una de las indicaciones del Vaticano es que los videntes no estén en el centro de esta experiencia de fe. Por eso, solicita que «a las personas que van a Medjugorje se les debe orientar fuertemente a aceptar que las peregrinaciones no se hacen para encontrarse con supuestos videntes, sino para tener un encuentro con María, Reina de la Paz, y, fieles al amor que ella tiene por su Hijo, encontrarse con Cristo y escucharle en la meditación de la Palabra, en la participación de la Eucaristía y en la adoración eucarística», como en tantos otros santuarios marianos.

Cincuenta millones de peregrinos

La respuesta del Vaticano había suscitado enorme expectación en ámbito católico. Baste pensar que desde 1981 unos 50 millones de peregrinos han viajado a Medjugorje. La solución del Dicasterio para la Doctrina de la Fe consigue compatibilizar el derecho de los perplejos a no creer en estas supuestas apariciones, con el entusiasmo de quienes han encontrado en este lugar y en este mensaje esperanza para afrontar las fatigas de la vida y emprender un sólido camino de fe.

«Se debe recordar siempre que en esta, como en otras experiencias espirituales y presuntos fenómenos sobrenaturales, se mezclan elementos positivos y edificantes con otros que deben ser ignorados, pero que no deben llevarnos a despreciar la riqueza y el bien de la propuesta de Medjugorje en su conjunto», concluye Fernández. Medjugorje seguirá recibiendo millones de peregrinos.

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